lunes, 24 de septiembre de 2018

La felicidad

He oído por ahí que el hombre es un simio encartado con la razón, de nuevo falla mi memoria para darle dueño a esa frase, pero no se ocupen algún erudito le encuentra dueño y se la pone. Lo que pasa es que parafraseándola: el hombre es un simio encartado con la razón y agobiado por la felicidad. Pero, ¿Qué es la felicidad? vaya problemita en el que me metieron mis chicos. Antes de ir a la felicidad y sin dar rodeos filosóficos, debemos hablar de su definición y en el wiki dice: "Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno." La psicología la define como un constructo de varios elementos que comprende las experiencias placenteras y las emociones positivas que, mal que bien, todos conocemos y aceptamos: la ira, la tristeza, el asco o el miedo no son positivas sensorialmente aunque puedan ayudarnos a entender, aprender y evolucionar. Definitivamente no causan alegría a corto plazo, aunque puedan hacerlo a largo plazo -aquello de huir de un animal o reconocer un peligro-. Con esa simpleza, cualquiera por experiencia puede afirmar que lo que hace feliz a uno no hace feliz a otro, que incluso la felicidad de uno es la tristeza o la ira de otro porque la felicidad es subjetiva. Podemos encontrar sensaciones comunes de alegría y felicidad: comer, dormir, tener sexo, aunque no son absolutas y podemos hallar unas opuestas: limpiar, obedecer, trabajar, aunque tampoco sean absolutas y encontrar a alguien que verdaderamente disfrute una vesanía como obedecer, es encontrar a un loco. De todas maneras no es raro encontrar gente cuyas alegrías se encuentran en otro nivel: ver asesinatos o accidentes, el dolor de otro -muchos se ríen cuando alguien desenfadadamente tropieza o se golpea- ver que otro pierde su nivel o cae en la desgracia administrativa.
La felicidad es pues un estado más simple en el que nuestro cerebro libera algunas sustancias de recompensa cuando hacemos algo que consideramos ameno, alegre o agradable. Tal sensación es tan placentera que nos hace adictos a ellas y por ello las buscamos incesantemente.
Resuelta una cuestión, espero, puedo ir al otro extremo y preguntarme que me hace feliz y ahí si llegó la escolopendra envenenada: Nos hace felices la imposición de la cultura global, la propaganda, el discurso de los medios y un entorno competitivo nos dice que para ser felices hay que ganar dinero en exceso para darse lujos en exceso: Si compras tal auto, tal marca, si fumas tal cigarrillo, si usas tal perfume, si empleas tal cepillo, adquirirás -no es raro que todos los comerciales apunten a la felicidad y al sexo y por ello los modelos tienen trabajo- mujeres de este y aquel tipo u hombres con estas características. Tener un radio es la felicidad, tener un smartphone es la felicidad, tener un televisor en casa es la felicidad, tener un computador es la felicidad, tener dos televisores, tener tres televisores, tener tres computadores... Nuestra felicidad está viciada por el consumismo: La gente ya no es feliz en medio de la selva sin tener agua corriente, habitación, señal por cable, telefonía móvil y acceso permanente a las distribuciones alimenticias y las recogidas de heces y basura. Este esperpento lo dictó la cultura y se refuerza con la competencia del animal humano del frente: "es que eso es lo que está de moda ahora"; "a ella le compraron un vestido así y asá"; "si ellos pudieron comprar carro porque nosotros no" -la envidia es una emoción. ¿positiva? ¿negativa? ¿Qué sé yo?- "ellos tienen facebook, instagram y whatsapp... y datos" "todos mis amigos tienen". F. González decía "Yo soy tu perro señor, pero, ¿cuyo perro eres tú?" lo que queda así: yo sé cual felicidad me impusieron, pero, ¿cúal felicidad te impusieron a tí?
Nos creamos la cultura y convertimos en necesario lo que no lo es y transformamos la felicidad en un simple hecho y en una sola palabra "tener": la riqueza y la carrera para conseguirla. ¿Se puede ser feliz de otras maneras? es un hecho. La felicidad depende del entorno: el hombre nace sano y la sociedad lo empuja. Estamos enfermos de buscar una felicidad impuesta y por buscar la felicidad impuesta nos andamos perdiendo. ¿Puede cortarse más sobre el tema? Seguro, pero no me interesa sino esto básico para mis pupilos.

PS: El modelo como ideal de belleza también es una imposición de la felicidad: Serás feliz si mides tanto por tanto o si tienes unos pechos de tanto y una cadera de tanto, con lo que atraerás a elementos de tanto por tanto o de cuentas de tanto por tanto.

PS 2: Existen unas felicidades místicas, también impuestas por las religiones de turno en donde el que sufre será recompensado y en donde se antepone una felicidad eterna por un ligero sufrimiento de una vida en la tierra. Hay tantos en esa tendencia que yo mismo quedo aterrado del poder del miedo a ser condenado.

PS 3: Sabemos que es posible escapar de la cadena alimenticia de la felicidad, pero para ello debemos ir a otro sitio con otras reglas y crearlo, En un medio como el nuestro, tienes que trabajar porque es la imposición y el dinero ordenará el caos y los niveles de felicidad que él mismo imita y limita: Si sólo ganas un mínimo, no aspiras a casa, aspiras a pagar arriendo el resto de tú vida y aunque la felicidad de la selva es bruta, el hecho de que todos quieran una casa, un día, acabará con la selva.

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