sábado, 30 de julio de 2022

Al fondo de la caja de Pandora

 Bah... La leyenda se la saben todos, pero yo se las vuelvo a contar de afán: que Zeus andaba muy incómodo por las pilatunas de los hijos del Titán Japeto. Uno le había robado el fuego, otro se acostó con alguna de sus amantes y el otro rebelde carga el mundo como venganza de ese dios totipotente contra esa raza de titánidas. Por todas esas, mascuyando venganza, le mandó a Epimeteo un regalo forjado por los dioses: una fémina, supongo que la hizo el chueco Vulcano y le ordenó a los demás dioses que le dieran "Todos los Dones" de donde viene su nombre sonoro con sabor a tuna universitaria. El tímido Japetiada la recibió y lo primero que hizo, después de, supongo yo, yacer con ella, fue hacer de Eva curiosa y le hizo abrir una cajita que ella traía donde andaban todos los males de la humanidad y desde eso se esparcieron por toda la tierrra, aunque cuenta la misma leyenda que muy en el fondo se quedó la esperanza. Dudo que esperanza la verde o la Esperanza de los Colombianos que sale diciendo !Eso Hijueputa! sino la esperanza que todos tienen de que algo suceda y de que les vaya bien y de que todo cambie y de que... en fin. Cada humanito guarda una esperanza secreta o gritada a todos los  vientos: este presidente si nos ayuda... este muchacho sale de las drogas... ese joven se salva de quedar inválido después del accidente... conseguiré trabajo... pagaré mis deudas... me irá bien en el examen... Esperanza es el nombre que la humanidad le da al deseo de que las cosas salgan como es mejor. Esperanza es un término simple que evoca lo positivo de determinada situación cuyos resultados se desconocen.  Todos hemos tenido esperanzas y le hacemos fuerza a que la cosa salga de la mejor manera posible. Pasado el nudo y el desenlace no siendo positivo, algunos se desconsuelan y entran en una etapa de Kübler Ross que pasa por las etapas de Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación, eso los más normales, porque la mayoría de la humanidad lo que hace es aceptar lo que haya sido con un: dios lo quiso así o así son los designios divinos o los caminos de dios son inexcrutables... pero la esperanza no se pierde hasta la muerte y ahí está el meollo del asunto con la bendita religión: hace ovejas. Quisiera decir que no hay esperanza y que es malo tenerla, pero la verdad es que sin esperanza la humanidad habría colgado a muchos dioses y habría acabado con muchos regímenes, habría empezado su acción contra el calentamiento global y se habría dado un tiro en la cabeza del desconsuelo. En fin, yo no buscaba un premio por decir lo obvio y hundir una daga en el pecho de los necesitados. ¿Saben cuál es el fin de el 98% de las esperanzas? Sí, quedan truncas y mancas, cojas y ciegas... Las esperanzas que se cumplen son las de menor cuantía y la resignación hace acopio de lo divino para inmortalizarlo o se vanagloria como mártir de la causa. ¿Qué podemos hacer sino tener esperanza? Violentar el destino, violentar la gracia divina. Someterse no es opción y darse golpes de pecho por lo que ocurra tampoco lo es. Ejecutaremos la acción del Khan que arrastra a la pitonisa para que le repita en la cara que no servirá para nada y poder escuchar de ella "nadie te resistirá hijo". Traeremos a Pandora y la haremos recoger su cajita musical y encerraremos en ella todos sus males para que los regrese a los dioses y si no esposible, les devolveremos esa perra ingrata que se llama esperanza para que sean ellos quienes esperen y desesperen de su desesperanza.

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