Fue leyendo a Savater -mea culpa, seguro yo que es uno de esos libros de superación personal que tanto odio- que me encontré con el dilema del autor sobre el manual de un ser humano. Bueno, él plantea que todo tiene un fin, pero que al ser humano no le pusieron uno y a eso me voy a referir en las siguientes líneas rusticas. Los grandes problemas de la filosofía humana siempre van en ese sentido: ¿Quienes somos? ¿A dónde vamos? ¿Cuál es nuestro propósito? y tener que ser yo el que ponga de patitas en la calle a don Fernando y a otros muchos filósofos, si es como de quinta, pero que le vamos a hacer, si así es la vida. el asunto no es que vaya yo a resolver esos conflictos ancestrales que ya de por sí son bien machacados y cada uno de esos filósofos alienta la persecución de tal o cual senda que no lleva a ninguna parte. Si lo que quiere es creer esas patrañas, ahí lo dejo con la filosofía del encanto. Lea y acompléjese. Si quiere la versión sencilla, tenga: No tenemos un fin, ese es un invento de la necesidad de transponer el umbral de la muerte y adjudicado por la absurda creencia de que somos el fruto de algún dios experimentador y de la necesidad de autopensarnos como seres trascendentes "¿Cómo voy a morir yo que soy hijo de dios?" "tiene que haber algo más después de la muerte" Y no, No hay nada detrás de la muerte, el "no ser" y la ausencia de "yo". La muerte de un animal es exactamente la misma para todo animal y somos animales o ¿cree usted en el cielo de los perros? ¿en el de los gatos? ¿en el de los elefantes? Complejo ¿no cree? Si ellos tienen cielos, los humanos -raza animal- no necesitamos rezar, porque nunca vemos a un animal rezando y aún así tienen cielo o, aceptemos que no tienen cielo y por tanto, los humanos tampoco, ergo, su rezo y miedos se pierden en el universo. El ser humano es una insignificancia universal, la tierra es una pelotilla de huevo al lado del sol de nuestro sistema solar que es una insignificancia al lado de Canis Majoris o W Cephei y éstas al lado de la inmensidad de la galaxia Vía Láctea y éstas a su vez de otras galaxias y de la inmensidad del espacio, que es nada al lado de los infinitos multiversos... La muerte de un ser humano no conmueve al universo, es más, la desaparición del planeta tierra entero, del sistema solar entero o de la mismísima galaxia entera, no conmoverá en un ápice al universo y eso es porque no tenemos una misión en el universo, ni la de conquistarla, ni la de explorarlo, ni la de ser salvadores de nada o de nadie, por eso no hay manual, porque los seres humanos sólo somos una especie más en este planeta y como tal susceptible de extinción. Los manuales éticos y estéticos, las reglas morales y las religiones, fueron inventadas para tratar de dar un cierto orden a las cosas y para obtener control sobre ellas. Los manuales los hacen quienes controlan o quienes desean un determinado camino para sus ovejas: Nada mejor que tener las ovejas en el redil a la hora de esquilarlas. El manual dice que hay que vestirse y la estética indica como y todos se visten porque está en el manual y, ¿Si no se viste y sale a la calle a mocho "voliao"? Lo tachan de loco y lo encierran; el manual de los hombres es un indicativo de la guía, pero eso de ser bueno o malo es un subjetivismo basado en la existencia en comunidad, no puede ser bueno quien mata a su prójimo, porque yo puedo ser el próximo prójimo y por eso se condena en el manual. Un león mata a los descendientes del león que acaba de vencer para erigirse en amo de la manada, eso no es salvajismo, a menos que un ente racional lo defina como tal. Ahora, el manual si existe, pero hecho por los hombres y para los hombres: cumpla la norma, la ley, sea tarugo, déjese esclavizar y crea en el otro mundo mientras los que hacen la norma y las leyes disfrutan salvajemente del producto de la idiotez conseguida. Olvídese de que nació para algo especial, usted y yo somos humanos y como humanos habremos de desaparecer de la faz de la tierra antes de que ella misma y sus planetas cercanos sean engullidos por el calor abrazador de una gigante roja y poco antes de que toda la gravitación del sistema solar colapse por múltiples choques celestes o antes de ser engullido por un agujero negro de tamaños celestiales. Punto, somos una especie animal con ciertas cualidades de escritura, habla y pensamiento, pero nada especiales si nos fijamos bien, no tenemos un propósito en el universo más que el propósito de cualquier animal que consiste en tratar de subsistir y pasar a la siguiente generación e irremediablemente nos dirigimos a la muerte, desde el momento mismo de nacer. Se me puede discutir que yo no me he muerto y por tanto no sé que pasa al "otro lado" pero lo mismo me pasa con los "vivos" que alegan lo contrario. Deje de creerse un ser superior o una especie con más caletre que las demás y el fin que le ve a cada animal por fin podrá sentirlo como su propio fin y no andará con tantas pretensiones de querer saber quien es o para que nació o cual es su propósito.
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