lunes, 30 de septiembre de 2019

Un mundo claro

Hay una propaganda de Claro donde aparece un tipo con cara de sádico pervertido y con una visible hipercromía idiopática del anillo orbitario y que dice como un zombie: "me pasé así toda la noche" o "se me fue el tiempo". Doña Patricia le dice: "cómo" y él asegura y augura que lo mismo le va a pasar a todos los clientes de la afamada compañía. El diseñador y guionista de la propaganda debe ser un imbécil o un genio. Presenta un zombie como señal de la marca y les dice a todos que es el ideal a seguir, ver "contenido" toda la noche y no madrugar a estudiar o a trabajar como la inmensa mayoría: "sea un pashá y permanezca aletargado frente a su móvil o dispositivo en red" "vúelvase un bobo" es lo que ofrece la compañía y los usuarios promedio de la marca ni se inmutan porque precisamente eso es lo que hace Doña Patricia, conseguir más prebendas para los clientes fijos habituales, con la incongruencia de la primera propaganda en la que sólo se ofrecía "más" sin especificar nada, luego dirían "más entretenimiento" "más navegación" "más beneficios" y últimamente anuncian "más alcance" y Doña Patricia feliz y he de imaginar que todos los usuarios y los que se pasan diariamente al mejor servicio telefónico jamás entregado. El anuncio es claro hasta el final, compre estos tangibles que le generan un costo y nosotros le damos estos intangibles sin generar costo. El zombie corrobora que hay "más navegación" pues no se le corta la película o el corto porno y puede permanecer así toda la noche obteniendo "más entretenimiento" y "más beneficios" y además puede estar más atento de sus redes porque la señal entra al baño y a la cocina. Hermoso disfrutar de "Casa blanca" mientras deposita sus heces fecales o no parar de ver "The 100" mientras disfruta de unas papas fritas y un enlatado al almuerzo o cocinar sin perder un solo movimiento de "The Kardashians"  y mientras recibe toda notificación y no se pierde nada del contenido. Todo es tan claro en estas compañías que te ofrecen la oportunidad de ser más idiota cada día y es tan lógico que nadie las ponga en tela de juicio. Miento, cada día me toca escuchar al que paga el plan lo alargado que se fueron, los minutos que le cobraron de más o los megas que no le entregaron, los problemas en los centros de atención y las estafas de los "call center" si bien no hay mas que impersonalidad y un sistema bien poco amigable en las páginas de red, con el usuario y que está lleno de publicidad, inexactitudes y ventanas emergentes; aún así estas compañías no dejan de percibir usuarios ávidos de "más" y si alguien está muy enojado le mandan a Doña Patricia para que vea usted que al cliente habitual si se le presta atención. Yo quisiera invitarlos a la moderación pero me vale tres cuartos de maravedí lo que hagan o dejen de hacer, hasta donde yo sé, tratamos de gobernarnos a nosotros mismos y por ello nos hacemos apáticos a quienes tratan de gobernarnos. Yo me conformo con informar mi maldita humilde opinión, mi aviso de manipulación, mi advertencia de que hace rato les vieron la cara porque fueron bien claros con el mensaje: "quédese con nosotros que nosotros lo dejamos más idiota de lo que ya es".


PS: Me vanaglorio de jamás haber caído en el truco de los postpagos, aunque no es un mundo mejor el de los prepagos y si por mi fuese no tendría ni teléfono, pero en este mundo de conexiones, no ser localizable resulta deshonroso o por lo menos fatídico. Ahora bien, quienes pueden localizarme son sólo dos o tres personas, los demás les toca dar un rodeo para llegar a mí. Cambio mi número cada que puedo porque uno de los grandes amarres es el de usar un número ─traiga su número que se lo recibimos─ y para eso ya tengo mi cédula. Yo compro una recarga y la pongo en mi dumbcell hasta que se agota ─juro que me dura algo más de dos meses y me ponen un mensaje a decirme que mi saldo de 8958 pesos se volverá activar cuando recargue─ y no me preocupo de redes o wifi's y no me avengo a firmar un plan aunque en la recarga me advierten que "hay un antiplan para ti".

