Definir al ser humano es muy fácil, pero ese evento, por así decirlo, es una responsabilidad poco usual. Yo puedo decir: Bello, lo más sagrado de la naturaleza, bendición de dios, espíritu libre, hijo de dios hecho a imagen y semejanza o también puedo usar, simio sin pelo como Morris o, peor cosa no podría ser como Whitman, incluso preponderarlo o pordebajearlo es una manía en aquel que se quiera mirar a sí mismo. Ayer un profesor me preguntó mi definición de ser humano y me quedé lelo ¿quién puede responder tal pregunta sin hacer un concienzudo análisis? o mejor, ¿Quién quiere meterse en esa camisa por obligación? Creyéndose la maravilla -y rey según algunos- de la creación, la imagen de dios, el ser con razón se instaura en la idea de que debe haber una dificultad en, simplemente, decir lo que es y ya: una especie animal más. Incluso tal profesor me planteó que llevaba 20 años escribiendo sobre lo que es el hombre para él y que aún no llegaba a algo concreto. No quiero decir que por eso sea un inepto, pero permítaseme echarle una mano. Desde la ciencia el ser humano no es más que una de las 8,7 millones de especies en boga del planeta y que por su misma capacidad craneana tiende a auto eliminarse pues acaba rápidamente con su entorno; qué se derivó de los mamíferos hace unos 47 millones de años de una rama de los primates cuadrúmanos y evolucionó en áfrica, con una separación definitiva hace unos 200000 años y que ha estado inmiscuyéndose en los asuntos naturales desde que se le ocurrió ser la especie mimada de la creación. Un taxónomo dirá: animal, chordata, mamífero, primate y homínido. Para un psicólogo (yo sigo usando psi por que me niego a enfundarme en la chaqueta de la RAE) un ser humano es una suma de problemas educativos, el hombre sin psique no lo es y esa psique alterada por el comportamiento y la educación en la niñez, es toda una carga pesada de traiciones, derrotas, manías, fobias, complejos, tradiciones, ansiedades, tribus, embelecos... Si le preguntamos a un matemático puede que nos responda que un ser humano es la medida de todas las cosas pues es quien connota y desarrolla el número, pero realmente los matemáticos no están interesados en el ser, así que sólo dirían un par de números al azar: 87 billones de células, dispuestas a una única función: vivir. Un químico sería más categórico: una bolsa de agua caliente y con patas ya que somos 80% agua, pero también podría decir que somos CHON (carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno) o, un compuesto orgánico que se cree la última coca cola del desierto. Yo escuché en mi juventud metalera que el ser humano es la oveja negra del universo y hasta podría agregar la visión Matrix de Smith: Los seres humanos son una plaga que actúan exactamente como una colonia de virus: llegan infectan, acaban con el paciente y se marchan a un nuevo huésped. La religión, pone al hombre al nivel del cordero y lo sacraliza como hijo de dios, lo dota de alma y lo reúne en torno a ella, complicándolo demasiado para que él mismo se sintetice en dos palabras. La filosofía y la metafísica también han ayudado a complicar al hombre con esas tonterías de creerlo, o más bien de instaurarlo en un modelo complejo, el materialismo dialéctico, el devenir histórico, la ontología, el ser, la nada... Pero ¿y mis elucubraciones respecto al ser humano? ¿qué puedo decir yo de esa bestia humana? sacralizar, apologetizar o flebilizar no es mi asunto: Yo despotrico y ataco, yo no vine a loar, vine a destruir. No existe nada siquiera parecido al ser humano más que el humano mismo, la bestia más sanguinaria que haya dado a luz la naturaleza no puede compararse con el sanguinarismo de la raza humana. El único animal que mata sin necesidad, acumula sin necesidad, cree sin necesidad y calumnia sin necesidad (ahí caigo yo). Somos la cosa más ridícula, ambigua y creyente que pueda darse en algo que queremos llamar civilización. Embobados por las religiones perdonamos al que nos da una cachetada y oramos por los que nos roban de frente en la cuenta de servicios, pedimos a gritos que la luz ilumine a nuestro guía que ya está calentado por cómodas cuentas bancarias en el extranjero y pedimos elecciones democráticas cuando se ha demostrado con creces que el nepotismo y la monarquía imperan. Buscamos bandos para no olvidar que en las más oscuras selvas paleolíticas, teníamos un grupo de apoyo llamado tribu y para ello nos vestimos, nos tatuamos, nos perforamos el cuerpo y usamos el lenguaje de la tribu para creernos fuera de contexto y sentirnos únicos donde somos un clon. La bestia humana empujada por unas creencias más que por evolución que ha superado los 7000 millones de seres en el planeta y que lo agobian con un capitalismo creciente y banal, porque ¿quién no quiere "la pintica" y ofrecer los hijos al deber del "trabajo" y a la "santidad" del hogar y la familia que perpetúa el sino? El ser humano es una especie orgullosa -por lo menos ella se lo cree- pero no deja de ser una especie y siguiendo leyes naturales, un día también será extinta y ese día, aunque ya mis átomos hayan sido desperdigados en miles de direcciones, cada uno de ellos podrá descansar en paz.
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