No se descuiden con el título, ni lo vayan a confundir con la difundida marca de tintas e impresoras; Lo que nos atañe son otras cosas que nos pican y hay que rascar, a consecuencia de no desesperarnos, porque no creo que nadie se haya muerto por una rasquiña, pero el placer de echarle uña es uno de los más sublimes. No quiero economizar palabras pero tampoco quiero atragantarme con alguna. Recientemente don general Ratzinger renuncia al papado "por cansancio" dice él. Las ganas de muchacho lo mantenían sin mucho tiempo para el papado, que también consiste en eso de los muchachos y en echar al fuego almas malpensantes y en Canonizar, sino por pruebas, por sortilegios como los de la solapada paisa Laura Montoya, cuyos trucos chamánicos no lograron nunca convencerme y menos con esa entelequia pueblerina que afirma que se cura y se descura a golpes de echar o no echar la ofrenda en la limosna de la "santa". O como la del hipócrita Wojtyla que pedía a gritos pan para los pobres desde su palacio de Castel Gandolfo y prometía infiernos a diestra y siniestra al que no usara condón. (Pues don Karol, ni modo, déjeme que arda en el infierno). A lo serio, se aburrió de estar en esa casa de lenocinio que es el Vaticano y en esa mofa de la res pública romana que, como ya he dicho, es simplemente la cara oculta de una secta que dice que un tipo resucitó al tercer día y subió al cielo y que era hijo del mismísimo dios de los cielos (¿?). Que venía a liberarnos de no sé que pecado que el mismo nos había implantado y que frescos que no es sino rezar y dar plata a la iglesia. Qué fuma dios mío!! qué fuma tan brava!! Eso me recuerda al difunto Pocillo (así le decían porque nació con una oreja atrofiada), viendo la virgen en un palo cada que se echaba unos honguitos a la cabeza y al otro día juraba y juraba "qué la vi, la vi, ahora si dejo esa droga HP" pero nada, en una de esas fumas se echó a rodar por un morro en Santa Helena y hasta ahí le llegaron las apariciones... no hay nada que la muerte no cure. Como decía, Desaparecido el Alemán continuador de la doctrina de Adolfo, Se nos cae encima la perita en dulce de Don Francisco o Pacho que llaman, que no por ser latino es menos opulento y ladrón. No le llovió sino el ego argentino, el papa de los pobres, pero no para darles plata sino sermones como lo vieron recientemente en "el pais mais grandi du mundo" averigüemos cuánto costó el paseíto y cuantos atropellos hubo en el país de la samba, para poder mostrar al papa la "opulencia" de las fabelas y la dignidad de las escuelas de samba. Pues si señores HP, ningún insulto, Habemus Papam y como que para rato, porque este HP se ve muy alentado y no parece querer ceder un sólo peso de las vastas arcas monacales, sino, por el contrario, atraerse con muchas más de ellas para honra y prez de la iglesia y de su santo padre Pacho...HP.
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