sábado, 5 de octubre de 2019

Plan de gobierno

Hace días que están por ahí los políticos haciendo campaña para la nueva farsa estatal de elegir la corrupción que reemplazará a la anterior y no se imaginan la impresión que me causa ver autos con caras felices y manos abiertas, bastante retocadas para parecer honrados y legales, pancartas, carritos de mano arrastrados por zonas céntricas y personas diciendo a quien le darán su voto regalado y porqué: La farsa de cada dos años ─alcaldes una vez y presidente la otra e incluye la estupidez de la segunda vuelta para robar más─ que involucra tanto al pueblo amnésico que vota y a la clase media en busca de oportunidades de robar y ser olvidados. Yo pensaba que haría si fuera capaz de lanzarme al ruedo de la política y que tipo de campaña me acomodaría. Soñar no cuesta nada. Claramente mi campaña estaría compuesta por visitas a las veredas aledañas, a las más alejadas: en la junta de acción comunal, en la tienda más grande pediría que hicieran un almuerzo y unas empanadas o buñuelos con café y mucho tinto. Gaseosas y confites para los niños y les pintaría la posibilidad y la hora que es de que la vereda F tenga acueducto, y vías pavimentadas, hospital de funcionamiento continuo y atención prioritaria con parques inventados en zonas especiales y placas deportivas. Mas seguridad, para lo que se prometerá un aumento del pie de fuerza con un cartel único y hasta la creación de una estación de policía en cada vereda. Todos sabemos que no tengo que cumplir nada y que cuando esté disfrutando del erario, de erogar contratos y de sacar tajada, puedo sentarme a escuchar hablar mal de mí, mientras mi cuenta se esté engrosando. Por ahí escuché que un alcalde puede sacar una cuenta especial ─la mìnima le dicen─ sin que nadie le pregunte porqué y para qué y no dudo que aprovecharé para decretar que tal cuenta no pueda ser investigada ni dé cárcel. En cuanto al plan de gobierno, ya instalado en el solio de burgomaestre o cualesquiera puesto de esos y esperando que todos me llamen doctor, séalo o no, pondré en práctica la argucia política de hacer que se publique en cada canal que la culpa de lo malo es del gobierno anterior y que por eso no se ha podido hacer mucho y mientras tanto recontrataré la reconstrucción de unos cuantos parques, unas cuantas alcantarillas y unas cuantas calles ya hechas ─obvio que mal diseñadas por el anterior gobierno─ con jugosas ganancias bajo la mesa para este pecho. Obligaré a los canales de televisión a que se apeguen a transformar las noticias a mi antojo y siempre poniendo por encima la democracia y el poder del pueblo. Sólo se les permitirá proponer telenovelas con contenido dramático y que exalte los valores nacionales, y haré recomponer las novelas con remakes de Pablo escobar, Gonzálo Rodriguez Gacha, Carlos Lehder y la familia Ochoa, "Sin tetas no hay paraíso", "Con tetas no hay paraíso", "Con tetas si hay paraíso", "Sin tetas también hay paraíso", "La reina de la mafia" "pandillas guerra y paz capítulo 2020"" y cualquier otra serie que exalte tales valores nacionales para mantener en un aletargamiento a todo el pueblo. Igual ocurrirá con las emisoras, nada de culturales o por lo menos nada de cultura: Don Ebrio y sus sandeces y música sin cultura y a pedido del violador profesional y del macho que representa nuestra sociedad. Quedan prohibidos los programas educacionales y suprimiré de una vez y para siempre el canal institucional y su manía de tratar de pasar documentales de ciencia y programas con sentido que pongan a pensar al pueblo. Disminuiré las escuelas, pero aumentaré las nocturnas y el bachillerato por radio y por internet para poder publicar que estamos en un país alfabetizado: los institutos de bachillerato en un año y seis meses quedarán preaprobados. Todos sabemos que así se puede hablar de un pueblo culto aunque entre todos no se encuentren la nalga a dos manos y con una lámpara encendida. Una disminución de la planta profesoral y de las prebendas educativas incentivará a huir de la docencia e incluso una baja de salario, permitirá evitar que muchos traten de dedicarse a enseñar, que no es bueno para ninguna democracia. Haré oficial y obligatoria la cátedra Uribe y destituiré a cualesquier profesor que se rumore habla mal de la bandera, el país o la democracia o de nuestro insigne prócer con cátedra. Mis relaciones internacionales irán por el mismo camino ofreciéndole una tajada a los gringos y espacio de entrada para que pongan bases de "advertencia" a democracias pútridas de latinoamérica. Trataré de hacer las paces con la guerrilla y malgastaré millones en la añorada paz y quien quita que también me den un Nobel, repartiré subvenciones a todo aquel que firme la paz y un sueldo amplio sin trabajo requerido sólo por abandonar las filas de lo ilegal, aunque me aparezcan el doble de los guerrilleros existentes a cobrar y aún quede el triple en el monte como le ocurrió al amigo de la democracia que ya hoy me cansé de nombrar. Los sueldos o garantías de los senadores, concejales y diputados se respetará por encima de todo con un  pequeño incentivo para la gasolina y carro blindado propio para evitar que los amigos de lo ajeno y los secuestradores practiquen sus artimañas y argucias. Escoltas privados y militares contratados para cada uno de ellos debe ser una bandera de mi plan de gobierno. Proteger a los grandes comerciantes para que crezcan sus arcas, recortando horas extras y nocturnas, desarmando las eps's y disminuyéndoles las cargas de jubilación. Crearé una serie de "peajitos sociales" con fines a tiempo finito que luego impondré como fijos e indefinidos, para tener el dinero suficiente para poder ampliar mis cuentas. Inventaré un par de impuestos más: el cuarto por millón para financiar planes de guerra; el MIVA ─Más Impuesto al Valor Agregado─ sin extensión a la canasta familiar para que el estúpido pueblo crea que estamos de su lado; multas aumentadas para quienes circulen en vehículos contaminantes cerca a las fabricas de nuestros insignes productores que nos hacen más fácil la vida: Coca cola, Pepsi, Familia, Nestlé, Procter and Gambler y Colgate Palmolive... Lo he decidido me lanzaré a la política.

PS: Obvio que el primer paso es una fotografía retocada con las manos abiertas y cara sonriente al lado del hombre de corazón grande. Esos son votos puros en las urnas. Además haré un subcontrato donde mis manos no se vean y donde prometeré puestos burocráticos que si no existen, se crean y ya, para que a las entradas de las urnas paguen entre 10.000 y 100.000 por voto y permitan, a la manera de Salom Becerra que voten vivos, bobos muertos y menores de edad. con una cláusula para los jueces que advierta que voto en blanco no vale y que voto ilegible es para mí.

PS 2: Nada difícil pagar un par de doctorados en Cambridge o en Hardvard aunque sean copias en Adobe photoshop para exhibir al tinglado y que, pequeños analfabetas puedan leer mis logros.


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