Hay una gran diferencia entre ser ateo y profesar el ateísmo; deberíamos ser conscientes que aquellos que hacen la diferencia son precisamente los que siguen o profesan una religión, pero también resulta importante que los que tienen el concepto de aquella y la manía taxonómica impresa, respetaran el dudoso derecho a la ausencia -cuando digo dudoso me refiero a que ni la sociedad, ni la humanidad brindan un derecho específico más que el instaurado por el mismo hombre, si dicho hombre, hace respetar tal derecho- Este derecho de ausencia es el derecho a no ser catálogado sin la necesidad. Mirémoslo como una enfermedad. ¿Si tengo una afección cardíaca me diferencio de aquellos que no la tienen diciendo que son acardíacos? ¿O si tengo una enfermedad hipertensa me refiero a ellos como ahipertensos? La enfermedad sólo se define para los enfermos, quienes gozamos de buena salud mental no requerimos rótulos, es el enfermo quien requiere una prescripción: vaya a misa, crea en los santos y en las once mil vírgenes, vea fantasmas y ovnis -no tiene bastante con hablarle a seres imaginarios- pague diezmos; santíguese ante la maldad y no haga nada por destruirla o cambiarla; Llene sus canecas de agua bendita para que espante las brujas y los malos espíritus y hasta hágase lavatorios contra la mala suerte a la que lo sometió su adorado dios; (la maravilla de la sociedad religiosa es que se cree unos cuentos increíbles, eso del agua bendita es una payasada maravillosa: un ser humano, tan humano como es posible, traza cruces en el aire y voilá: bendita, ya mata patos sin bautizar y quema a los malaventurados hijos de satanás); arrodíllese ante el dolor del mundo, sufra por los pobres, rece, échese la bendición que sobre tres cruces la maldad no afecta (otra panacea de la religión basada en creencias pueriles, similar a cuando un niño tensa los dos índices para que el perro no defeque o cuando un mente captus toca madera o arroja sal sobre su hombro para contrarrestar la que ya regó o...) Tenga el altarcito en la casa a la virgen correspondiente y no se le olvide pegar unas estampitas de santos en la puerta para que los malos espíritus sepan con quien se mete; junte las palmas y rece el padrenuestro y el ángel de la guarda antes de acostarse; chamanice su discurso a los seres imaginarios, brinque y patalee, ellos escuchan mejor a los más apasionados...
No se apuren, aún me faltan los que a pesar de no tener una idea similar de dios profesan el ateísmo dando diezmos y respetando las demás religiones: independiente de su nombre, dicen, Jehovany, Alberto, Txus o Jotxe yo respeto las religiones y estoy en paz conmigo mismo. Patrañas, "en paz conmigo mismo" la religión se casa con la "verdad", Hasta el científico imbécil que ve a dios en el bigbang es una cucaracha religiosa y teísta que sólo hace daño a la ciencia. A falta de pan buenas son las peras y como no está por demás, los ateos, como dice Evaristo, ante esa sarta de sandeces, preferimos hacer el indio...papapapapa papapapa papapapa papapapa...
Está como dice el cristiano, el que es ateo hasta que necesita a dios y ahí me cito a mi mismo: "quiera dios que el tiempo que me queda de vida, poco o mucho, no tenga que acudir a él ni a sus rebaños...que a esos corrales no quiero entrar.
Claro es, no profeso el ateísmo, simplemente si me quieres definir soy ateo, tu dios me importa un palito cagadito y a como están las cosas preferiría hacerle un altar al dichoso palito y solicitarle, de manos cruzadas, que cague a mis enemigos y a mis amigos los deje libres de toda mancha.
Está como dice el cristiano, el que es ateo hasta que necesita a dios y ahí me cito a mi mismo: "quiera dios que el tiempo que me queda de vida, poco o mucho, no tenga que acudir a él ni a sus rebaños...que a esos corrales no quiero entrar.
Claro es, no profeso el ateísmo, simplemente si me quieres definir soy ateo, tu dios me importa un palito cagadito y a como están las cosas preferiría hacerle un altar al dichoso palito y solicitarle, de manos cruzadas, que cague a mis enemigos y a mis amigos los deje libres de toda mancha.
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