domingo, 3 de noviembre de 2024

La Tolerancia. Un análisis sin tolerancia

 Primero hay que definir la tolerancia para poder empezar con algo que yo entienda y aparecen dos definiciones sencillas, descartando aquella de "capacidad de un organismo para resistir ciertas sustancias, alimentos o medicamentos" o drogas. "Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias". "Permitir algo que no se tiene por lícito sin aprobarlo expresamente". ¡Ay! ¿Para donde irá este insermo? ¿Por qué hay que ser tolerante? Porque sin la tolerancia aplicada y entendida aquí, que aún la que quise excluir se aplica, ésta raza de homínidos se habría arrancado la cabeza los unos a los otros ¿Por qué me tengo que aguantar un vecino escandaloso, un robo flagrante o el voto democrático? Por qué el que no aguanta esas cosas, el que no las soporta y habla muy duro y se rebela contra el ruido y denuncia, lo más seguro es que no viva demasiado y ahí les dejo el ejemplo de Prigozhin, Jesús de Belén y M. L. K. No todos con la misma importancia y no necesariamente tienen que ser buenas personas, que eso de "buenas personas" es un término relativo que toca tolerar. Sí. Hay que ser tolerante con la religión donde abundan los tarugos que repiten cuanto amó dios al mundo que le dio al hijo de sus entrañas y con la que piensa que la trinidad tiene un dios destructor y con la que asegura que el verdadero dios de los justos es el suyo y con toda absurda creencia islamojudeocristiana y cualquiera sectilla paralela o transversal. Si usted no se confiesa ateo lo acaban a reconvenciones e invitaciones a las sesiones de adoración de sus dioses y siéntase privilegiado si no lo aíslan porque las religiones que piden tolerancia, son, per se, intolerantes. Entiéndase que la declaración de ateo fácilmente es para para evitar que lo reconvencionen. Todos los seguidores de Alá, Dios O Jehová, están acostumbrado a tales vilezas que toca tolerar y a agachar la cabeza y a temer, que son consecuencias de dicha tolerancia, también dizque hay que tolerarlos. Entendamos que los mismos que realizan tremendos carnavales en las calles, que se provechan de la capacidad de los amplificadores y de sus licencias para vender licor son, principalmente, cristianos y creyentes cuyas ideas sobre reguetón, tango, vallenato y chucu chucu son que existen para el regocijo humano y que todos quieren quedarse sordos oyendo tales esperpentos auditivos y escuchando semejantes bodrios que toca tolerar. Y le apunto al tema que no es central, los votantes son creyentes, de todos los tipos, se creen las mentiras de sus dioses y las mentiras de sus candidatos y su inocencia es tal que cada cuatro años hacen campaña junto a sus candidatos para oír de nuevo como se habrán de sacrificar por la paz, cómo aman a los mismos dioses que ellos y como son mártires de su causa y adalides de la virtud y... toca tolerarlos. La tolerancia es recomendada por las religiones, por las ONG's y por los gobernantes. ¿Por qué entonces algunos no somos tolerantes? Justo por eso, por que quienes recomiendan la tolerancia son los mismos a los que hay que tolerar. Son los mismos que piden tolerancia los que son escandalosos a más no poder porque ya descubrieron la fórmula que les evita caer como moscas. Ser tolerante es dejar que te pisen sin emitir un sonido, ser tolerante es abrazar al que te persigue y poner la otra mejilla al bofetón. Ninguna de esas las recomiendo. Quienes son tolerantes son los pobres ingenuos que les prometieron que por tal tolerancia ocuparían el reino de los cielos. ¿Qué tengo yo que ver con cielos o promesas baladíes? Los tolerantes son los que hacen la fila, los que pagan impuestos, los que prenden el televisor en las noticias nacionales, los que saben quien se enriquece y no lo gritan, los que ven el asalto o la violación y toman la calle opuesta, los que reconocen a los asesinos y callan. No, no quiero ser tolerante y no comparto la tolerancia. Ser tolerante es aguantarse en la calle 32 pordioseros por hora: uno pide por la herida, otro por la patria, otro para alimentar cuatro mastines que te miran con deseo, otro solamente pide porque sí, otra por que tiene un hijo en brazos, otro porque tiene una discapacidad, otro porque canta bonito y otros 20 te venden diferentes utilidades y tentempiés como bolsas para la basura, bolsas para el mercado, filtros de lavabo y confites. Ser tolerante es soportar los 32 bares de la calle Tejelo cada uno al taco y con música diferente o si alguno sabe de "cuadra picha" en Bogotá queda ejemplificado. Ser tolerante es recibir en cada conversación, colaboración, deuda y trabajo el "dios se lo pague" cuando ese señor no tiene cuentas conmigo y la inevitable muletilla "gracias a dios" que todo maldito cristiano esgrime para no cargar con responsabilidades.  Ya bastante tolerante soy cuando me tengo que aguantar esos presidentes ─que a decir de Vallejo son primeras damas─ que eligen justo los más tolerantes. Bastante les tengo que aguantar los tres mil inventos de impuestos, seguros obligatorios, cuatros por mil y peajitos sociales, con prediales, pases, permisos, pasaportes y demás inventos para hacer más engorrosa la vida en este valle de lágrimas y claro, para robar parejo que es lo que hace la democracia. Bastante tengo con tolerar a mis vecinos: creyentes, cristianos y demócratas, escuchadores compulsivos de reguetón y vallenatos a todo taco como lo manda la ley del más abusivo.  Tolero al abusivo que estaciona en la acera o cierra una calle, incluido el andén y al que le tira el vehículo al peatón con el semáforo del viandante en verde. Tolero al imbécil que defiende la policía y les dice "Qué bonita labor realizan" y al que defiende a ultranza al hombre del corazón grande que no tiene la culpa de nada. Tolero al vallenatero hablando pestes del género que escucho No, nunca tolere, grite su descontento.

PS: Comentario aparte ¿Qué les parece la cerrada del centro de Medellín con vallas? ayer que pasaba tenían cercadas a todas las vendedoras de placer, a los machos proactivos y a los ladrones de corbata. Una treintena de policías charlaba amistosamente con los mismos ladrones. Las cafeterías y tiendas, desoladas y el tremendo impacto: hay que salir y entrar por donde mande la justicia. También toca aguantárselos. Tolerancia dios mío, ¡Qué aberración!

PS 2: La paradoja de la tolerancia dice que la tolerancia absoluta es base de la intolerancia pues tolera a esta última y la alienta.

PS 3: Ayer en la noche pasábamos por un sitio donde nos encontramos con unos metaleros de raca mandaca, o por lo menos eso es lo que ellos afirman. Uno se quejo: Vea a mí el punk no me gusta y nunca me va a gustar esa basura. Yo no me sentí aludido y hasta estuve de acuerdo, no porque sea muy tolerante, es que estoy de acuerdo que el punk es una basura y el metal, sobre todo el oscuro y pesado negro, el vallenato, el chucuchucu...

PS 4: ¿Será que si dejamos de lado la tolerancia mañana nos estamos matando por cualquier cosa? Ya lo estamos haciendo y aun así ya tenemos que tolerar a los más intolerantes de todos: los creyentes.

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