viernes, 18 de abril de 2025

Autocompasión II

 Existen amplia gama de seres humanos, aunque yo repita con entusiasmo que todos son iguales: mismos traumas, misma actitud de rebaño, mismas ansias de sobresalir, mismas pretensiones de ser diferentes. No hay mucho de donde escoger, simplemente unos son peores que otros. El ser humano que más me gusta es el que no tengo que soportar. Léase que si debo tratar con él, ya es pérdida para mí. Es escaso encontrar alguno inteligente que opte por no adherirse a la razón social y prefiera vivir aislado del mundo. A ese lo considero un hermano, ¡qué bello! Existen otros que no suman ni restan, aunque molestos oyen razones y sacan conclusiones, lo más malo que hacen es que utilizan esas razones para blandirlas en contra del abanderado a sus espaldas y no tenemos idea de lo que pueda pasar por sus cabecitas arrebañadas a la hora de la cátedra. Un tercer grupo, bien harto molesto, es el que se ocupa de la creación de excusas y abandera a los menos como defensor de la mediocridad. Esos son los que van en este renglón: Hablan más de la cuenta y se creen más listos que todos, dicen cuanta barrabasada les llega de quien les llegue y sin pensar en absoluto en el daño que ocasionan siendo mensajeros de la iniquidad, la religión y la pseudociencia porque creen en ovnis, fantasmas, tierraplana, Santa Teresa, Bad bunny... Ahh sí, casi todos son cristianos acérrimos, conservadores, nacionalistas y paisanos que aman su tierra hasta el riesgo último de comérsela antes que venderla, pero que va, sus convicciones son las que les han metido sus padres y abuelos de lo mismo que les enseñaron a otros sus latifundistas. La tierra es un bien y un derecho en la medida en que vivimos en ella y aprovechamos de sus cosechas y animales, el nombre de la misma no representa más que una barrera mental que la mayoría de habitantes de la tierra se traza para entrar en conflicto y defender ideales inexistentes: patria, estado, frontera, extranjero... El ser humano al que me refiero posee la mar de excusas, excusas comunes que repite para autocongraciarse: se me olvidó, siempre me pasa a mí, por qué a mí, preciso hoy que lavé el carro llovió, justo me tocan donde estoy herido, la sociedad es la culpable de mis irresponsabilidades, el bus salió tarde, no entendí. Es justo el tipo de personas que se enojan visiblemente si les llaman la atención por hablar demasiado y sandeces y se ofenden con la postura mental que no esté apoyándoles y hasta citan la ley que los defiende sin tener en cuenta que los errores parten de sí mismos: Según la ley no puede usted multarme porque el decreto 32 de 1994 dice que no puede; lo mínimo que debe tener en cuenta es mi intención que ya vale un montón; tengo derecho a presentar reposición; en el examen me fue mal por culpa de los calificadores, es que soy tan demalas, no mejoré el salario porque las preguntas las hicieron en el tema que no repasé, fueron preguntas ambiguas y los calificadores tienen predilección, eso fue un robo, estaba arreglado, cómo llegué tarde no alcancé a leer todas las preguntas, se me olvidaron las gafas, no sabía que tenía que ser a lápiz 2B... Entendiendo que todos tenemos problemas de concentración, de familias disfuncionales, de deudas, de padres ausentes, de aprendizaje y de memoria, se escudan en cualquiera de ellas para parecer más desolados e inermes. ¡Pobrecillos! tan desvalidas ovejas en este mundo de lobos. Ciertos seguidores del nacionalcatolicismo les dan alas, excusando sus excusas y tratándolos tiernamente y pobre de aquel con otra idea del sufrimiento personal, el que cree que somos culpables de lo que nos ocurre y que para mejorar debemos enfrentar nuestros clichés y nuestros miedos y que la culpa no es de la vaca. Definitivamente existen esos seres que se dan golpes de pecho, se autocompadecen de su suerte y sus humildes intenciones y esperan que los demás les den abrazos y palmaditas en la espalda. ¡El ser humano es culpable de sus cuitas! Si se enamora es su culpa, si sufre por la patria es su culpa, si falla es su culpa, si tiene frío o calor es su culpa. No dudo que la sociedad sea la culpable de muchas penas de la humanidad pero es deber de cada uno asumir sus faltas y enfrentarlas ¡Quejarse es debilidad!

