Yo he sido tratado como un cínico en cuanto a animales se refiere que porque los golpeo y no me gusta que se me acerquen, al único animal que soporto es al del género opuesto de mi misma especie como dijera Morris, aunque a veces no me soporto ni a ese. La verdad es que si un animal se me acerca, trato de despedirlo y si es necesario que lo golpee, pues lo hago y lo hago sin remordimientos; si mis señas no le son suficientemente claras para que me entienda que no me gustan los animales, toca ejercer la violencia, aunque no de la manera más primitiva. Realmente yo les doy patadas cariñosas, sólo de advertencia y las más de las veces recuerdan mi olor y mis gruñidos y no vuelven a acercarse a mí. No es que odie a los animales, simplemente no me gusta como la gran mayoría les habla, les acaricia, los pone en circunstancias humanas y los vuelve punto de referencia en su vida. A mí me gusta el marrano y el bagre frito, pero los perros y los gatos y otras posibles mascotas las mantengo lo más alejadas posibles de mí. Tal vez, como dice Vallejo, eso de andar pensando que hay un animal en la casa que depende de lo que yo le lleve o que se muere de hambre si me quedé un fin de semana en otro lado no es para mí. El perro del vecino no me cae mal, me cae mal el vecino que le da besos de lengua a su perro y está lleno de pelos y viene a saludarme efusivamente de abrazo y beso (válido para las vecinas). Compadezco al perro del vecino que le ponen camisetas de nacional, medias, bufandas, gorros y otras fruslerias para equipararlo a un miembro más de la casa con tendencias a los gustos del amo. Pobrecito el perro y el dueño tan idiota. Los animales tienen pelo y no requieren de otra vestimenta -mi nieta me decía: "abuelito búsqueme una sombrilla para los caballos que pobrecitos se están mojando" y en ella esa situación es perfectamente explicable- y si les ponemos escarpines, tenderán a perder el nivel de fricción al que están acostumbrados y los gorros evitan que puedan usar en confianza su poder auditivo. Válida la correa por si quiere morder a otro o para reprimirle las escapadas o sea que el collar por mi está bien, pero yo jamás en mi vida, amando un animal, me atrevería a ponerle una cadena. Esas son cosas de esclavos, los animales me gustan libres y en estado salvaje. Los que aman a los animales los encierran en una casa o en un apartamento y conviven con ellos o les hacen un refugio de porquería de 50 centímetros cuadrados y de menos o los encierran en un patio de 2 por 3 metros y se dicen amantes de animales. Mi hermano ama los animales: tiene un loro hace 20 años en el patio de la casa, pobre, no ve nada verde desde que nació y tiene tres turpiales y cinzontes en una jaula y tiene unos peces hermosos en una pecera de vidrio de menos de 50 litros, tiene una tortuga morrocoy en el solar de 10 metros cuadrados que no tiene una sola mata, tiene un perro doberman amarrado con una cadena en el patio de atrás y tiene una granja en dos metros cuadrados donde cría gansos, gallinas y codornices, hasta una iguana tuvo en un tronco seco. El no ama los animales, creo que los odia, amar a los animales es dejarlos libres y dejarlos ser en su propia naturaleza. Otros seres humanos les amarran un morral y les ponen un bozal. De nuevo, eso es reprimir al pobre animal y usarlo como sirviente, de ninguna manera es amar a los animales. Aquí llega el que lo tiene como sustituto, aquello del "síndrome del nido vacío" en el que un animal reemplaza a un amigo, al hijo, al borracho, al grosero, al faltante en la vida y eso si que empalaga. Empiezan por decir: "hay mi perro es tan lindo, me mira con una ternura y si lo llamo viene y me ladra si no le doy comida y hasta se enoja como un adulto". Por dios insanto -perdón Luci- Todos los animales van si les van a dar comida, por eso caen en las trampas, pero eso no los dota de nada humano. Si creo que se aprovechan de la dulzura, una especie de neotenia para atrapar al humano y este idiota cae redondo ante una cara achatada y una nariz fría y babosa o un pelaje de concierto. Esos son los que peor me caen: "pobrecito el perrito, tiene hambre, lo han tratado mal, está aporriadito, lo abandonaron". Ingenuos, nunca han visto lo bien que la pasa un perro callejero que va donde quiere y le lame la mano al que tiene un pan. Una lectura de London les sería útil y hasta la visión perruna de Wolf. Tengo una amiga que tiene un refugio de animales con más de 300 ejemplares. Deberían ver como se ponen cuando llega el ama con bultos de cuido y pan. Garantizo que si las bolsas fueran en mi mano, harían exactamente lo mismo, pero ella cree que la quieren. También tengo una amiga con perra y gato y les paga dentista, oculista, veterinario y psiquiatra... con razón no le alcanza la plata. En resumen yo no odio los animales, los quiero libres a todos y me aterran las zalamerías de los humanos para con sus mascotas que ya no cumplen función de vigilancia y aviso sino de compañía y refugio. Es el colmo que hasta nombre les ponen, si a mi correspondiera al perro le llamo perro y al gato, gato. Por otro lado están quienes usan de mascota a otros animales: ratas, curies, serpientes, gallinas, tortugas, hamsters, iguanas, cerdos, mofetas... Todo lo que se acerca a mascotas, se refiere a esclavitud y a usurpación de la naturaleza en cualquiera de sus formas.
PS: Sé que después de esto muchos amigos dejarán de dirigirme la palabra, pero como ya dije, me da igual porque no me gustan los animales.
PS 2: Es verdad que en mi juventud - yo era un niño todavía- tuve un perro al que llamaba cariñosamente "perro" y que vivía asombrado con todo lo que yo hacía, por ejemplo, cuando tocaba la guitarra el perro decía "guau" y si silbaba decía "guau" y así por el estilo.
PS 3: Cítenme a un sólo ser humano que no considere única a su mascota. Claro que igual pensamos del padre, de la madre, de los hijos...
PS 4: Se dice además que las personas que no quieren a los animales y los maltratan tienden a ser sádicos y asesinos en serie. ¿Que me dicen de todo el que le pone ropas a un animal y lo tortura con zalamerías?
PS: Sé que después de esto muchos amigos dejarán de dirigirme la palabra, pero como ya dije, me da igual porque no me gustan los animales.
PS 2: Es verdad que en mi juventud - yo era un niño todavía- tuve un perro al que llamaba cariñosamente "perro" y que vivía asombrado con todo lo que yo hacía, por ejemplo, cuando tocaba la guitarra el perro decía "guau" y si silbaba decía "guau" y así por el estilo.
PS 3: Cítenme a un sólo ser humano que no considere única a su mascota. Claro que igual pensamos del padre, de la madre, de los hijos...
PS 4: Se dice además que las personas que no quieren a los animales y los maltratan tienden a ser sádicos y asesinos en serie. ¿Que me dicen de todo el que le pone ropas a un animal y lo tortura con zalamerías?