domingo, 8 de abril de 2018

Diplomacia

Hace unos días fue atacado por gas militar un ex espía ruso y su hija en una ciudad de Inglaterra. Los estados "libres" pusieron el grito en el cielo y se armó la debacle. Si alguien quiere saber el nombre del asaltado y lo que hacía, si le vendió o no secretos al reino unido, si trabajaba para el MI6, e incluso lo que es el MI6, (no faltó un periodista despistado que leyera M16), diríjase a alguna de las publicaciones de wikileaks. El caso que pretendo tomar no es en apoyo a Skripal, ni en defensa a los rusos, más bien es de reflexión para todos. ¿En serio, esos estados libres, tienen derecho a subir la voz de tal manera? Todos sabemos de los crímenes de guerra americanos y no deseo citar 1300 millones de muertes evitables por la increíble capacidad y virtud militar que tienen los "monos" de actuar como policía del mundo: Vietnam no fue una excursión sin consecuencias; Irak, teniendo o no armas de destrucción masiva era un estado soberano; El robo de Panamá no fue una perita en dulce; el secuestro de California a México fue una usurpación y robo y... Acá me toca quedarme donde me ponga a citar paso a paso las bondades del pueblo gringo y sus alianzas. ¿Alguien recuerda los 6 millones de indios que dejaron morir compinchados con sus colegas australianos por motivos estratégicos durante la segunda guerra mundial? o ¿Se olvidan del apartheid de Israel patrocinado por USA? ¿no recuerdan el silencio que se hizo cuando descaradamente Inglaterra tomó posesión de las Malvinas? -a la vista de cualquier persona las Malvinas no están en mar inglés, aunque claro, no se trata sólo de cercanía, pero lo que hay en el patio de mi vecino, debe ser de mi vecino- ¿y donde me deja esa otra colonia imperialista que es el imperio unido? ¿A cuantos no habrán mandado matar con intermediarios y sin ellos? Basémonos sólo en el último siglo y agarren un costal para los goles que Britania, no en valde, fue la patrocinadora gringa y entre ellos se han tapado todas las fecas de gato y de perro. ¿No se imaginan las ganas que le tenían al Ghandi, que fue nuestro Jorge Eliecer? -perdón por la confianza comparativa- ¿y no fue Godse nuestro Roa? pero los intríngulis detrás de tal caso no se han explorado al cien por cien. !Pobres los enemigos de Churchill¡ y hasta los amigos. Recuerden que en 1940 mandó destruir la flota naval francesa que era aliada, para evitar la igualación de tonelaje por parte de los alemanes, casi 2000 soldados murieron allí y aún están impunes.. Después de esta receta, vienen los amigos gringos y se indignan, pero no se apuren, la indignación es buena, yo no he perdonado a Rusia, supongo que si fue su Novichok y contra un delator para ellos, fueron poco pragmáticos borrando las huellas e ineptos porque, hasta donde sé, sigue vivo el infortunado, aunque con pocas probabilidades de sobrevivir, según los defensores de la verdad del imperio. No le hacen buena publicidad al país que albergó alguna vez al pragmático creador de Holmes y no lo necesitaron porque las huellas fueron piladas. Mejor dicho, los ineptos rusos dejaron todas las huellas para que supieran que fueron ellos y los exmilitantes del komitet gosudarstvennoy bezopasnosti, quedaron como unos chiquillos sin imaginación, porque con tantas armas que fabricó el soviet, no se les ocurrió sino usar la cuchara marcada que les regaló Stalin. Trumps, se regocija porque le dan la oportunidad de ocultar o poner una cortina a sus "delitos menores" y los "aliados" por no decir "los "lambones" se manifiestan con un claro apoyo a los "blanquirrojiazules" y con una seria amonestación a los "blanquiazulirojos" y "zas", expulsados sesenta rusos de gringolandia y "pum" 120 expulsados de la madre Rusia y "tan". Abierta una nueva etapa de la guerra fría, ¿a quien le conviene? Pues al imperio, al fabricante de armas, al que detenta el poder en nombre de la libertad y a los imbéciles que ululan "hurra" para que les toque una tajada al lado del que hace el "bullying". No creo que deba quedar impune un delito, pero quienes imponen castigos aún no han sido castigados por los suyos.

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