PS 2: No es curioso que te llamen a venderte planes y beneficios especiales y antiplanes, igual pasa con la televisión por cable,  televisión en streaming, internet fijo, tarjetas de crédito... todas son pequeñas cadenas que reprimen cada vez más la escasa libertad con que contamos: somos libres de elegir el canal que vemos en vez de destruir la tv. Somos libres de elegir nuestro operador en vez de acabar con los operadores; somos libres de elegir a un candidato; somos libres...

domingo, 29 de septiembre de 2019

Pataditas de ahogado

¿Qué noticia es tan importante como para impactarme o provocarme a hacer algo con ella y subirla al blog? Me encantaría saberlo, es como algo que me pica en alguna parte y debo rascarlo. Yo sé que pasaré por este mundo sin más que lo simple de: nació en tal parte y murió en tal otra (eso si alguien se digna recordarlo que a mí ni falta me hace) y se debe a una cierta incapacidad de arrastrarme: por ejemplo, mis libros debería haberlos puesto a concursar una y mil veces o buscar editores más confiables y arriesgados ─puedo ser un escritor desconocido, pero no mediocre, sólo escribo lo que a mi me da la gana y en la forma en que lo concibo, nunca escribo para halagar o por que tal o cual postura con tal o cual político o religión me dará más compradores─ para engañar a más gente e impulsarlos a comprar mis títulos. Con la música ha ocurrido igual, jamás he tratado de vender la idea poderosa de la rebeldía a una casa disquera, ni de buscar amigos en la radio a quienes darles una copia de mis grabaciones con una subvención bajo la carátula para que la pongan en horario triple A, ni hago publicidad o me encargo de tales barahúndas; ni siquiera me he arrastrado ante un productor de películas para que tome mis canciones como banda sonora. No compro correos para invadirlos con spam de mis videos , no uso redes y me aterra la manipulación que con ellas se puede lograr. La chispa que enciende el motor de escritura puede ser cualquiera, pero esa chispa requiere, en general, que haya consenso a favor para yo poder tomar el camino del salmón. Notarán que yo no escribo para halagar, mi bandera de combate es el líbelo, la diatriba y el apóstrofe; mi ideal va contra el ideal popular y mi ética no está dictada por los cánones de la industria: Lo malo es malo aunque lo pinten y la verdad, aunque oculta y detrás de babambalinas, es la verdad. Soy amante de la verdad incómoda. Nadie quiere oír que mi fe en las panaceas no existe o que no apoyo la idea de Lucy de un uso cerebral de 2%. No faltará quien crea que al usar "todo" el cerebro dominaremos la física o cambiaremos de apariencia a voluntad. Nadie quiere escuchar mi teoría sobre el amor o sobre la evolución en la que, sin carne, no hay avance cerebral posible. Así pues, una noticia como la muerte del dictador Muamar Al Gadafi o el escándalo Trump ─99% de ellos─ o los tiroteos en Ohio y las Vegas y mil acontecimientos mundiales, escapan a mi control porque no tienen la chispa y la mezcla de combustible adecuada para crear una explosión en mi cabeza. Fue buen muerto ese Gadafi y Trump escapará de los escándalos como lo ha hecho siempre y a lo mejor los asesinos tienen una razón para su locura... Esta semana Maduro fue condenado por otras tantas cortes y Guaidó ratificado por las mismas, se acusó de ayuda a la guerrilla en Venezuela, violaron a mil niñas que iban a la escuela, apresaron alcaldes por enriquecimiento ilícito y se acomodaron los nuevos puestos de votación para elegir alcalde y  los Grammys vetaron un género musical y los vetados pusieron el grito en el cielo. Esas farsas para mí no son noticia, no me veo representado en uno ni en otro y pensaría que si convierten esa cochinada de género en mártir, hacen menos que dándoles sus premios, que tampoco me representan. La cotidianidad sin impulso no me sirve de nada y no espero seguir repitiendo lo mismo sobre los mismos, ni darle importancia a lo que no lo tiene. Ya había dicho que todo organismo que premia: PCA, Óscar, Globo, Emmys, Nobel, TV y Novelas, India Catalina... no son más que un cúmulo de sus propias facciones para darse importancia y garantizar el orden hegemónico de sus propias patrañas. En fin, en cuanto a lo que me impulsa a escribir debe ser más incendiario, mi opinión es menos pulcra con cualquiera de las anteriores noticias y, aunque no soy partidario del insulto vulgar, creo que lo único que se merecen todas las últimas noticias y los mismos vetados es un grammy latino y de barrio periférico, así que ahí se los dejo: !grammyjueputas¡

PS: Ya sabemos que la verdad y la mentira son caras de la misma moneda. Mi lucha va más contra la imbecilidad y el criterio que llaman público. Por decir un par de ellas, vemos a los que dan mucha importancia a los extraterrestres y los mantienen en la boca; yo afirmo que no hay, no han venido y no van a venir. Está dentro de las posibilidades que existan, pero no tenemos más pruebas que mil millones de borregos creyentes.

PS 2: Equivale a que haya unos premios GP a la música, o que la academia de las artes y de las ciencias Punkies y Cerebro otorgue estatuillas a la mejor canción punk, a la mejor banda sonora punk, al grupo punk revelación, a la mejor canción de punk extranjero... y hay de la banda que no llene nuestras cuentas bancarias.

viernes, 27 de septiembre de 2019

El libre desarrollo de la personalidad

Si nos apegamos a la ley y al congreso y a la santísima trinidad, al señor caído y a la virgen de los conductores, no tendremos una razón para exigir independencia y libertad, que todas esas creencias vician nuestro entendimiento... Al gobierno y a los legisladores se les ocurre mil patrañas para subir al poder y para obtener ganancias netas de un negocio que no existe. El impuesto es legal, no lo dudo, en un mundo organizado cobrar por organizarlo y dirigirlo no está mal, el problema es cuando el cobro es exagerado o plantea cosas estúpidas sin razón de ser o con razón mal explicada y entendida y con el único fin de llenar arcas propias y no colectivas. Tantas son mis peleas contra el estado que reconoce mis derechos en el papel pero jamás en la realidad que no puedo dejar de pensar en ellas y aún así me toca asumirlas porque en el estado vivo... cuanto diera por mi fortaleza de la soledad aislada, no sólo de los hombres, sino de sus leyes, preceptos y normas y de los deberes que me llevan a cancelar, no sólo los importes de servicios que no deseo, sino también aquellos que por constitución y apego a la ley debo cumplir: pago impuesto predial, pago el cuatro por mil aunque la guerra que lo suscitó jamás fue, o peor, jamás terminó; el famoso invento del vivo de Amagá que ya murió, sigue causando estragos y millonarios en paraísos fiscales; lo pago sin chistar porque está al orden del día y sumado al producto que encarece. Con seguridad que pago el impuesto al consumo reflejado en los licores y en los cigarrillos que, sin darme cuenta, llevo a casa para solazarme y claro, cualesquier impuesto, impuesto al comerciante, terminará en redundancia mía que ando en lo más bajo de la cadena trófica de los impuestos. Aparte un gobierno genera otras ganancias con el impuesto a las bolsas, la exigencia de un pase y de unos documentos que garanticen la estabilidad del vehículo y su mantenimiento o la correcta disposición de los heridos en caso de un accidente. Lo gracioso es que se genere industria exigiendo las letras en el casco ─o un nuevo casco certificado─ o el chaleco y cobrando millonarias multas que no se sabe a donde paran. La cámara accidental es un abuso, pero a nadie le importa porque es diferida. EPM cobra derechos de aseo, de cable eléctrico, de tubería, de alumbrado público y alumbrado navideño por aparte; los genios le llaman tasa, pero eso es un impuesto disfrazado y mensual, ocupe usted o no la vivienda a la que se le cobra. ¿Ha pagado el cable alguna vez o la factura del teléfono? esos son impuestos disfrazados. Si tiene internet, pero no tiene tv en streaming es otro impuesto y si tiene celular pero no datos ni plan, no hace mucho, que hoy, el avance y la tecnología y los medios de negocios te exigen tener cuentas y redes sociales y estar a la vanguardia de la conexión. ¿Ha visto de casuliadad la colilla de pago? Los aportes a salud y pensión son unos impuestos disfrazados que pagamos sin alboroto porque pensamos en cobrarlo algún día. Quisiera uno creer en la ingenuidad de los políticos, pero no existe tal. Cuando dicen día sin carro, saben cuantas personas lo olvidarán y cuantos miles de millones ingresarán a las arcas para ser abducidos de allí sin control. Cuando imponen un comparendo ambiental saben quien gana; cuando aplican un parte saben cuanto se embolsillan y están seguros que la inversión de la cámara de multas será librada mil millones de veces, aunque quede en reserva de sumario lo inflada que llegó al país después de pagar "aranceles" de transporte y de puertos y de manos que intervinieron en su compra. Yo redundo en pro de mi musculatura mental, pero ─y no quiero dar ideas al gobierno, aunque ellos parecen idiotas, pero en absoluto lo son─ porque no pensar, similarmente como el congreso en estos días, donde doblegó el consumo de sustancias alcohólicas y alucinógenas en parques y sitios públicos en pro y con el beneplácito del desarrollo de la libre personalidad. ¿Ir en un vehículo sin placa, ebrio, sin SOAT ni técnico mécanico, sin patente de conducir y sin patente de propiedad del vehículo no es también desarrollo de la libre personalidad? Si voy en moto sin casco o chaleco, mala de frenos y llantas y con un escape de aceite y gasolina ¿la vida que arriesgo no es la mía de la cual soy dueño absoluto? Si compro licor adulterado, de contrabando o tomo Tapetusa, Biche o Candela y fumo Parliament, Derby o Boston ¿No es por casualidad mi salud la que resiento? Si decido golpear a mi amante pasarme de límites con una adolescente ¿no es acaso mi moral y mi ética las que están en riesgo de ser reprobables? Cuando perforo mi cuerpo con tornillos, me corto la piel y me tiño el cabello de azul o verde y visto la extravagancia de la moda ¿No estoy haciendo uso de mi santa voluntad? Si decido crear mi estado mayor y mi bar de mala muerte y hasta mi casa de lenocinio en el recinto que lleva mi título de propietario ¿no hago acaso un desarrollo progresivo de mis ventajas y de la personalidad de la cual tanto hemos hablado? Creo pues que sobra toda autoridad que me corrija hacía sus normas, que me acepte o me dé el visto bueno y, cualesquier patraña que se inventen, la desprecio porque yo soy mi propio dios y guía, yo soy mi propio modelo, mi ética y mi razón, soy la medida de la lógica y de la voluntad, Kant no puede decirme nada nuevo, Sartre no puede deprimirme, Tolstoi no puede comprarme, Nietzsche no es mi ídolo, Bakunin no dicta mis quehaceres... ego sum qui sum.

PS: Los esbirros de Pablo, los insípidos narcopillos de barrio y los protectores autonombrados conocen muy bien el concepto de impuesto, ellos cobran "vigilancia" en los barrios y así se les llena la boca al tocar en las puertas: "Vigilancia". Ay de aquel que voluntariamente no pague porque no lo pueden proteger y pobrecito si hace denuncias inútiles que nadie va a escuchar. ¿Alguien ha hecho la cuenta de lo que reciben estas bellezas por tal concepto? Total es una excelente emulación de negocios, sin trámites y sin desfalcos porque no hay papeles de nada. ¿A quien puedo acusar de malversación de fondos si no existen tales fondos ni tales pagos?

