Lo vi con mis propios ojos

 Este aparte necesita especial atención, pues es común que la humanidad lo repita como si fuera un sinónimo de verdad impoluta e incuestionable, tal cual "basado en hechos reales" o "basado en una historia real" que por estar basados en hechos o historias reales, no necesariamente evocan la verdad más que de los implicados que creen a pies juntillos o de los interesados en que tal cosa parezca real. ¿Qué se ve con los propios ojos? Los ojos fueron desarrollados para distinguir la luz y el día, luego con más células agrupadas y especializadas pudimos distinguir contornos, matices de blanco y negro y hasta colores, pero ¿Qué se ve con ellos? No tengo en mis archivos ningún animal que haya visto fantasmas, ovnis o cosas sobre naturales, aunque el común no pase de ejercitar los increíbles poderes de algunos animales para detectar tremores, fantasmas y cosas raras. El animal humano dice haber visto fantasmas, cosas que se mueven sin ayuda, platos voladores de extraterrestres, muñecos poseídos, posesiones, gente que habla idiomas que nunca han aprendido, vírgenes que dictan profecías, brujas en el cielo ─que de las otras que andan por el suelo he visto bastantes─ pies grandes, monstruos de lagos, homúnculos, demonios, ángeles, íncubos y súcubos. ¿Cómo se explican tales visiones? Con sencillez y sin alevosía. ¿Quién no ha visto un mago sacando un paquete de cartas de la boca o cortando una chica en pedazos? de la misma manera los ojos nos engañan en la noche cuando creemos ver sombras que se mueven o llamados espeluznantes, aunque ahí nos engaña es el oído, pero yo he visto como una carta marcada, rota y firmada, aparece dentro de una fruta que no ha sido abierta nunca. Eso no significa que la magia exista, significa que un selecto grupo de personas es capaz de engañarnos como a niños pequeños. Y esa explicación es válida para todo lo que vemos con nuestros propios ojos, aunque ahí el mago es el ser humano que quiere engañarse con visiones que le den esperanza en mundos alternos, paralelos, extraterrestres y cielos. El que cree en la magia porque se la hicieron a él y vio cortar una cuerda para luego hacerla reaparecer completa o al que le hicieron aparecer una carta en el bolsillo que previamente había escogido sin presiones del mago, está muy lejos de la madurez y muy cerca de la puerilidad. Quisiera decir "tierna palomita" y "capullo" pero esas nimiedades no alcanzan para describir a quien se deja engañar con tanta facilidad. Nuestras experiencias de lo real no son objetivas, aunque hemos hallado una manera de adquirir conocimiento objetivo: la observación, la experimentación, la replicación... ¿Cuántos seres humanos emplean estos pasos? De ahí proviene que cuando escuchamos "lo vi con mis propios ojos" o lo decimos, afectamos credibilidad insospechada pero no objetiva, ver no es un experimento y la vista puede ser engañada increíblemente fácil. ¿Quién no ha escuchado ese "estoy seguro de" para después oír "estaba seguro de". La seguridad humana no es muy válida y de allí el confiar en sus recuerdos, experiencias sin pruebas y aventuras mágicas como las que plantean en algunas películas que ni quiero mencionar, que anuncian que se basan en "Hechos reales", lo que no es ni por cerca cierto o real. Que un tipo jure leer la mente o adivinar el futuro, es real para el vástago de humano inmaduro que cree en tales patrañas y que algunas personas se hayan dejado espantar por cuentos de niños al comprar una casa embrujada, ver poseídos en personas con inicios de demencia o esquizofrenia o que sus sentidos les hayan jugado una mala pasada no es "prueba" de "real". Mejor decir "Basado en creencias reales" y ahí sí. El terraplanismo, la ufología y la religión están basados en CREENCIAS reales. De allí puedo asegurar que las biografías basadas en hechos reales son falsas. Creer es la fe en hechos no determinados por el método científico. Creer es una condición de las almas que no son fuertes dijo Vargas Vila y creer es simple y sencillamente dejarse arrastrar por el chisme sin evidencia.

PS: Es importante hacer la anotación que en el método científico, los testigos no tienen ninguna validez. Un cementerio con cien mil cruces no demuestra la existencia de otro mundo; 300 personas en una iglesia no comprueban un dios escuchando, comprueban una humanidad triste que busca consuelo y anhela que alguien le escuche; un chisme de internet no es prueba de realidad, es prueba de imbecilidad colectiva y de chisme mismo; tres pastores que vieron una virgen en Cova de Iria no son prueba de nada, excepto de la más tierna credulidad; cuatro mil rockeros en un evento no confirman la santidad de los grupos; cien mil seguidores en red no garantizan seriedad o verdad; un profesor jurando incoherencias no es argumento... cuatro de ellos compinchados por la religión no le suman un ápice a la ciencia y, pésele al que pueda pesarle, la ciencia enseña duda, recelo, desconfianza hasta que la veracidad de tal o cual hecho pueda ser demostrado con experimentos y observaciones.