lunes, 4 de febrero de 2019

Imitemos

Muchas personas juran que las comparaciones son odiosas y absurdas y yo afirmo que sin las comparaciones aún no saldríamos de la edad de las cavernas. Que tal que Darwin no hubiera hecho comparaciones con las especies sobre las costas de los continentes y las especies en sí mismas por su ocupación, alimentación y desempeño o que tal si Gregory Mendel no se hubiera dedicado a comparar las diferencias entre las plantas que sembraba o, más simple y para terminar, que tal que el homo no hubiera reparado y comparado las similitudes entre el fuego y la fricción y comparado las ventajas de tenerlo con las de no tenerlo. Similar pasa con la rueda y la agricultura, las observaciones de Einstein, de Copérnico, de Galileo o de Descartes. Las comparaciones son necesarias para mejorar o para caer en cuenta de un algo. No está por demás que si nuestros genes son egoístas, también se puedan mejorar por la vía de la envidia y así, completamos el panorama de los pecados capitales de lo evolutivo, dejemos eso para el evolucionismo puro. Salvada la cuestión de la identidad por explicaciones evolutivas, podemos asegurar que nuestras especies se mejoran con la observación y la imitación. Aunque podemos afirmar que la evolución no tiene un sentido direccional, si premia a las mejores adaptaciones con la supervivencia. Ya hemos discutido eso acá, yo no quiero ser un topo de nariz estrellada que habita los suelos por conveniencia, ni una ballena limitada a comer krill para mantener un mamotrético y descomunal cuerpo ¿Cuando se adaptaron a ello? no es importante, el momento en que lo hicieron fue promordial para su supervivencia y aún no se acaba el krill: obstenten su premio. Surge una pregunta ¿Contra que nos debemos de comparar? y ahí vuelve a surgir la cuestión vital de este insermos y del pasado sobre "burros". Imitar es una cualidad, el humano aprende por imitación y hay que ofrecer al párvulo una buena identificación con el entorno. Padres abusivos serán imitados, padres que insultan, padres que fuman y beben, padres que no limitan sus impulsos eróticos. El entorno familiar es bastante importante en la creación de la personalidad de un cachorro nuevo, no sólo los padres, sino los amigos y los compañeros, lo que ve, lo que lee y lo que escucha: No hay esperanzas evolutivas acogedoras donde Daddy Yankee y Maluma son héroes nacionales, donde los niños quieren imitar al mayor capo del narcotráfico y las chicas a sus esposas que se ponen tetas porque sin ellas no hay paraíso y se las quitan por que con tetas tampoco. Donde los libros nacionales son la biblia y el nuevo testamento y se vanagloria la humanidad de no haber empuñado ni leído nunca un libro o si lo ha hecho, de Coelho o de Chopra. Donde primero se impone la moda y los programas con más rating son los de fantasmas, abducciones y accidentes, amén de los que exhiben deformidades posibles en humanos. Donde el otro se fija en que llevas o que haces. Creo yo que sea posible mejorar la memoria y aprender de lugares e historia leyendo libros, pero hay tan pocos que leen o gustan de la lectura. Sabemos que la lectura es menos impresionante que el video ─al menos en cuanto a aprendizaje en el cono Dale (deil)─ pero por lo mismo exige más al cerebro transformándolo. Veo también una dificultad implementada por la falta de desarrollo del pensamiento crítico. A un chico lo crían en casa enseñándole que dios indujo a una paloma a preñar a una virgen y que virgen quedó después de dar a luz a un mocoso y que ese mocoso es la base de la religión cristiana, se le adora en mil formas y mil advocaciones y hasta se adoran sus partes ─yo he oído que por los pies de cristo o la sangre del cristo y hasta el corazón del cristo─ y nadie se pregunta como pudo haber pasado o si existe ciencia detrás de todo eso. Se inventan el hada de los dientes, papa Noel, los espantos, el ratón Miguelito, el traído navideño y celebran ritos en los que con pases mágicos, se soluciona todo y hallan maneras de mezclar esa desfachatez con ciencia real. No podemos esperar que todo sea ciencia, pero se debe mostrar la facilidad mental para el lujo y el desparpajo y por ello es mejor imitar al que por lo menos chicanea con cuatro babies ─es él quien no lo sabe escribir─ aunque las ganas sean por los críos y no al nerd que se queda en casa resolviendo ecuaciones y, leer un libro implica una dedicación y un esfuerzo mental que no es digno de imitar, es preferible pasar ocho horas de la vida viendo reencauches hollywoodescos con explosiones y disparos y violencia a más no poder para imitar con los vecinos y los compañeros del colegio. No es broma, el camino fácil es más atractivo. ¿Para qué me preocupo por aprender a tildar si una profesora me juró que las mayúsculas no llevaban tilde? ¿para que leer un libro e imaginárselo, si ese libro tiene película que me evita hasta los malos ratos? ¿Para qué estudiar si Maluma y Peñalosa no lo hicieron y un papel se puede mandar a fabricar en photoshop? Yo me voy con la pregunta de que es lo que queremos imitar y es cuando me doy cuenta de la decadencia humana, no olviden que las masas sin pensamiento y hebetadas siguieron a Hitler, a Musolini y a Stalin y, Maduro tiene seguidores de la misma ralea, sin importar que sean los militares cuya educación está basada en la obediencia ciega.

PS: No se me pueden olvidar los programas de supervivencia al desnudo, donde se aumenta la dificultad, haciéndolos trabajar sin ropa, pero lo que se aumenta es el rating con unas cuantas miríadas de mórbidos y chavales que esperan un error de la cámara o alimento para el pensamiento de Onán. Yo he querido analizar la situación de la dificultad y no veo lógica, veo un genio del rating en la producción y no más.

PS 2: No me vayan a decir que levantar una copa y partir una hostia no es un rito y además, caníbal porque simbolizan sangre y cuerpo y dan pases trazando cruces perdonando pecados y aceptando la interacción sexual. Yo no puedo creer que una pareja no tenga sexo hasta que otro ser humano, con poderes, le hace una cruz dándole permiso de fornicar y después va y queda con derecho hasta de golpearla.

PS 3: Yo odio esa palabra porque los Puerto riqueños se adueñaron de ella y para aclaración Babe es chica y baby bebé; el plural de babe es babes y se lee "beibs". El plural babys no lo conozco y a una chica se le puede ser zalamero y llamarla baby ─esta si se lee beiby─ pero el plural es babies, aunque en boca de esos carroñeros suena veivi.

PS 4: Pues claro que yo quiero "poseer" como cualesquiera, pero si he de imitar prefiero a un Hawkings o a un Galileo o a Copérnico, Tengo la imposibilidad del genio y por eso escribo, grito y llamo la atención sobre cosas que otros no quieren aceptar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario