Hay una propaganda de Claro donde aparece un tipo con cara de sádico pervertido y con una visible hipercromía idiopática del anillo orbitario y que dice como un zombie: "me pasé así toda la noche" o "se me fue el tiempo". Doña Patricia le dice: "cómo" y él asegura y augura que lo mismo le va a pasar a todos los clientes de la afamada compañía. El diseñador y guionista de la propaganda debe ser un imbécil o un genio. Presenta un zombie como señal de la marca y les dice a todos que es el ideal a seguir, ver "contenido" toda la noche y no madrugar a estudiar o a trabajar como la inmensa mayoría: "sea un pashá y permanezca aletargado frente a su móvil o dispositivo en red" "vúelvase un bobo" es lo que ofrece la compañía y los usuarios promedio de la marca ni se inmutan porque precisamente eso es lo que hace Doña Patricia, conseguir más prebendas para los clientes fijos habituales, con la incongruencia de la primera propaganda en la que sólo se ofrecía "más" sin especificar nada, luego dirían "más entretenimiento" "más navegación" "más beneficios" y últimamente anuncian "más alcance" y Doña Patricia feliz y he de imaginar que todos los usuarios y los que se pasan diariamente al mejor servicio telefónico jamás entregado. El anuncio es claro hasta el final, compre estos tangibles que le generan un costo y nosotros le damos estos intangibles sin generar costo. El zombie corrobora que hay "más navegación" pues no se le corta la película o el corto porno y puede permanecer así toda la noche obteniendo "más entretenimiento" y "más beneficios" y además puede estar más atento de sus redes porque la señal entra al baño y a la cocina. Hermoso disfrutar de "Casa blanca" mientras deposita sus heces fecales o no parar de ver "The 100" mientras disfruta de unas papas fritas y un enlatado al almuerzo o cocinar sin perder un solo movimiento de "The Kardashians" y mientras recibe toda notificación y no se pierde nada del contenido. Todo es tan claro en estas compañías que te ofrecen la oportunidad de ser más idiota cada día y es tan lógico que nadie las ponga en tela de juicio. Miento, cada día me toca escuchar al que paga el plan lo alargado que se fueron, los minutos que le cobraron de más o los megas que no le entregaron, los problemas en los centros de atención y las estafas de los "call center" si bien no hay mas que impersonalidad y un sistema bien poco amigable en las páginas de red, con el usuario y que está lleno de publicidad, inexactitudes y ventanas emergentes; aún así estas compañías no dejan de percibir usuarios ávidos de "más" y si alguien está muy enojado le mandan a Doña Patricia para que vea usted que al cliente habitual si se le presta atención. Yo quisiera invitarlos a la moderación pero me vale tres cuartos de maravedí lo que hagan o dejen de hacer, hasta donde yo sé, tratamos de gobernarnos a nosotros mismos y por ello nos hacemos apáticos a quienes tratan de gobernarnos. Yo me conformo con informar mi maldita humilde opinión, mi aviso de manipulación, mi advertencia de que hace rato les vieron la cara porque fueron bien claros con el mensaje: "quédese con nosotros que nosotros lo dejamos más idiota de lo que ya es".
PS: Me vanaglorio de jamás haber caído en el truco de los postpagos, aunque no es un mundo mejor el de los prepagos y si por mi fuese no tendría ni teléfono, pero en este mundo de conexiones, no ser localizable resulta deshonroso o por lo menos fatídico. Ahora bien, quienes pueden localizarme son sólo dos o tres personas, los demás les toca dar un rodeo para llegar a mí. Cambio mi número cada que puedo porque uno de los grandes amarres es el de usar un número ─traiga su número que se lo recibimos─ y para eso ya tengo mi cédula. Yo compro una recarga y la pongo en mi dumbcell hasta que se agota ─juro que me dura algo más de dos meses y me ponen un mensaje a decirme que mi saldo de 8958 pesos se volverá activar cuando recargue─ y no me preocupo de redes o wifi's y no me avengo a firmar un plan aunque en la recarga me advierten que "hay un antiplan para ti".
PS 2: No es curioso que te llamen a venderte planes y beneficios especiales y antiplanes, igual pasa con la televisión por cable, televisión en streaming, internet fijo, tarjetas de crédito... todas son pequeñas cadenas que reprimen cada vez más la escasa libertad con que contamos: somos libres de elegir el canal que vemos en vez de destruir la tv. Somos libres de elegir nuestro operador en vez de acabar con los operadores; somos libres de elegir a un candidato; somos libres...