El punk está viejo y decadente, algunos pretenden salvarlo, pero ya es hora de que la humanidad se busque un suplente que lo reemplace como titular. -Ja titular- El rock ha muerto y a la mejor murió desde que nació y sólo unos idealistas hemos logrado hacerlo pasar al siglo XXI y aún rendirle culto. El rock no existe y no existió jamás, todo ha sido una ilusión. Gusanos no tumban regímenes, la música de las minorías no transgrede la escena, sólo es adoptada por el monopolio y suplantada por él, limitada, normatizada y reglamentada es exhibida por el vérdugo, quien después de decapitarla la exhibe al pie mismo del cadalso donde la guillotina culminó su obra magna, cortar la garganta del rock de los idealistas, porque el otro rock, el rock de consumo fue el que se quedó instaurado en el puesto que le fue concedido por nepotismo. Y Nepote fue el rock que llegó a las puertas del consumo y se justificó con las heridas de los demás. "Vivo de él" dicen unos. Vivir del rock es engañar al rebaño, pero al rebaño no le importa, tienden su cuello tan fácilmente a un pastor como a otro, ígnaros de que todos los que les acarician la cerviz en cuanto la doblan, sólo aspiran cortar las gargantas que la misma cerviz cubre. El punk ha muerto, no existe el "vive punk muere punk" Naciste punk muere reguetonero o salsero. El idealismo no da comida ni hogar. Una tendencia musical no es una tendencia de vida, es una manera de asirse al rebaño para que aquel no te juzgue fuera de su círculo y termine aislándote. No aceptamos una cebra sin rayas ni una mula con ellas. Las rarezas humanas se vapulean por los bordes del rebaño esperando ser aceptados antes de ser vistos y expulsados porque lo verdaderamente valioso no es la unidad sino la multiplicidad. El uno es nada frente al concepto de multitud, la multitud avasalla y expulsa al uno en pro de la masividad. El uno está contra el todo y eso le hace no apto para la manada que sólo acepta al que se rinde a ella y camina en su dirección. Ay de la individualidad humana, no existe. Alguien puede hacer alusión a su independencia, pero es una ilusión que hacemos los humanos colectivos para sentirnos alfa de las manadas que profesamos y de la que, de una u otra manera hacemos parte. Cuando se escribe sobre ello, se hace gala de la dignidad y de la grandilocuencia, no de la verdad. Acercaos al rebaño, odioso rebaño que espera para uniformarte y darte su palabra de orden: la unidad nunca!!
El rock ha muerto; las grandes disqueras venden imágenes y ropa y voces y parafernalias, no venden ideas. El pequeño burgués imita al gran monstruo construyendo sitios donde se uniforma al rock y el rockero puede enterarse de lo que pasa, de las bandas nuevas, las de moda y las de collar blanco y allí mismo se estafa al ciudadano creyente que viene a convertirse a la religión del rock con una aditamento de tal o cual grupo y con un CD o DVD escasísimo de costo altísimo pero infaltable para el nuevo adepto que, borrego y tarambana paga lo que dicta el mediano burgués capitalista que "vive del rock". De eso viven en el paseo de la playa, de eso viven en el centro comercial omni 18, de eso vivían en la avenida la playa, de eso en la antigua 19 en Bogotá. "Vea la camiseta de "la Fuerza" y un K7 de "deseos prohibidos" compre acá sus boletas para el festival anual "Rock al vacío" Lleve las botas que usa "Mr Kth urro"; tatúese acá, sea único, perfórese así, no siga a nadie..." Y el rock fue sepultado y cierro con las palabras de Jimmy Jazz, que en sus borracheras suele alcanzar el extásis para gritar cosas de idealistas: Si el rock no es libre, No es rock; Si no se rebela, No es rock; Si le canta a la iglesia, No es rock; Si sale en un comercial, No es rock. Triste decirle esto señor Jazz, pero el rock que usted cree no serlo, es el actual rock.
El rock ha muerto; las grandes disqueras venden imágenes y ropa y voces y parafernalias, no venden ideas. El pequeño burgués imita al gran monstruo construyendo sitios donde se uniforma al rock y el rockero puede enterarse de lo que pasa, de las bandas nuevas, las de moda y las de collar blanco y allí mismo se estafa al ciudadano creyente que viene a convertirse a la religión del rock con una aditamento de tal o cual grupo y con un CD o DVD escasísimo de costo altísimo pero infaltable para el nuevo adepto que, borrego y tarambana paga lo que dicta el mediano burgués capitalista que "vive del rock". De eso viven en el paseo de la playa, de eso viven en el centro comercial omni 18, de eso vivían en la avenida la playa, de eso en la antigua 19 en Bogotá. "Vea la camiseta de "la Fuerza" y un K7 de "deseos prohibidos" compre acá sus boletas para el festival anual "Rock al vacío" Lleve las botas que usa "Mr Kth urro"; tatúese acá, sea único, perfórese así, no siga a nadie..." Y el rock fue sepultado y cierro con las palabras de Jimmy Jazz, que en sus borracheras suele alcanzar el extásis para gritar cosas de idealistas: Si el rock no es libre, No es rock; Si no se rebela, No es rock; Si le canta a la iglesia, No es rock; Si sale en un comercial, No es rock. Triste decirle esto señor Jazz, pero el rock que usted cree no serlo, es el actual rock.
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