PS 2: Comprendo sin diferir que existen normas y que una buena lógica me impediría arriesgar la vida de un peatón o de un pasajero por tener un vehículo en malas condiciones y que ante la inexistencia de seres con lógica se imponen las sanciones o que, pensándonos idiotas, nos tratan como niños y nos cobran por ello.

PS 3: Converge acá el problema del pensamiento y de la sociedad "civilizada". No se preocupen, guardo para mí el precepto mayor de todo esquema de convivencia, dictado acaso por esa absurda escuela del anarquismo que crea preceptos: "Mi libertad termina donde empieza la libertad del otro".

PS 4: Es elegante mi final pero no debo alargarlo, pero se me ocurren otros: Carreño no puede decirme nada sobre normas de comportamiento, Gaspar de Astete no entra en mi lógica cristiana aunque acepto que otro tenga ideas religiosas, Dawkins nada puede enseñarme de egoísmo animal, Harari no es mi ideólogo de cabecera, uso mi propio seso e investigo mis ideas tratando de no ser influenciado por el otro...


viernes, 20 de septiembre de 2019

El tan mentado mundo natural

Solemos escuchar lo bello y natural del mundo y del ser humano, creemos que la naturaleza nos empuja hacia ciertos parámetros dictados por la evolución y no cesa de escucharse el clamor de coros alabando y llevando a un pedestal a lo natural y a la naturaleza, pero esta semana viendo un documental sobre biología me replantee tal "naturaleza" y me atrevo a blasfemar sobre lo impostado de lo natural y sobre la mentira de la naturaleza. ¿qué hay que sea realmente natural en esta perra vida? Aún queda algo de verde en el mundo, pero ¿qué tan natural es ese verde? La ciudad tan natural apesta a edificios llenos de feos apartamentos de concreto, repletos de la especie menos natural de todas: la humana. Oh si, ¿qué es lo natural del hombre? ¿Su resistencia a las enfermedades conseguida con vacunas de laboratorio? ¿Su ropa sintética sin la cual no podría soportar el clima? ¿Su maquillaje de colores artificiales? ¿Su comida fabricada en un laboratorio de clonación? Y si miramos las calles pavimentadas tan naturales repletas de naturales animales de dos y cuatro y hasta más ruedas, sus miles de carteles invitándole a consumir tal y cual producto y a votar por tal y cual líder que no entra en lides de fuerza e inteligencia para ser el macho alfa sino que usa el engaño, más "natural" y acorde con su entorno; los cientos de señales que indican el camino y las calles y el coto de caza —carnicería— y los lugares de recolección ─panadería, revueltería...─ que no dan espacio al instinto y la capacidad de rastreo verdaderamente naturales. Si, la naturaleza al orden del día representada en nuestros teléfonos inteligentes, espejos, equipos de sonido y electrodomésticos, nuestros pisos de cerámica que crece en los árboles y nuestros muebles de plástico, nuestros sistemas de entretenimiento y nuestros aires acondicionados; nuestras cocinas repletas de teflón y acero inoxidable, de caucho y madera prensada. Si, qué viva el mundo natural. Los verdes campos están llenos de papa, fríjol y maíz genéticamente modificados y por obra y gracia ─y derechos debidamente