domingo, 21 de enero de 2024

La boleta de los 400.000

 Por esta semana anduve por ahí de fiesta en un a ciudad al suroriente de Medellín. Lejísimos. Me dice un chico que le parece muy costoso mi libro de 30.000 COP y yo lo que hice fue retraerme y decirle que si no le servía en 30.000 COP me lo dejara ahí que no me estorbaba. Me volví a la fortaleza porque estaba produciendo ─autónomamente claro está─ dos nuevas joyas de mi corona, que eso le importa a bien poca gente: copias del legendario "Canciones de Manicomio" y copias del menospreciado "Jimmy Jazz con la Casiorquesta". ¿Qué creen ustedes? 50 copias de cada uno. No me da para más con mi sueldo de profesor y me puse a recapitular el trabajo que me tomó, sólo para esos amigos que creen que se les está estafando con un precio tan bajo de 20.000 COP por disco. Quiero dejar los embates de la grabación de lado pero eso no impide el componer las canciones y aunque algunos así lo piensan, no las compuse mirando Plaza Sésamo ni les instalé los punteos y los coros con dos grabadoras de lujo. No poseo un estudio profesional ni de cerca. Lo hago con un mezclador simple, un programa y mucha paciencia. Les aseguro que hay que ensayar cada canción por más simple que les parezca la misma y el tiempo gastado pueden sumarlo en días y meses. Ahora, si les parece muy simple, tosco y ridículo, es facilísimo no seguir, no escuchar y no fastidiar. Son horas intensas de grabación, pero todo eso pueden leerlo en el libro "Nolens Volens" donde cuento algunas de esas peripecias. Para el Casiorquesta debí ensayar los cambios de acordes, los punteos, los tiempos, las entradas de redobles, los cambios y antes, elegir el acompañamiento donde me sonaba agradable y acomodar tiempos que nunca he manejado. Puedo asegurar que cada canción se grabó un mínimo de 10 veces sin contar que a veces ladraba un perro o cacareaba un gallo o tocaban a la puerta o mis vecinos ponían su desequilibrado regaetton. Ojo, se grabó, nada que decir de las veces que hubo que ensayarlas. ¿Sí? constrúyase un estudio o páguele a la Bruta Records o a Producciones el Pazguato y yo le digo cómo le van a dar por el orto sin vaselina: qué estás desafinado, que esa guitarra es muy mala, que la voz es opaca, que afine, que estudie, que no se oye, que la flauta dulce no es un instrumento, que la armónica tiene una lámina levantada, que se acabó la sesión, que pague otra... joden pero igual hay que pagarles. Deje ahí. Como hablamos de autogestión y no de que yo les pueda pagar a todos en el proceso y a causa de que ya los CD's no los compran sino coleccionistas, pero con el ánimo de complacer algunos de ellos, vamos a producir 50 copias de cada uno. Busque quien le quema barato y aprovéchese de dos o tres compañeros que tienen los contactos para que descarguen todo el contenido de un CD de una hora y cuarto en archivos con extensión WAV y te fabriquen un "label" para que impriman el mismo y quede con mejor presentación. Hasta ahí se han invertido casi 200.000 pesos colombianos y aún falta un jurgo. Lleve las artes, que no son de racamandaca porque las hizo un amigo sin mucha convicción pero por fin les puso la pestaña para poder formar la bolsita donde irá el compacto, pero primero encuentre quien se las haga bien hechas y sin darle en la cabeza. Al cabo de los cuartos conseguimos el impresor que cobra 120.000 por un trabajo aceptable, laminado y en un papel decente. Son tres viajes para ver como queda, cómo arreglamos y cómo cortamos. Al final te cobran 20.000 más por gastos imprevistos. Llegue a su taller improvisado y ármese de regla y bisturí porque el troquelado es muy caro y como no hay con que pagarlo toca hacerlo a mano. Cuando haya terminado corte lo que no se puede cortar a bisturí con unas tijeras afiladas y después doble por la línea y prense un rato de casi doce horas porque si no, no pega. Cómo el pegamento uno falló por el laminado, emplee silicona líquida y prense de nuevo con libros viejos que no poseemos una prensa de libros. Verifique el sonido de cada disco cuando lleguen y vaya empacando en cada uno y en bolsitas para que la presentación no desmejore. Ahora sí, llévelos a donde vaya a hacer una presentación para ver si alguien le dice que eso es capitalismo y que es muy caro. ¡Nunca en mi perra vida volveré a ver el dinero invertido en su totalidad! Ese dinero lo invertimos por gusto, por trabajo, para mostrar que se hace algo, para orgullo propio, nunca para ganar dinero que lo poco que se vende te lo regatean y lo poco que se guarda en los bolsillos se usa cómo viáticos en las presentaciones no pagas o para una botellita de ancestral y un paquete de calillitos. Ah eso sí ¿Quién va a regatear los libros de L.M. o de E. P? 35 Euros sin envío. Y, una pasta, si la consigue, unos 180.000 COP. Tranquilos que yo no le pagué a Camilo R. por grabar y mezclar y por aguantarme dos años en la preproducción, ni a Eccehomo por el diseño de la carátula, ni a David Audax por el diseño del álbum, ni a Neyger Z. por las pestañas, ni a Nelson O.D.I.O. por buscar quien imprimiera e hiciera la etiqueta y se encargara de hacer el negocio, ni tuve que comprar cuerdas e instrumentos. Yo mismo en estos dos años no me he alimentado, soy, como dijera mi madre, cuerpo glorioso. Si, ese trabajo está muy caro.

