Hace tiempo que vengo tratando con aquello de las defensas personales y muchos me preguntan como se puede sobrevivir o evitar ser atracado o incluso las varias formas de defensa que existen. No ando en la disposición de ofrecer un tratado de auto defensa, pienso en otra cosa, en las formas como la humanidad se acerca a la humanidad y en las formas como la seduce para acercarse o evitar ser mordido; a ese sistema se le llama diplomacia. La diplomacia es la manera como afrontamos una situación cualquiera sin salir heridos o asaltados, e incluso quedando de maravilla con el o los antagonistas. La diplomacia se puede aprender en un abrir y cerrar de ojos, consiste en evitar a toda costa el conflicto, consiste en dirigir la ira del oponente a cosas que no tienen que ver con el tema, dar rodeos, halagar, reconocer la importancia del trabajo que el o ellos hacen, decirles lo importante que son para la sociedad y el sistema los trabajos que ejecutan; reconocerles el tiempo que invierten en la tarea sublime que realizan y en lo capacitados que estan para realizarla. Al realizar un reclamo no debe hacerse a la ligera, sino utilizando palabras que no perjudiquen o revelen el verdadero problema, es decir, emplee oxímorones, antonomasias, metonimias, dispersiones y en la enumeración de tal o tales problemas ofrezca una salida -Si nos acercamos demasiado a un animal peligroso, sin dejarle salida aparente, este no tendrá más opción que atacar- para que el oponente pueda escapar a los aparentes ataques o por si se siente amenazado. El lenguaje general de un buen diplomático es simple y comprensible, a menos que desee ocultar sus intenciones tras las palabras técnicas y esperar que las personas aludidas, en estado de choque, no recuerden o no sepan sus verdaderos significados. La diplomacia es un festín de lambonería, es una fiesta de sonrisas cómplices y chascarrillos ingenuos, es un festival de cumplidos y reconocimientos -en su mayoría falsos- en fin, la diplomacia es una rama de la hipocresía, pero, cuénteme si lo importante no es quedar bien y salir parado ¿A usted que debe importarle como quede su espíritu si su cuerpo salió ileso y su fama incrementó en diez? La diplomacia puede aprenderse leyendo horóscopos con sus frases Barnum que a todos funcionan y halagan: Tienes un problema. ¿Quién carajos no tiene problemas? y ¿Quién no quiere ser considerado en lástima por ello? Eres una persona madura y comprometida; No todos son tan especiales como tú; Es posible que sientas agotamiento; tu pareja te causa angustias; En el fondo eres una persona con mucho tesón; Lo que aprecio de ti es tu sinceridad, la energía que derrochas, tú confianza personal... En fin. ¿No caería usted a los pies de la persona que le asegure que usted es muy apuesto o bella? ¿No se arrodillaría a los pies de la persona que reconoce su tesón y habilidad para dirigir algo? ¿No respetaría a un hermano que se debate en sus mismas premisas y que tiene el deber de llamarle la atención y aún así, lo hace sin subrayar su potestad? ¿No morirías por quien sabe de tus debilidades y no las explota en su beneficio?
Diplomacia amigos, un método vil para un guerrero, apto para la vida pero no para el honor, es contrario a lo que pregono de decirle la madre a todo el que lo merezca -y todos lo merecen- de atacar al que me pisa, de gritar, de morder, de señalar, de acusar. Las personas que tienen el don de la diplomacia, son aquellos a los que mis padres me decían cuando los veían o cuando se iban: "eso si es tener don de gente".
Diplomacia amigos, un método vil para un guerrero, apto para la vida pero no para el honor, es contrario a lo que pregono de decirle la madre a todo el que lo merezca -y todos lo merecen- de atacar al que me pisa, de gritar, de morder, de señalar, de acusar. Las personas que tienen el don de la diplomacia, son aquellos a los que mis padres me decían cuando los veían o cuando se iban: "eso si es tener don de gente".
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