registrados en Colombia y el mundo─ de Monsanto, quien también es dueño de los derechos de los pesticidas y abonos, los cuales dudo que sean "naturales". Hasta el bosque de pinos tiene un componente genético que le depara una mejor producción de madera. Las ardillas y gallinetas no notarán la diferencia, pero están en un zoológico artificial y ellas mismas no buscan su comida en las bellotas y castañas sino que esperan impacientes los focos de desechos abandonados cada semana en sus casas o en cualesquier parte de sus inmensas extensiones naturales. No existe un lugar en el planeta donde el plástico y los desechos humanos no hayan dejado su huella o hayan viajado con las corrientes ─me acojo a una afirmación de Bear Grills─ y resulta peligroso confundir lo natural con lo corriente. Lo corriente es ver los caminos veredales llenos de botellas PET y plástico envoltorio de papitas fritas, bolis y confites varios, sino de vidrios de botellas y costales de fibra de nylon, pero eso no es naturaleza y ni por pienso es natural el entramado de cables que llevan el fluido eléctrico, las cañerías que no puedes ver pero que están ahí, bajo el suelo, descargando toallas higiénicas y pañales desechables en los vertederos oficiales; la red de gas, el agua que tanto aprecias viaja por conductos lejanos de lo natural y nos inunda la vista o la imaginación. Seguro el carbón en las chimeneas es natural y las nubes decantando ácido y hollín y el exceso de toneladas de dióxido de carbono que exhalan esos animales de patas de ruedas. Mira en tus bolsillos lo que tienes de natural, fíjate que cargas en tus manos que sea natural, piensa en tus ropas y vestidos que tan naturales son ¿en qué posesiones piensas que sean naturales? ¿tu cara es natural o está llena de tintes y afeites? ¿tú cabello no es el producto de los menjujes, el champú y el acondicionador y horas de secador y planchas? ¿acaso los implantes estéticos son naturales? hasta donde yo sé son bultos de silicona o ¿acaso usas fajas y nalgas de espuma para cautivar? ─si, la espuma no es natural─ y acaso ¿sigues dietas estrictas como lo hacían nuestros cazadores recolectores y comes fibra con HMB, PCT y ACM con multivitamínicos de la A la zinc? ¿tu hablar es natural o es el que te impone el medio en que vives? ─dime tú maniño, sin mente como el demente─ ¿Eres natural o el producto de una educación que nada tiene de natural? ¿A poco comes con tus manos y cazas tu comida o usas loza y cubiertos tan naturales?¿En serio eres natural con tus pantalones Levis y tus camisas OP? ¿Con tus polos de bandas estampados o hechos por ti con pintela y serigrafía? ¿Con tus pastas para la presión y tus inyecciones para la diabetes? ¿Con tu silla de ruedas eléctrica y tus muletas de aluminio aeronáutico? ¿Con tu psicólogo y psiquiatra de planta? ¿tus plantas plásticas y tus frutas decorativas de porcelanicrón que tratan de emular la selva que ya no te pertenece? ¿tus religiones oficiales ideadas por mecanismos de control? Puedo seguir interrogando indefinidamente y jamás daría por terminado este insermos así que me voy, asqueado de naturaleza y de humanidad, asqueado de realidad y de vos...

