Sabia frase de Paracelso que me hace recapacitar sobre la cantidad -infame por cierto- de veces que oigo que una persona, generalmente letrada o por lo menos con algún título universitario (aclaro que los iletrados también lo dicen pero de ellos se puede esperar sólo eso): "qué determinada sustancia es mala", "qué eso dijeron en las noticias", "qué la cocacola es muy ácida","qué con eso aflojan tuercas y lavan sangre en las carreteras" "qué la sal es dañina para el organismo", "qué el azúcar engorda", "qué el cigarrillo da cáncer", "qué el alcohol es malo para la salud", "qué la marihuana da hambre", "qué el tinto quita el sueño" qué...
No nos hagamos tarugos; ¿cuándo las cosas ricas son buenas? ¿cuándo lo que nos gusta no es dañino? Dejemos esas disculpitas imbéciles y aprendamos a leer las cosas, a interpretarlas y analizarlas bajo la luz de la razón. Saben ustedes que la cocacola deshace una tuerca y se come el óxido, si señor. ¿Y por eso es mala? vaya vomite en una tuerca a ver que le hace. ¿Se le olvidó la lección básica del proceso alimenticio? en el estómago tenemos ácido clorhídrico más ácido todavía, (no me meteré en la escala, pero seguro que es logarítmica pues el ph es menos el logaritmo de la concentración de iones hidronios. No se asuste mi querido literato, pero eso es como la escala de terremotos de Richter, entre un punto y otro se pueden obtener hasta cien veces más que en el punto anterior. Ni modo de repetir que eso quiere decir: LEA). ¿Y la sal es mala? déjela! no vuelva a comer sal, ni a disfrutar de "la sal de la vida" ni a percibir un "salario". Es más, que no lo vuelvan a sal...udar. No beba, no fume, deje el tinto y la mariajuana, que bien poquita que hay. Tráguese todas las ideas de los comerciales y apéndices de los noticieros sobre la salud y la buena vida, es más: muérase! para ver si los que quedan o quedamos, podemos descansar de tenerles que oír repetir las mismas sandeces de Jota Mario o las del otro programa competencia de la cadena alterna -Las artes adivinatorias, la solución de conflictos, el llanto inesperado por la piadosa postura del locutor, las rifas del jabón que si sirve, el aceite que si cocina y no tiene triglicéridos ni colesterol alto...- Déjese apabullar por la solución a la calvicie, la máquina de ejercicios que le hará dar un giro "de 360°", el desodorante que hace desmayar las viejas, o las jóvenes según usted escoja; la maquinilla que si afeita y el almacén que si le fía porque confía en usted y no por que lo apercuellan y le mandan los del "pagadiario" con abogado incluido.
Fíjese en la lógica del asunto, si usted se toma 50 tintos, 200 huevos, o 100 vasos de agua se puede morir, porque se sobrepasa los límites de ciertos químicos en el organismo, como la cafeína del tinto, el azufre del huevo o el agua del agua. Hagan la prueba a comerse 200 algarrobas. No se le vaya a olvidar que por ahí hubo uno que murió atragantado con pepa de aguacate; no vuelva a comer aguacate que es malo para la salud. También hubo uno que murió de masturbarse, definitivamente eso es malo, no lo vuelva a hacer. ¿Y el sexo? mire las estadísticas y dese cuenta lo peligroso que es, cuantos pobres y pobras (para popularizar el lenguaje incluyente de Nicolás) no han muerto en tan desagradable acto. Reclúyase en un monasterio, No salga de su casa para que no sufra, es más, para que proteja su vida: quítesela!
Vea usted que eso si es raro Theophrastus tenía razón: La diferencia está en la dosis, los excesos son malos y algunos matan, lástima que el exceso de estupidez da larga vida.