PS: Igual para un libro. ¿Se imaginan lo que debo quemarme yo que lo escribo, lo reviso, lo diagramo, le diseño carátula y lo pienso? ¿Imagínense la dura tarea de leerme a mí mismo por tres o cuatro veces en días distintos para corregir ortografía y forma? No puedo pagarle a un corrector de estilo ni a un diagramador y menos a una editorial de renombre. Aparte debo pagar la impresión porque la autogestión tiene una falencia, cuenta con los que apoyan, que son pocos y que refunfuñan tanto por el apoyo. Yo nunca he pedido apoyo. No me quejo, Me merezco el trabajo que me toque por proponer algo, me hago acreedor a la burla y al escarnio del que tiene otro ideal y yo fui quien me ofrecí en bandeja de plata, pero dejen la bobada de que mis libros o mis trabajos musicales son caros. No los compren o róbenselos que es lo que hacen muchos, incluso no me sigan, no me compren camisetas, gorras o stickers, que seguramente eso les parecerá barato que nunca lo he ofrecido. Yo le pongo mi trabajo gratis en la red, tanto en música como en escritura, el que quiera tenerlo en físico no se lo niego, pero tiene un costo y es un humilde costo como pueden ver o deducir de estas líneas, que realmente no estoy cobrando más que un valor nimio de lo que realmente valen.

PS 2: Mis trabajos musicales o escritos tienen un sello que reza PBP por Punk de Bajo Presupuesto. Definitivamente no puedo grabar con EMI, RCA o Virgin Records y menos con los mil estudios de garaje que se precian de saber mucho y cobrar aún más. Tampoco puedo conseguir Alfaguara, Oveja Negra o Seix Barral editores y debo conformarme con 20 copias piloto. Yo hago lo mío y lo difundo yo mismo tal cual me enseñaron los sabios anarquistas. No me salgan con que es demasiado caro, que yo no produzco en buques factoría ni cuento con el capital del estado.

PS 3: Se cumple para la boletería de concierto donde una banda extranjera puede cobrar entre 400.000 COP y tantos millones y la banda nacional es muy cara en 30.000 COP. Yo acepto aquello de que nadie es genio en su tierra, acepto que yo soy apátrida y no le reclamo a nadie nada por connacionalismo o camaradería, pero dejen de llenarse la boca con ese dizque "apoyo nacional" que tal cosa no existe.

PS 4: Terminé unas memorias USB con toda la música y hasta ellas recibieron escarnio. El comprador piensa que le cobro mucho por una memoria, se olvida que el contenido costó años de esfuerzo y producción y que la sola espera de quemado de la misma y las digitalizaciones son un sobrecosto elevadísimo. Cada trabajo me costó sangre, sudor y lágrimas y algunos esperan, como yo cuando estoy comprando los insumos para tener producto que ofrecer y que siempre me niegan, "una rebajita".

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