PS: Un apunte de José Ingenieros reza: "El mediocre no inventa nada, no crea, no empuja, no rompe, no engendra, pero en cambio custodia celosamente la armazón de automatismos, prejuicios y dogmas acumulados durante siglos." que explica sucintamente el problema del mediocre que se autocompadece y perpetúa. Y Carlos Ruíz Zafón aporta esta perla: "Siempre he pensado que el que tiene mucho apego a un rebaño es que tiene algo de borrego." Defender al rebaño es apego a él. El escritor Erich María Remarque explica que "No existe nada más aburrido que escuchar a alguien empeñado en mostrarnos su inteligencia, especialmente si no la tiene." Y apuntala con inteligencia mi sensación ante los autocompasivos que se excusan con decretos y normas. Remata Ramón Vicente Lizcano "Me repugnan los seres que se quejan, quejarse es declararse débil." Porque quejas oigo todo el día de los mismos pusilánimes. Opuesto a ese ataque de la debilidad está Aristóteles: "La debilidad reclama siempre igualdad y justicia; la fuerza no se cuida para nada de esto" Cuenta que cuando las liebres fueron a reclamar igualdad ante el león, el león respondió: reclámenla con garras y dientes. Soy epicúreo pero amo a los estoicos.

miércoles, 16 de abril de 2025

Mario Vargas Llosa

 Que bueno que me encuentro con un nuevo ejemplo de tendencia. Se murió el escritor peruano Mario Vargas llosa y las redes sociales se llenaron de discursos entonados endiosando la producción y el buen ritmo de este ciudadano del mundo que en general ha hecho más por la humanidad que yo. Aclarar de nuevo que esto es una página de opinión donde digo lo que siento y no lo que otros quieren oír, pero no se trata de llenar de hate o empapelar a cualquiera porque sí. Es el mismo ejemplo de Evaristo pero al revés. Seguro averiguar quien fue este señor no me sea muy complejo, nacido en, muerto en, con tantos libros en su haber y tantos premios de esta y aquella índole. Seguro el que más pesa es el Nobel que ganó en el año tal del siglo tal. Seguro fue buen padre, esposo, abuelo y tatarabuelo. En su sepelio no aparecieron buitres a rapiñar su fortuna y su activismo le hizo conocido en toda latinoamérica. De seguro le pondrán en cámara ardiente por tres días para que el pueblo pase a despedirse. Yo no conocí a ese señor, lo leí. Leí su "Casa verde": Los Margaches, los inconquistables, Don Anselmo el arpista, una cosa verde de habitantes: una ciega, Antonia Quiroga, un práctico Nieves, un pueblo olvidado y un enredo de historia con la quema de la primera casa verde y "La Chunga" hija marimacho de Anselmo. En Pocas Palabras tuve que decir de él: "El abuso del "dijo tal" y la cosa peor contada que he leído en mi vida". Sí, el narrador omnisciente parece no conocer sino una palabra: Dijo Anselmo, Dijo La chunga, dijo el abuelo, dijo el indio... Me prometí no leer más cosas de tamaño bobo pero la soledad me atacó con "Los jefes y los cachorros" donde dos bandos de un colegio pelean y se revolucionan para que no les hagan los exámenes sin avisar y piden horario. Al final los dos jefes se hacen amigos. Un desafío a nado por el amor de una mujer. Un error en el que matan a un indio por habladurías de su hermana y la triste historia de Pichulita que pierde su virilidad y halla en la histrionicidad y el mal comportamiento su salida y su muerte. Mi serie de EPP advirtió lo mismo: Están advertidos, horrible, pero al que no quiere caldo se le dan dos tazas. Por último leí "La ciudad y los perros" cuyo resumen es que Alberto "El Rulos", "Boa", "Jaguar" protagonizan un asesinato en el soldado Arama (El esclavo) en el colegio militar Leoncio Prado, que cubre las apariencias mientras en sus alumnos se desarrolla un mundo de zoofilia, licor, cigarros, apuestas. Gamboa, teniente de cuadra o sección, trata de hacer justicia pero asume que contra la institución nada se puede o se debe. El círculo es el grupo encargado de dirigir las decisiones mientras nos cuenta historias alternas de Teresas y Helenas. En mi EPP sólo escribí: "El club de las apariencias". Ya está. ¿Puedo juzgar al hombre por tan poca cosa? No. A mi me preguntan por él y lo destrozo porque en tres libros no dijo nada, me equivale a escuchar una canción de reguetón y castigarlas a todas. Proscribo a Vargas Llosa de mis escritores favoritos, es más, ni ese título me merece. Yo odiaba a Jota Mario Valencia porque cada mañana se paraba frente al teleaudiente a decirle mil mentiras y promovía las creencias venales en adivinos, dioses y santos. Era un hipócrita que no le aportaba nada al mundo más que basura y banalidades. Odiaba a Diego Maradona porque la gente lo había vuelto un dios y me apego a mi comportamiento deicida. Exactamente eso hizo en estos tres libros ese señor: nada, mostrarle a la gente que la autoindulgencia es buena y que un soberano idiota tiene lugar en lo más alto de las letras. Ya dije, no me importa si donaba a causas ambientalistas o si su pensamiento crítico lo guardaba para mejores días, yo no le leí nada ameno y lo peor es que alguna vez lo escuché en campaña política. No sé si ganó algo, pero ese fue el último clavo de su ataúd conmigo: nadie que participe en política merece mi atención o va a hacer algo por su gente. Total, me quedo con esta idea porque no me interesa embarcarme en otro de sus libros fofos y sosos y escribo este insermo a petición de una amiga.

