Santarrosanos o santarrosenses o yavaros o loretanos o chinerinos están en una zozobra por saber a quién pertenecen, a la poderosa colonia del norte o al ingenioso enclave del sur. Los dos países se debaten por la posesión y temen perder los 632 kilómetros que conforman la isla y sus 2500 habitantes. Una búsqueda rápida la ubica en Perú o por lo menos eso dice el dios Google con sus mapas, pero un tratado de 1928 la cede a Colombia, aunque en 1922 la isla no existía, que es una isla producto de la formación fluvial: bancos de arena, rocas y troncos acumulados que tras constantes inundaciones, bajadas y crecidas del río ha producido tal territorio que apenas se vuelve distrito en el año 1974. Los peruanos alegan que es parte de la isla de Chinería y la bautizan como Santa Rosa de Loreto y los colombianos por verla desde Leticia la asumen de su propiedad. Al preguntarle a sus habitantes, dicen una sabia verdad: "Aquí el gobierno colombiano no aporta nada y el peruano tampoco" pero dependiendo de su nacionalidad, defienden con fervor a cada una de sus patrias terrenas. A eso les han enseñado desde la infancia: "dios, patria y estado". Es verdad que un censo arrojó mayor cantidad de peruanos pero si la tierra pertenece a quien la ocupa colombia es venezolana por derecho. Iremos a la corte o elevaremos notas de protesta, sacaremos a relucir documentos o iremos a la guerra, presagiando que como ya le hemos ganado una escaramuza a Perú, con palos y piedras, tenemos las de ganar. La verdad esas son cosas que no me atañen, las aprovecho para decir algo, pero quien se quede con ese morro del río amazonas me tiene sin cuidado, aunque puede resultar que los lusos decidan interponer demanda y dejar a todos con las patas lavadas. Puede que no tengan la cantidad de gente, ni la infraestructura, ni el producto pero les recomiendo que se autoproclamen "República independiente del Amazonas" y esperen que en una crecida del río no se vaya todo al carajo, pero por lo menos se irán con la frente en alto sin mendigar migajas de países mecenas que no tienen para ello. ¿Por que ambos países hacen tal reclamo? ¿Es la isla un centro de productividad y desarrollo como para entrar en conflicto por tal? No, la isla es una comunidad pesquera. Apenas veo algún tipo de patriotismo palurdo o una manera de desviar la atención y la tensión sobre otras cosas. A cuentas ¿Qué perdimos los colombianos pobres cuando se perdió la franja de mar con Nicaragua? ¿Qué lloramos ahora de la separación de Panamá? ¿Nos hace falta decir que Los Monjes son colombianos? Nada mijos, esa pataleta de pertenencia es apenas como cuando cambiamos el triciclo por una bicicleta pero no queremos que nos toquen el triciclo aunque no hagamos nada por él y lo veamos desaparecer en el óxido y la mugre. Igual pasa con estos territorios: "Son nuestros" pero no les aportamos salud, seguridad o comodidades, es decir son nuestros de palabra y arréglense como puedan. Al isleño promedio ni le interesa quien se vanagloria de ser su propietario, su amo o su lugarteniente. Repetiré por enésima vez: "la tierra no es del hombre, muerta la tierra muerto el hombre".
PS: Obvio mis desalumbrados que Colombia no irá a la guerra por ello, apenas son escaramuzas tontas que no van a ninguna parte. Seguramente cada uno exhibirá sus papeles d epropiedad y dejarán que una corte internacional decida a quien le toca contar los habitantes de la isla como resta a su tasa de empleo y aumento de desplazados.