La red, internet, arpanet, el world wide web, la burbuja puntocom, el ciberespacio y muchas más palabras que tienen que ver con la interconexión entre dos o más servidores en los que se encuentra lo que, por alguna buena razón, estamos buscando. La red tiene varias historias de su creación, pero ya sea la militar, creada por Arpanet del sistema de defensa de Estados Unidos o gracias a los científicos del CERN de Ginebra que diseñaron el protocolo de transferencia de hipertexto, HTTP, la telaraña es un sitio, donde, de nuevo, no sólo se escribe la historia, sino que se generan miles de millones en dinero en curso y se pierde la identidad y se convierte el ser humano, ya minimizado, en un grupo de bytes. ¿Qué hace a la red tan importante? la facilidad de conexión, de encontrar películas, cursos, manuales, monografías; la facilidad de expresar un pensamiento y difundirlo, la cantidad de información y diversión que puede hallarse en ella, la capacidad de duplicar la información convertida en archivos de audio, video y texto... También está la parte sórdida y la cantidad de errores que se propagan por ella como el tiempo dedicado al chismorreo y al ocio, las falsas noticias, las teorías de conspiración, la propagación ─aún más sencillo si se puede─ de fanatismos, sectas y religiones... los traductores a muchos idiomas, los diccionarios, las historias detrás de la historia... Las empresas han incrementado la publicidad en ella y los links (léase spam, cookies, pop ups y páginas que se cargan como virus y saturan al novato) que no tienen nada que ver con lo que se busca. En la red y con la red confunden al pobre lego que hace la fila en una oficina de reclamos y allí lo engañan con que le envian la respuesta al correo o los documentos adjuntos necesarios mientras la ley prescribe y el novato no ha podido siquiera entrar al correo o no tiene ni idea de lo que es un mail. En la red engañan a las nuevas generaciones con promesas de "gamers" mientras gastan todos sus ahorros en monedas y medallas para un juego o en armamento y protecciones para el mismo y los pobres se vanaglorian con ir en un nivel exorbitante creado para hacerle perder tiempo y adormecerlo mentalmente mientras avanza en la construcción de un imperio y la invasión de los imperios vecinos o con una vida alterna sufrida por un avatar que se ha llevado años en construir. En red hacen permanecer a los idiotas esperando un "like" rogando una inscripción o llenando "test" pendejos que antes aparecían en las revistas del corazón: "quién serías si fueras un súper héroe", "si hubieras nacido en el siglo pasado quién serías" "cómo serías si fueras hombre o mujer". No puedo negar que las aplicaciones de mensajería instantánea han sido una revolución en las comunicaciones y en el mercado y que las redes sociales han promovido un cambio en la manera de conocernos y compartir nuestros dolores, pero esas mismas aplicaciones son las que han convertido también al ser humano en metadatos y acostumbrado al ignorante a que Mr Google tiene la razón en algo o a tomarlo como palabra divina ─si lo dice google─. El más incauto paga por un modelo, una fotografía, un taller o un manual para construir una máquina y las más descaradas te piden tarjeta de crédito hasta por ingresar a ver sus comerciales o escuchar sus listas musicales. TV en stream, conciertos privados, charlas técnicas, conferencias, reuniones, secretos de un arte, tops, opiniones... el engañado siempre es el mismo. La red pone a dudar de la ciencia al menos preparado que cree que porque alguien lo escribió, es cierto y los más infames usan teoría científica mal asumida o pseudo ciencia para engañar bobos. Hace años discutí con Elkin B. sobre la porción de la red usada para cosas diferentes al aprendizaje y descubrí que el porno mueve el internet, aunque las páginas porno están en las encuestas del nivel 10 hacía abajo. ¿Quién no empezó en la red recibiendo en su correo cientos de fotos en formato jpg de desnudos? ¿Será que cada usuario de whatsapp no tiene en sus archivos unos videos personales o fotos de amigas de ingenio? ¿Será que, con su permiso, revisamos los móviles de unos chicos al azar para mirar sus preferencias? La red, una herramienta increble, una esclavitud encubierta, un engañalegos y un entretenedor de tontos. Depende de en qué usemos la red, del conocimiento que de ella tengamos y de la disposición y tiempo que le dedicamos a cada una de esas funciones, pero, en general, no falta en ella quienes pretenden hacerle daño a los jóvenes y niños, a los incautos y a los perpetuos ignorantes que no saben como tratar la información o a los que se dejan deslumbrar por las oportunidades de negocio, la facilidad y la euforia con que toman tal información o difunden la propia.
PS: Elkin B. es uno de los veteranos en redes y en software libre en Colombia y latinoamérica.
PS: Gracias a la red se olvidaron las bibliotecas, los diccionarios, las revistas porno, el diálogo frente a frente, las cartas, las máquinas de escribir, los borradores, el lapicero, la libreta, el imán de los recados, los manuales de nudos, las historias del abuelo, los catálogos de productos, el cable, los telegramas, las operadoras, el teléfono de teclas y el de disco, los walkman y mp3, los discos de vinilo y CD's, los tornamesas, el CD player, el Beta y el VHS, el blue ray y los equipos de sonido multicomponentes con doble deck de cassette y radio AM y FM, los revelados, los retoques, las tarjetas de felicitaciones, los documentos físicos y hasta el mismo pendrive... la lista es obscenamente larga.