PS: ¿Vale de algo mi opinión? En absoluto. Le voy al Necaxas como Don Ramón.

martes, 15 de abril de 2025

El mal generalizado

 Ya a raíz de un artículo de mi amigo David sobre aquella frase de "no es nada personal, son sólo negocios" y de un análisis alrededor de la maldad pura, quise divagar sobre aquellos capaces de hacer daño a sus congéneres y allegados. Creer en la humanidad es un aliciente. Seguro por sí misma habrá de levantarse y de hundirse de nuevo, pero los pobres genéricos, los seres del común, los que pagan impuestos y van al fútbol y la iglesia dominical como un rito, trancados de cerebro por dentro y con la llave perdida les da por creer que la gente es buena per se. La verdad es que mientras un ser humano sea más inteligente es más de temer en cuanto a engaño, aunque engañabobos y mercachifles los hay en toda la gama de la inteligencia. Vaya mire a los curas que supuestamente estudiaron para ser curas, teólogos cuya versión de la ciencia es un libro escrito 300 años después de la muerte de un mago que curaba con pases mágicos y que juraba que era parte de un trío dinámico compuesto por una paloma y un dios. No existen pruebas de ese Jesús histórico y la maraña de mentiras no puede ser corroborada sino por hombres de la misma calaña. Flaco favor nos hizo Constantino erigiendo la religión cristiana en oficial del imperio romano. Igual, esos pederastas estudiosos de San Agustín y de la biblia son, sino malos por naturaleza, ávaros, pedigüeños y ladrones que se ocultan tras iconos y reliquias para enriquecerse y engañarte. En política no hay en quien confiar El senado hunde una reforma que mejoraba para el pueblo y las industrias el impuesto y la adquisición pero aquellos se cansaron de gritar que no era buena, porque no era buena para ellos, que no servía y que disminuía la capacidad de empleo. Los únicos que salían perdiendo allí eran los medianos ricos y ellos la hundieron. Así va la reforma a la salud que pretende mejorar la calidad y disminuir el despilfarro, pero los encargados de la docencia gritan que no es buena porque desprivatiza la salud y médicos, especialistas, instrumentistas y toda la gama de profesionales relacionados, dan un brinco en el suelo porque les quita ganancias. El asesino promedio parece criarse en comunas al igual que el ladronzuelo pero ¿han visto los magnates de las empresas como roban a diestra y siniestra? ¿Sabe cuánto le roban los bancos? Asaltantes de corbata con licencia para endeudar al pueblo y cobrarle 10 veces lo prestado en cómodas cuotas mensuales retiradas por nómina, embargarle y dejarle en la calle. Todo legalizado por el estado. Ahh, el estado que se inventó los impuestos, el quinto del rey por gracia divina y el derecho de pernada por vasallaje. El profesor con pregrado que embauca a sus alumnos con siete mentiras de a peso, que ensalza las virtudes de la patria y el significado de los colores de la bandera, nuestros próceres, el descubrimiento ―divina comedia― la patria boba, la religión, el himno nacional y la riqueza de un estado que está en manos de tres o cuatro familias y hasta la podredumbre de que patria solo hay una y que la belleza de nuestros paisajes es única. Yo no tengo la verdad y es usted libre de ejercer su verdad, el problema es que todos los que están a mi alrededor profesan la misma verdad de dioses castigadores y partidos políticos descoloridos. La misma pasión por la patria y el mismo gusto por mentirillas conspiranoicas que son incapaces de rechazar. Yo no ofrezco una verdad, ofrezco una opción: no creer, analizar, pensar y tratar de ir a contramano de todos estos intelectualoides que propagan la mentira y la perpetúan. Soy apenas un incendiario y encuentro que no hay leña seca. Vuelvo. El tratante de blancas que vende virgos por red o atrae turistas con captación de personal femenino especializado, que vende su país como tierra de Pablo, el bobito que lleva puesta la camisa del capo, la banda social que viene al país persiguiendo la cocaína, el dueño del supermercado de la esquina que emplea a cuatro trabajadores y hasta el vendedor de esquina de ruedas y blones. El que se escuda en que no hay más qué hacer y el que dice que son negocios, todos son humanos que saben que la maldad es más beneficiosa que la bondad o la inacción. El banquero te oculta los intereses y te pinta lo mucho que harás con un préstamo que te enterrará, el sacerdote te habla de que hay que compartir mientras te sensibiliza al diezmo y a la becerría, el maestro te toma por recipiente vacío y te llena de lo que el mismo está lleno. La humanidad es perversa. Tú compañero te estafa con los útiles escolares y les dicen a las chicas: "vengan que no es pa' eso". Existe el mal y está bien repartido y a más educación, más vil y descarado es el robo y al traición.