PS: Todo esto viene al caso cuando un cura o un moralista predica que el aborto no es natural y que el sexo entre individuos del mismo género es antinatural o que modificar animales genéticamente para que sean más productivos y menos contaminantes es obra del demonio.

PS 2: Tus mascotas tan naturales vestidas con el color de tu equipo, con traílla y collar con el nombre por sí se pierde. Por favor¡ Los veganos no son naturales, nuestros animales naturales son depredadores, no he conocido el primer macho alfa que no se abrace a lo irracional del poder y del sexo ¿qué es pues lo natural? ¿la ley del talión? ¿La evolutiva del más apto?

PS 3: Y el filósofo de lo natural expresó que lo natural es hoy ser menos natural con lo que la naturaleza se ha vuelto lo más sintética posible, así que no se ocupen de mis nimiedades.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Le vendo mi alma al diablo

Yo siempre he comentado la posibilidad, negativa incluso porque lo engaño, de poder venderle el alma al diablo, y en serio, le quiero vender mi alma al diablo. Necesito con urgencia el maldito dinero para curar mis males, sé que aquel de ser un maldito amargado que todo me molesta no puedo evitarlo ─además es parte de mi personalidad arrolladora─ pero quisiera pedir ese contrato por mi alma por unos años de excelente diversión, de gritarle a la gente lo que quiero; de divertirme con féminas jóvenes y bruscas capaces de explotar como un volcán; quiero dinero, pero no por terminar mi fortaleza prohibida sino por... En verdad, no veo para que necesito el dinero si tengo placer y mujeres y con él sólo eso querría y sólo eso necesitaría. Cambio mi alma por placer y salud perfecta. De todas maneras he probado todos los embrujos, todos los libros y todas las artimañas posibles. He aprendido la lengua oculta del Necromomicon de Alhazred y he buscado los grimorios posibles: el Vermis Misteris, el Malleus Maleficarum; el Popol Vuh, busqué en el candomble de los Orishas y en el vudú jamaiquino, he buscado en las religiones ocultas de los derviches y en los gurús e imanes una manera concreta de vender mi alma, de intercambiarla o de subastarla. Busqué incluso alguna imagen en "Simón el mago" de Carrasquilla y en los cuentos de la selva de Quiroga... En Google y en You Tube y hasta en Taringa, esperaba que alguno de ellos me llevara al ritual que me permitiera poner en venta mi alma... fue inútil... Acá la ofrezco, a los enviados de satanás les escribo hoy para que intercedan ante su señor del mal y que éste se me aparezca para transar el precio de mi alma, las condiciones por las cuales me someto a pasar la eternidad a su lado y a convertirme en su soldado eterno en la lucha contra ese dios que lo destituyó. Reclamo al señor portador de la luz para que se presente ante mí. Me niego a transaccionar con demonios menores. Quiero a Lucifer, al demonio mayor y bello expulsado del seno de su hogar por tener mente propia y usarla y ante él quiero reclamar mi derecho a ser feliz a cambio de lo que desea: mi alma. Puede resultar que de tanto negar la existencia de mi alma, se piense o piense el señor del mal que no tengo nada que ofrecer. De eso estoy seguro. Nada tengo que ofrecer y si hubiese algo que ofrecer, lo pongo a disposición de la bolsa del alma, aunque esté seguro que la bolsa abunda en ofertas y por eso su precio colapsa y si mi alma tuviera un precio, si mi alma existiese por algún azar, estoy seguro que no valdría absolutamente nada. Igual, pongo de manifiesto su venta. Vendo mi alma cambio mi alma como De Greiff y como él, ya sé que la tengo perdida. Cambio mi alma por el harem de Salomón. Vendo mi alma por la fuente de hidromel del Valhalla. Cambio mi alma por la guadaña de la muerte y por poder usarla a mi discreción. Vendo mi alma por el transporte plegable Skidhbladhnir y ahorrarme tantos dolores de cabeza con parqueaderos. Todos saben que odio las mascotas pero cambio mi alma por llevar a Cerbero custodiando mi espalda y porque devore almas a mi antojo. Vendo mi alma por una botella con genio. Vendo mi alma por tres filetes de pollo, por un buen concierto de Silvio, vendo mi alma por un corpiño de 180 meses, cambio mi alma por un ser consecuente, por alguien que piense, vendo mi alma por la fe de creer en dios que me evitaría tantos desacuerdos y me pondría al nivel del creyente común. Vendo mi alma por un frasco infinito de vodka fino. Vendo mi alma porque una de mis canciones llegue a ser tendencia y porque otro la entienda. Vendo mi alma por desprecio con ella. Vendo mi alma por despecho de poseerla. Vendo mi alma, vendo mi alma ¿Quien da más?

PS: Resúltame curioso que el alma no pueda venderse a algún otro dios, incluso que el mismo dios defendiendo su alma ─los creyentes afirman que esa alma es de él─ no se atreva a conceder un par de favores para no perderla ante el portador de la luz. Me condeno a ponerme un chaleco con explosivos si Alá se decide a cambiármela, incluso se la vendo a Marte o a Eris. A la serpiente emplumada o a Esculapio; a Tiamat a Baal a Ravana, Seth o Hell... barata, barata la vendo.