Y, muy a pesar de muchos (50%) y muy a pesar de otros muchos (otro 50%) -Aparte de que un 60% de los posibles votantes no lo hicieron y un 40% de los colombianos no están en edad de votar, (eso da 200% y es que las estadísticas no mienten, sólo lo hace el estadista)- una gran cantidad de personas se quejan y se dan golpes de pecho por la no ratificación del tratado de paz con las fuerzas de oposición. y hasta les echan culpas de lo que pueda pasar en el país a raíz del exabrupto de no ratificar el plebiscito. El más asustado fue nuestro insigne gobernante que pensó tener el sartén por el asa y se quemó en las urnas, de tal manera que mandato y popularidad se le fueron al carajo. La culpa de esta nación no es de los que votaron NO. Es de los arrastrados que votaron SI. Bueno, de ambos, que validan sin par la democracia por las prebendas de un gobierno corrompido: medio día de descanso, un salario o un 10% de rebaja. Tener un certificado electoral es una deshonra para mí. Quién lo exhibe orgulloso es un imbécil que exhibe su cadena. A nadie se le ocurrió que sólo votó un tercio del censo electoral, lo que invalida la democracia y cualesquier voto -votemos por un nuevo sistema de gobierno es aporema- El país está harto de democracia que es un capitalismo salvaje disfrazado de paraíso. Mentiras, yo exagero, es a mí a quién me molesta el poder y toda su santa inquisición y la gente y su jerigonza de desconsuelo porque otros se atrevieron a gritar una cosa diferente. ¿Si tanto temían perder porque consultaron? Ya lo expresé, cuando someto mi voluntad a votación, acepto la votación y me someto a la voluntad de quien consulto. Si voy a quejarme el resto de mi vida por ello, acciono en mi libertad sin pedir permiso ni opinión. ¿No le gustó? vuélvase anacoreta. Lo que si no le falló a nuestro país fue el Nobel, perdón a nuestro mandatario, y es que las derrotas con plata saben menos ácidas y suponemos que ahí es donde vemos como funciona el tal Nobel, ¿qué desprestigio? ahí sabe uno lo que le dan a los demás sin ganárselo y que todas esas cosas son propaganda y sinapismos para la nación, como "Medellín la más educada" y "la más innovadora". Así quedaron en mi imaginario los Oscares y los Globos y los Emy´s y las invitaciones a rock al parque. ¿Qué va? Así estaban en mi imaginario. Todas esas premiaciones son patrañas políticas y artimañas publicitarias que no coinciden con la realidad, son para conseguir adeptos y quedar bien con el mundo o para inducir modelos de pensamiento. Al final yo soy un no votante, pero creo en el NO, NO TENGO, NO QUIERO, NO ACEPTO, NO CREO y si me ajustan este estribillo de la Polla: No al ejército ni facho, ni esquirol; que nadie me mande nunca me gustó; ni líderes, ni golpes, ni patrón; ni poder privado ni popular, el mundo no tiene dueño, todas las pisadas le duelen igual. Y por lo demás, lo dice mi querido Nietzsche, aunque también pudo decirlo Onizaburo Degushi: los asnos dicen SI.
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