¿Quien soy? me preguntó una joven a la que debo proteger de los malos pensamientos, igual es muy complicado, no importando quien haya preguntado, preferiría pensar ¿qué soy? y para saber que soy debo volver a la definición de ser humano en el blog anterior. Yo soy Jacobo Hijo de Lobo y ahí no termina la cosa, yo soy el hijo de Olga y con eso es suficiente -parodiando a Facundo- pero lo único que somos es seres humanos buscando cosas que no se nos han perdido. Todos pensamos que estamos acá por una razón, que tenemos un destino y que al final de la etapa terrestre nos viene un devenir en un cielo o infierno dependiendo del comportamiento de la etapa previa. Filosofamos apareando nuestro nombre con el de algún pensador de moda -eso no excluye a parménides o a Epicuro- que nos haya seducido con alguna frase o pensamiento. Debemos decir si somos de izquierda, derecha o centro en cuanto a pensamiento y si somos liberales o conservadores, realistas o patriotas, seguidores de Colón o de Juan de la Cosa. Nos hacen creer que debemos elegir y ahí está el primer colofón. Definir quien soy requiere decir todas esas cosas y la verdad ninguna me atrae: Los de izquierda o los de derecha y los de centro son exactamente lo mismo: la piel con la que se presentan no oculta lo miserable de su condición. Sería pues anarquista, pero no conozco a ninguno que valga la pena y eso me hace pensar que de la teoría a la práctica hay gran distancia. "Respetar al otro y recibir respeto de otro" es norma moral y de la anarquía misma, pero no hay quien sea más irrespetuoso que el que porta una bandera para identificarse de alguna secta. Así que me auto excluyo de cualesquier secta, sistema político, bandera, patria y religión. Toca portar el carné representativo, el que te ponen desde niño para justificar que estas en el planeta y que naciste bajo una bandera y una patria, pero eso es corruptela y tramitocracia. Ese papelito me lo han pedido miles de veces como identificación y toca portarlo para que la "ley impuesta" no haga de mí un extraño. Allí reza mi nombre y el municipio donde nací, un número de asignación y hasta el tipo de sangre y la fecha de expedición, una foto de mi juventud y hasta una firma ilegible que me me idee cuando era un mozalbete. Si a alguien le interesa esa, le consigo una copia. Ese papel dice lo que soy para el gobierno y para efectos legales y puede hasta ser consultado donde compré, si tengo demandas o deudas con la justicia, así que es muy fácil que ese papel sea yo. Si alguien lo tiene puede votar por mí, comprar por mí y hasta subirse a un bus por mí. Ahora filosóficamente hablando, no creo en el Escepticismo porque creo en los sentidos y creo firmemente que se puede obtener conocimiento con ellos. Abrazaría el Epicureismo pero me da lidia pensar que el cuerpo es bello y que sólo el placer alimenta. No soy Estoico porque no me conformo con lo que la naturaleza me ofrece. La Escolástica me parece una burda forma de conciliar religión y ciencia. En definitiva no soy Humanista, los clásicos nunca han sido mi fuerte, desprecio a Platón y a Sócrates y me enternece la puerilidad de Aristóteles. El racionalismo no tiene bases y aunque hablo mucho de la razón, no es la misma que propugna la ciencia o la que instaura la inquisición. En fin, no me hablen de Marx o de Kant, de Comte o de Shopenhauer, ni siquiera de Camus. La filosofía es otra invención humana para categorizar. Yo creo en lo que veo y mis ojos ya no ven mucho, creo en lo que me como y la edad me restringe muchas comidas, creo que el ser humano es una especie como cualesquier otra y yo soy un ejemplar de esa especie, creo que la humanidad es naturalmente servil y confiada y por eso se aferran a la idea de un dios o de muchos y matan en nombre de ese dios. Ahora ¿Qué soy? un homo sapiens y ¿Quién soy? Un homo sapiens al que bautizaron Segundo de dos hermanos y que es hijo de lobo por apellido, nacido bajo el sol y que habita en el tercer planeta, mal llamado tierra y que debería ser Manto. Vía láctea, brazo de Orión, entre el brazo de Sagitario y el de Perseo, Grupo local, supercúmulo de Virgo. Donde viven otros 7 mil millones de sapiens iguales, que por creer ser especie distinta y especial -hasta se cree elegida por un dios- cree que lo que sea o quiera ser es importante para alguien.
PS 1: Una vez toqué a la puerta de una casa y desde adentro escuché: "¿Quién es?". Pensé quien era y me sentí tan insatisfecho con las respuestas mentales que me dí, que debí seguir mi camino sin contestar nada.
PS 1: Una vez toqué a la puerta de una casa y desde adentro escuché: "¿Quién es?". Pensé quien era y me sentí tan insatisfecho con las respuestas mentales que me dí, que debí seguir mi camino sin contestar nada.
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