No tengo un ropero grande y me asustan los que se miran a si mismos y dicen "esta camisa ya me la puse esta semana" ¡por dios! No tienen nada en el cerebro pero les preocupa que los vean con la misma camisa, no se que pensarían de usar los mismos interiores toda la semana, Seamos realistas, la moda y las apariencias externas son una tontería. Pero eso sí, que nadie apunte a que mis ropas son de acá o de allá. Las marcas son otra farándula que no me copio ni a palos, que la ropa es Christian dior o Pacific, coman heces, ropa es ropa, aunque no ha faltado ni faltaba el que se compraba unas botas y decía: "parcero las mías son grulla originales" o "tengo todos los CD's de..." y tampoco le pago a un imbécil para que mi camisa de Iron Maiden se vea mejor, prefiero el "do it yourself" para que el otro que es tan vivo no se aproveche de mis gustos. No le apuesto a ningún equipo, como Beavoir, desprecio todo lo que me saque de mi ciclo crítico para darle énfasis a un modelo ideado por los entes de control. Puedo irle al deportivo tapitas o al atlético inodoro, al real gorzovia o al independiente pisingaña, incluso al club social zanahoria, pero de ahí a la seriedad pura de aportar o poner mis empeños en un undécuplo, nunca. De acá se sigue que no conozco el estadio de ningún país, nunca me siento a ver partidos de fútbol, los mundiales y los campeonatos me tienen sin cuidado y en mi vida he gritado la palabra gol o me he puesto la camisa de un equipo futbolero. La cuenta de política es más sencilla, ¡jamás he puesto mi dedo a favor de las urnas! "untarse el dedo es patrocinar la vagabundería" diría Ortiz Betancur -de eso hace ya más de dos décadas- ahora se trata de no ensuciar el buen nombre de una persona que no cree en la actual democracia por ser una tiranía de pocos, y mucho menos por obtener un carné electoral que parece ser el orgullo de Colombia por una mísera rebaja en los estudios o unas horas de tiempo libre -siempre lo he dicho, una soterrada forma de justificar la democracia comprando votos- De mi tricolor, no quiero herir susceptibilidades, no es mío, yo no nací acá por querer, nací acá por azar cuántico y esa no puede ser la razón para vestirme de payaso, en ninguna sociedad debe criticarse que se quiera a la tierra que le vio nacer, pero a mi esta tierra u otra no me provocan nada. Acá vivo, las banderas...sólo la de la libertad y la del pensamiento. Cuando aparto tiempo veo los canales de "ciencia" pero, pobrecitos, ellos no pueden vivir de algo que mucha gente menosprecia y pasan para sobrevivir documentales de ovnis, fantasmas y accidentes que se parecen a los que salen en el periódico amarillista de mi barrio, cosas que, como mucha gente sabe, no soporto. Detesto que me hablen de un espanto en tal casa, de la misericordia de dios, de objetos que levitan, de santos que premian y de imágenes que lloran sangre...huyo de esos mentecatos como si huyera de la mismísima yersinia. ¿Dinero? nadie tiene suficiente, pero el dinero corrompe absolutamente todo, el dinero ofrece el ideal, pero lo diluye. Qué rico poder comprar el automóvil más lujoso o asistir a clases con el maestro más espiritual, pero se pone el dinero de por medio y las traiciones florecen, hasta el mismo maestro pierde su espiritualidad porque el dinero es mundano, No me vendo, no estoy en venta, si alguien me regala dinero, sea, pero mis ideales están a favor de la libertad y una libertad que se vende, deja de serlo. Que cualquiera bailaría mis canciones si le pagaran 40 ó 50 millones por concierto, si claro, pero no cobramos por tocar, el apostolado consiste en gritar verdades y respetar el libre albedrío, con dinero no se respeta nada. Que lo digo porque nadie me ha ofrecido nada por mis canciones, sea, ¿queda claro que nunca las he ofrecido? que no valen nada. Sea pues.
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