sábado, 12 de abril de 2025

Ateísmo puro

 Me preguntaron que porqué no creía en dios y no tuve más remedio que venir a explicarme ese detalle a mí mismo como siempre. En primera instancia porque quienes preguntan ese detalle son creyentes acérrimos que sólo repiten las bobadas que les han enseñado por siempre sin atreverse a desmentirlas o a dudar de ellas. En segunda instancia porque abrirle los ojos a un creyente es muy difícil, tienen demasiados dogmas y cegueras que les impide ver la realidad. La tercera se cumple porque no es mi deber cambiar la idea de alguien, crea en lo que le de la gana, pero no trate de meterme en su juego, la explicación es para mí y por si alguien quiere poner atención. Lo primero es una lectura rápida a la biblia donde aparece un tipo con poderes chamánicos capaz de curar leprosos, resucitar muertos y perdonar pecados. Valiente gracia que la ciencia ya logró por varios medios, que la lepra ya ha sido erradicada de la población humana; ha puesto en criogénesis muchos cuerpos con la intención de revivirlos a futuro y eso de perdonar pecados si no tiene  ninguna maldita gracia, hasta el padre pederasta de la iglesia de la esquina lo hace. Yo lo único que le envidio es transformar el agua en vino sin usar el método químico, pero puedo tomar agua, azúcar y levaduras y sale para pintura, además que con destilación logramos un espirituoso que supera con creces cualquier vino fermentado a pases de magia. Los pecados que aparecen en la biblia me parecen una norma de convivencia unos y otros una trampa para que todos deban querer a ese dios fastuoso e irascible que es Jehová. Yo sé que no debo matar o robar para conseguir buenos vecinos y hasta que debo respetar a quienes me trajeron al mundo, pero eso de la exclusividad de creencia me suena a gancho publicitario. Con eso desembarazo los diez mandamientos de un sólo golpe y no creo que sea un irrespeto el pensar por mí mismo para poner a prueba todo eso que me dicen sobre ese dios omnipotente, omnisciente, omnipresente y omnibondadoso. No supera, ni por pienso, ninguna de esas cualidades... por favor ¿lo sabe todo? ¿Lo puede todo? y ¿Está en todas partes? Hasta un niño desarrollaría un experimento para llegar a una contradicción con cualquiera de esos atributos. Lo sabe todo pero los creyentes van a suplicarle que les ayude. No vaya a pedir nada que el es omnisciente y estaba en su casa cuando ocurrió el zafarrancho, sabe que le hace falta y que le duele. Más curioso aún, sabe de todas las guerras y masacres, sabe de las violaciones y asesinatos, sabe de las falsas religiones y sabe de los ateos. ¿Por qué no ha hecho nada ese dios suyo o el de otra religión que pretende tener los mismos atributos y las mismas facultades que el suyo? ¿El dios de los musulmanes es menos que el hebreo? Ustedes son ateos de otras religiones porque se pegaron a Yahvé con el alma y despreciaron a Alá, Visnú y Shamash. Se vanaglorian ustedes de lo que hay alrededor, del cielo azul, de la luz del sol y de los animales y las plantas que, según hemos descubierto llegaron a nosotros vía la evolución y no por pases de magia en seis días o por la unión de dos gigantes de fuego y hielo. Sabemos porqué ese cielo es azul y qué ocurre en el sol para que envíe toda su energía alrededor. Conocemos el poder del rayo y lo podemos duplicar. La vida la podemos hacer en probetas. Entendemos los fenómenos naturales y sabemos porque