domingo, 28 de agosto de 2016

El "si" o el "no"

Se viene un referendo y las opiniones están divididas, unos quieren votar "si" y otros quieren hacerlo por el "no". ¿Qué sería lo razonable? ¿Qué se espera de usted? ¿Qué debe hacer un buen ciudadano? y yo, como mal ciudadano me dispongo a hacer un comentario sobre tal exabrupto. Exabrupto porque cuándo se le ha ocurrido al gobierno de la democracia -mentidas demos y cratos- preguntar por algo que valga la pena: la subida del IVA, la imposición del cuatro por mil, los 5000 peajes en un país de malas carreteras, el IVA mismo, los "peajitos sociales" el salario del obrero, la venta del país a capital extranjero, Monsantos, TLC... Ahora nos preguntan por algo muy sencillo: "quiere la paz" la respuesta es simple: "Si" o "No" y es equivalente a aquella de ¿Quiere café o azúcar? Si, respondo yo. Nos tratan como niños: "habe bebecito quiere a paz o no quiere a paz". Desde ahí ya es lógico lo que el ciudadano de a pie debe responder "Si" quiero la paz, pero no la pas, pas pas, sino la Paz, no la capital de Bolivia sino la paz, que no se logrará con salarios de miseria, con deficiencia educativa, con mala salud patrocinada por un gobierno que no invierte en lo que realmente nos llevará a la paz... La lista es interminable. Si la corrupción desapareciera, habría dinero para todo y para todos, pero R. Dawkins no se equivocó, el gen egoísta gobierna al ser humano, si yo tengo, que me importan los demás mientras yo la pase bien. El gen judío le llamaría yo y no quiero pasar por antisemita; conozco a los antioqueños y en eso me baso para dar un parte de usura y egoísmo hacía la humanidad, aunque ejemplos de nivel nacional y mundial vemos todos los días. Si le caló la amenaza de su presidente, vote por el "si" o si no la guerra la tendrá a las puertas de su casa, le secuestraran a su familia, llevarán sus hijos a la guerra... Si le afecta lo que dicen las redes sociales, vote por el "si" no vaya a ser que se rompa la cadena y de verdad le caiga una maldición peor de la que ya se abrogó por haber nacido cristiano y colombiano, creyente para más señas. Analfabeta, que leer no es traducir las letras en un sonido, sino pasarlas por el cortex y producir sinapsis, esos diminutos impulsos eléctricos que erizan la mente provocando pensamientos, ideas y hasta rebeliones. Si lo que quiere es votar "No" vote no. Total, ¿cree usted que si hay muchos votos "No" los pasaran por los medios? Si alguien se entera que usted votó "No" lo excomulgan, y en este país hasta corre el riesgo de ser desaparecido. Es obvio que ganará el "Si". La platica de ese plebiscito, en plata blanca, se perdió para los pobres de Colombia, el que si ganó y ganará la postulación al premio Nobel, es el que ya sabemos y ahí cito a mi amiga Falacci, "Pobre Nobel, pobre paz". Ese milloncito está casi en el bolsillo de un Santo. Ahora ya sabe, vote tranquilo, la masa irá a las urnas y el "Si" será rotundo, sino tiene más que hacer péguese al TV, por ahí deben estar dando algún contentillo: pasando un partido, unos olímpicos, un reinado... En el nombre de la paz nacional, del orgullo cristiano, del santísimo sacramento... "La sociedad... La patria... La historia... nuestra moral cristiana y esas palabrejas que han constituido el sostén de las grandes farsas" como dice mi querido J. Icaza vote el "Si" para que no lo arrojen de su Huasipungo los soldados de la patria. Por mí no se preocupe, yo jamás he patrocinado la vagabundería como dijera mi otro amigo D. Ortíz Betancur. Nunca he votado, ni en blanco, porque no se diga que yo tengo alguna responsabilidad, apenas si me halaga dedicar un rato a pensar estas tonterias y termino como mi último amigo conseguido en las librerias H. D. Thoreau: "Sepan todos por la presente que yo -sigue mi nombre- no deseo ser considerado miembro de ninguna sociedad legalmente constituida en la que no me haya inscrito personalmente"

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