He querido zanjar la cuestión ortográfica por años, pero parece tema de mucha conversa y con tantos aportando en el sentido, sólo conocemos partidarios de tal o cual teoría pero, zanjemos la cuestión de una vez y para siempre. Si usted es un profesor o una persona que escribe como parte de su proceso de producción intelectual, es bueno que respete las normas acordadas por un puñado de letrados hijos de la gran, perdón, real academia y demos por sentada que la ortografía es cuestión estética y, de cierta manera, intelectual. ¿Cómo así que un excelente lector o escritor o profesor, no sabe cuando llevan tilde ciertas palabras? Es deprimente pensar que veo profesores escribiendo: "anoreccia" y "uvo" y pidiendo un "video vi" para dar una charla y hasta conjugando mal el verbo haber y el verbo satisfacer y... Pare de contar, pobrecitos los alumnos de estos, cabrá decir acá que cuando empecé en estas lides educativas, mis primeros alumnos dijeron: "acá nadie nos hace usar tildes porque eso no cambia nada" y de acuerdo he estado con ellos, dice de manera diferente bebé y bebe, pero al que nunca le han importado las tildes, lee el contexto, pero que un profesor no exija la ortografía, así sea de matemáticas, es porque no sabe usarlas no por simplificar tareas, que en la lectura se encuentra el secreto del entendimiento, pero una mala lectura, una frase que no capto, la pereza de usar un diccionario para revisar una palabra que no entiendo, y el mal ejemplo de algunos profesores que pasan su vida pegados a las pantallas del celular o del televisor para ver quien ganó el "yiro" o como van en los juegos de Olimpo o el partido de no sé que copa, -la pedagogía del ejemplo- o el programa del tal JMario -escribirlo así, es por manía de ir contra mis propias consignas- lleva a que los alumnos dupliquen tales improntas que no son las más sanas, en cuanto a educar se refiere, porque la educación, buena o mala, es educación. ¿Cómo no ha de estar feliz Jeffrey Dahmer o Teodhore Bundy o Campo Elias Delgado para que me entiendan, que sus hijos hubiesen aprendido sus mañas? La cosa es que la pereza mental nos hace decir cosas como "las mayúsculas no necesitan tilde" o "los nombres propios no tienen ortografía" y, si hay partidarios de tal o cual teoría, valga, deje de leer que la cosa no es con usted. Fíat. Si sigue le digo lo siguiente: Las mayúsculas no se tildaban porque las máquinas de escribir no traían tilde sino para las minúsculas, resultado de un pequeño engorre en la ubicación de la misma, que ya era un reto mecánico, una tecla que no avanzaba el carro y cuyo cran debía imprimirse por fuera de los otros. Consígase una vieja máquina de escribir y me entenderá, pero en la era digital, donde el dichoso problema queda resuelto, las mayúsculas llevan tilde y se pide se le coloque porque esa disculpita de escribir todo en letra capital por ignorancia de la escritura es de puro perezoso y vago, sin importar lo que diga la santa Real academia, cuyos aportes en el caso desconozco y me importan un adarve, AL ESCRIBIR EN MAYÚSCULA USO EL ACENTO, ORTOGRÁFICO O DIACRÍTICO SI ES NECESARIO. No me vuelvan a hablar de esa norma que, repito, quien no tilda las mayúsculas comete un error que no puede salvarse con una norma que invita a la pereza mental. Segunda parte, ¿Llevan o no ortografía los nombres? Pues, Sí y se lo tildo para darle fuerza, sí y sí de nuevo: Primero se deben escribir, por ser nombres propios con inicial capital, eso zanja por mucho el hecho de que lleven o no ortografía y, a favor de los ofendidos, el nombre se copia como está en la cédula, pero y ojo al pero, eso no le quita que exista un nombre correcto y un montón de tarugos equivocados: Una señora puso a su hija Leidy por lo que oyó de la noticias de la muerte de Lady Diana -la época de las ladies- o la puso Leidi o la puso Dayana o Mileydy o Myleidi, respétese la ortografía de la dama en cuestión y dúdese de su intelecto, pero la forma correcta del nombre es Lady que traduce dama y Diana -los políglotas leen daiana- Las demás formas son incorrectas, pero deben respetarse o quedarán excluidos los nombres José, Andrés, María, Ángela, a condición de llamarse Jose, Andres y Maria, cuya pronunciación no es la misma, incluso el Andrés sin tilde se pronuncia igual que Undress -dale al políglota- y el Ángel demuestra muy bien ambos casos, mayúscula, con acento y con nombre propio. Ahora si defendemos tan absurda teoría de no tener ortografía, aceptamos que un niño se llame Juan, Jhuan, Juhan o Juanh, estamos diciendo que los padres inventen cualquier cantidad de oprobios y algazaras. Sí existe una ortografía, que los padres y curas no respetan ni conocen -problema de no ser políglota- y por ello salen tantos aspavientos, para escribir el nombre pida la cédula o pida le deletreen porque hay unos insucesos en la nombración de seres queridos que da pena ajena y, no se preocupen que decir lo contrario, aquello de que un nombre no tiene ortografía, es pura pereza mental.
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