ocurren, atribuírselos a un dios es ignorancia lastimera. La bondad de cualquier dios está en entredicho con las injusticias que vemos a diario. Vamos a los pastores de las iglesias, hombres comunes, pederastas, ladrones, embusteros, asesinos. La iglesia del cristo mató con su santa inquisición miles de seres humanos y despojó bienes a millones. El diezmo es un robo a ojos vistos y la limosna una coima para entrar al cielo por la vía del capitalismo. El Vaticano es la sede que demuestra toda la opulencia y la desfachatez de "los pobres de Cristo". Pero venga que me faltan puntos. Los dioses de cada cultura se parecen a sus protegidos o viceversa. ¿Por qué el que ustedes quieren imponer es zarco y rubio? ¿De donde vino? ¿Por qué no descubrió américa primero? Ese dios del que ustedes me hablan lo trajeron los conquistadores españoles y lo impusieron por la fuerza y el temor siendo la primera esquirla de cordura, la rebeldía. ¿Por qué no viene su dios y fulmina con un rayo a estos pecadores ateos? ¿Por qué no les da la fuerza a sus hijos, débiles de espíritu y criados en una fe secular, para que resistan los comentarios de un miserable ateo antilaicismos? Yo no me confieso ateo, me confieso pensante y ningún dios de los que llaman buenos o de los que llaman malos me ha seducido. Simplemente la evidencia de que las cosas que no pueden verse y no tienen efectos, no pueden ser estudiadas. Su dios no muestra cualidades físicas y no tiene efecto sobre nada. No es visible, no come, no bebe, no sufre, no tiene masa u olores, no es detectable por ninguna onda electromagnética, no es una partícula que pueda analizarse en un acelerador, no es visible al microscopio ni al telescopio más potente. Ver a dios en las reacciones de la materia no es más que un idealismo trunco para tener de que hablar en nombre de la fe. Volvamos a ver para que se usa la religión: para controlar masas, para que voten por el político que abraza la fe como medio porque no existe un político que no hable del corazón de Jesús y que no se llene las manos con el dinero de ese pueblo ignorante. El país en el que vivo es laico pero no ha soltado los lazos de la fe por prudencia y por control humano y social. En las escuelas el conocimiento es laico pero todos vienen a protestar porque se les enseña ciencia. La ciencia es laica. La evolución es laica, el método científico es laico ¿Qué ha aportado el secularismo en esta maraña de ciencia? Nada. Sin la religión marcando territorios, es probable que conociéramos mejor la ciencia de Galileo y de Newton, sin la religión ocupando tiempo y espacio tal vez podríamos haber convertido esas iglesias en hogares de paso o en albergues para ancianos o desprotegidos. Sin la religión intimidando podríamos descubrir los secretos detrás del ruido de fondo en vez de salir despavoridos por el alma que se queja. Sin la religión, sin ninguna religión, se sopesa la vida con otros ojos. Sí, es verdad, a la muerte para nosotros, no sigue nada, por los muertos nada hay que hacer y no tenemos esperanzas de vidas en mundos futuros. ¿Por esa pequeñez creen ustedes? Adelante, lejos de mí por favor que seguramente ustedes con toda su fe y su cristianismo al pelo no curan una herida, ni levantan Lázaros, ni alimentan un regimiento con dos panes y cinco peces, ni curan leprosos, no mueven montañas y ni siquiera son capaces de transformar el agua en vino. ¡Oxte puto creyentes! No me dejan ver el sol.