domingo, 9 de septiembre de 2018

El cuatro por mil

Se me genera un dilema ético y moral, incluso me da rabia y envidia de lo que son capaces unos directivos o directores o, no sé, unos líderes comunitarios, que ahí entran los profesores y la planta de empleados. La rabia me da contra los que, impávidos, observan lo que pasa con la conciencia tranquila de que no pasó nada y contra los que, liberalmente, se dejan engatusar por modelos implantados y lo peor, según ellos mismos, aceptada por los altos mandos escolares. La envidia es para los genios que se inventan maneras de producir dinero con el deseo de los jóvenes: Una rifa -toda rifa es una manera de la estafa- un bingo -no hay quien no desee perder clase por jugar y también es una estafa- o la máxima "el yinsday" debió ser el Jeans day, pero la cultura no les alcanzó para tanto. Claro, ¿qué quiere el joven? ir sin uniforme al colegio ¿entonces? cobrémosle por venir con ropa de calle; la módica suma de 1000 pesos y puede obviar el uniforme. Qué verraca envidia, ¿A quién se le ocurre semejante forma de producir dinero sin el mayor esfuerzo? Genio o genios. ¿Cuánto se recogió? Que sé yo. Eso me da más envidia porque esa platica se pierde por cualquier lado y nadie responde por ella y el muchacho: feliz. Ahí vienen mis otros dos problemas, el ético me asalta porque se supone que no se debe cobrar nada en la educación. Ni una fotocopia, ni pedir un libro, pero al recoger dinero de tal forma, aceptamos que el fin justifica los medios y nos hacemos seguidores de Maquiavelo, con el cual no está de acuerdo la ética social más arraigada: "lo maté para quedarme con su casa" y yo no tenía casa, es un fin noble a cualquier visión filosófica. "Robe para comer" sigue muy bien justificado y me entienden tal vez el dilema ético. En cuanto al dilema moral, se me ocurre ¿puedo hacer lo mismo para deleitar la vista o para infringir cualquier otra norma de los colegios? Me explico: Instaurar el "insult day" o el "offense day" y que ese día todo alumno que cancele de antemano pueda ofender con palabras de grueso calibre a sus profesores y directivos. O ¿Qué tal? Instalar el "topless day" Eso sería una perfecta maravilla de genialidad e institucionalidad. Instauremos el "vagrancy day" y que ese día todos los alumnos que paguen no hagan nada en clase.; El "five day" y todo aquel que cancele se le pone cinco. La moral no es clara. O hay juegos de doble moral o definitivamente es sorprendente las modalidades inventadas en el colegio. Les agrego un hecho: Cuando conté esta historia y pregunté porque alguien pagaría 1000 pesos por venir con ropa de calle una persona me respondió: "yo no sé yo sólo pagaría y ya". Me tocó darle una cátedra sobre la inversión del dinero y aclarar que tal práctica, tanto la de pagar como la de instaurar días propios para romper reglas a cambio de dinero eran una manera de la estafa y que dudaba mucho que estuvieran en consonancia con la directivas de un colegio -olvidaba yo que en el mundo solo hay una religión, la de ganar plata- sin salirme del esquema rabia, ética, moral, envidia puedo dar otro ejemplo: están prohibidos los animales en los colegios -obvio que los de cuatro y más patas, los demás son los que se van a desasnar- pueden interrumpir el acto de la educación misma, morder a un estudiante, pelear entre ellos y hasta comerse la comida de los demás o saborearla solamente, que es peor. Se habla del tema en cuestión, pero los mismos profesores les alcahuetean comida y les llevan sobras -no conozco un solo perro que se vaya de donde lo tratan bien- y les miman y soban -eso sí, usted no los ve que se laven las manos después de tales prácticas- y claro, el día que los perros pelean, se meten a la cocina y se suben al mesón, se comen el "lunch" del profesor Nardito o la dieta de la profesora "concha", el día que se ve lo perjudiciales que pueden llegar a ser en tal entorno, nadie se compromete porque pobrecitos los perros y demás. ¿Por qué si aman tanto a los animales, en vez de convertir el colegio –cosa anormal- en un centro de acogida de animales, convierten sus hermosas casas en tal hospital y lugar de acogida? Norma, ética, moral, envidia y rabia se me suman todas. La verdad es que la forma de pensar no se puede cambiar y cada cual tiene sus creencias, sus afectos y sus defectos. Yo tengo los míos, por ejemplo, yo convertí estas reflexiones académicas en tribunas de reflexión escolar. Dudo mucho que se aleje de la realidad y aseguro que, las prácticas en los colegios, son motivo de reflexión y yo las traigo a la palestra, para efectuar el maravilloso arte de reflexionar y pensar y para ver si alguien se da cuenta o le pone atención a tal exabrupto.

PS: No puedo dejar de pensar que algunos políticos se educaron en colegios así, y de allí surgió el cuatro por mil, el soat, el peajito social, la semaforización,.. Genios, es definitivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario