Sé que me repito, por gracia, no por necesidad. A veces no recuerdo donde dejé lo que escribí sobre cual o tal tema y... horror, vaya la repetición, lo que me permite redondear las cosas o darles otro matiz y no me acuerdo cuantas cosas he dicho en contra de los poetas y la poesía. A primera instancia no falta el que se cree poeta haciendo dictados de parvulario: al sur de Machu Pichu hay un pichón macho... erre con erre cigarro y erre con erre barril... mi mamá me ama, mi mamá me mima... Pare de contar, a eso le sumamos que la mayoría quiere decir unas cosas tan tontas que a veces no hay manera de hacerles la crítica, a mi parecer juntan dos o tres palabras bien indefinibles las adjetivizan y las conjugan de tal manera que sólo se aprecie el rítmo y Voilá, tenemos una poesía: Los árboles gimen blasfemos, la musa calló en su mohín, los perros orzaron canópes, la hiedra fallo su estopín. Dirán que invento pero el anterior ejercicio lo hice sin ayuda (Hurra soy poeta) de la web o el wikipedio y para más señas los escribí independientes el uno del otro y si usted, mi querido amigo los empata y los publica en la revista de su editor de confianza y mejor amigo, no faltará el lamezuelas que aprecie el "valioso contenido" "la profundidad" "el estilo" "la unidad crítica" "el bagaje cultural" "la síntesis" y quien sabe que otra parvada. El poeta se siente poeta si la rima cuadra y ahí tenemos cuatro millones de poetas haciendo rap y reguetton: "la policía nos está extorsionando y cada uno se las va es arreglando, como tiene que ser y hasta cuando que me saquen la rabia follando..." "en el sur del pistilo, y lo que es yo me amilo con la fiesta del tilo y el Juli que es muy pilo" ¿Ejemplo doble no? la cosa se complica si me le suman al especial de media noche del festival de poesía la entonación, porque si algo odio de la maldita poesía y los poetas es su grandísimamente odiosa entonación, es algo que empieza bajo y se acentúa en las últimas palabras, es una especie de cadencia que vuelve las poesías, trovas. Cualquiera que haya ido a un festival de poesía lo recordará, porque en ningún idioma cambia. Zimbabwe en el festival de poesía suena igual que Zaire y que SO áfrica y que Antioquia la divertida. En fin, el peor insulto que puedo recibir es el de poeta, ya el de maestro lo he asimilado, porque maestro es lo mismo que doctor, cualquier bobo zorombático que tiene dos o tres admiradores, pero el poeta, se los cedo, les agradezco infinito, pero lo dejo todo a los youtubers y blogers, instagramers y trinadores que ya el hidromel que se servía en Valhalla hacía a los hombres poetas y a mí se me hace que ese líquido se agotó hace años y V.V. explicaba en su obra cumbre de 1900 como: "mí maestro persiguió en mí la manía versificadora, asesinando con sarcasmos crueles mi tendencia a deformar el pensamiento en el molde profanador de la métrica." Queda claro, un pensador se expresa en prosa, se insulta en prosa, se desgarra en prosa, se ama en saliva y en mordiscos, se siente en sangre y dolor y se alimenta en odio... Ah y por cierto se recita en rabia que no entona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario