sábado, 6 de agosto de 2022

De las causas para la serialidad

 No debería preguntárseme a mí sobre estos modelos de causa y efecto sino a los estudiosos de tales seres vivos, pero la ciencia no puede de ninguna manera rehuir una respuesta, pero para dar una respuesta vaga no me anoto, aunque mis respuestas por sí, son vagas. Largas horas de disertación deben volver impráctico cualquier aprendizaje y por ello yo no voy a un tratado de psicología para determinar que hace al asesino serial o que lo empuja a tal. He leído al respecto algunas cosas, pero la causa primordial se desconoce. Lo primero que se manifiesta en los asesinos seriales que se han  investigado es una niñez desaprensiva, plagada de incongruencias, maltrato físico de los padres o niñez desamparada, menosprecio por parte de estos e incluso abusos sexuales. Esto no se puede negar al estudiar los casos de Jeffrey Dahmer, Theodore Bundy o James Wayne Gacy o si quieren a Luis Alfredo Garavito  o Pedro Alonso López y cada historia hay que tratarla aparte porque acá no hablamos de una ciencia exacta y estas son solo especulaciones avaladas por la  inexacta ciencia que estudia tales casos. Algunos, no todos los asesinos en serie, presentan lo que se llama el "Conjunto McDonald" o la tríada psicopática": piromanía o gusto por realizar incendios con ánimo de destruir, crueldad hacía los animales y enuresis que es el arte de orinarse en la cama hasta más tarde de lo normal en cualquier niño. Obvio que nada de eso es prueba fehaciente, que esos asesinos tuvieron hermanos que no saltaron la tapa de su cordura y seguramente existen miles de abusados y maltratados infantiles o que han experimentado la tríada psicopática sin convertirse en algún tipo de monstruo, pero iniciamos con una buena cantidad de hipótesis a probar, para lo cual hay que estudiar los asesinos en serie, sus causas y sus épocas para no mencionar a los aristócratas Gilles de Rais y Erzebeth Bathory de los que nos será complejo conocer su niñez y sus tendencias del conjunto Mc. Hubo algunos que, considerados asesinos en serie nunca fueron atrapados o eso se dice, Jack the ripper y el conocido como asesino del zodiaco y claro que hay muchos que nunca serán atrapados porque el crimen perfecto no existe, porque si se devela deja de serlo, entonces, si existe. Toca hacer una aclaración de motivación y la religión o las creencias e incluso una moral demasiado estricta dispara comportamientos que pueden llegar a dar como resultado un asesino en serie. ¿Quién culpa a Elizabeth de creer en una juventud eterna al bañarse en sangre de vírgenes? ¿O a Samuel little por "enamorarse" de todas las prostitutas? Se dice que estos individuos presentan otras alteraciones de la personalidad: no son sociables o no demuestran empatía pero lo contradice las innumeras veces en que no pasa de esa manera con asesinos joviales y dicharacheros. Cesare Lombroso creyó descubrir, estudiando asesinos y psicópatas que aquellos estaban por debajo de la evolución e incluso tenían brazos "simiescos", nariz respingada, orejas grandes, nariz aguileña... no fue la manera, porque los rasgos externos no nos dicen mucho sobre la serialidad. Incluso se ha descubierto que algunos de ellos pueden ser genios en lo que a inteligencia se refiere. Las imágenes de resonancia funcional han arrojado más claridad sobre el hecho. Adrian Raine en su estudio de los años 80's dice haber encontrado actividad reducida en el córtex prefrontal, el área del cerebro que controla los impulsos emocionales, y una sobreactivación de la amígdala cerebral, la zona que genera las emociones. Lo que implicaría que los asesinos tienen cerebros que los hacen más proclives a la ira y el enfado y a la vez menos capaces de controlarse. Al parecer, la ausencia de un gen ─el gen del guerrero─ que genera una enzima llamada MAOA que regula los niveles de neurotransmisores involucrados en el control de impulsos o quienes posean una variante de baja actividad, están predispuestos a la violencia y ni que decir a la serialidad. Igual son cosas a las que hay que dedicarles la vida entera para entenderlas y yo sólo quería darle una respuesta a mi querido desalumbrado o al que alimento con saber y le instigo a investigar más sobre el tema.

PS: Todos estos caballeros tuvieron nombres muy sugestivos para la prensa amarilla: El monstruo de Milwaukee, 17 víctimas en los 90's. Teddy, 30 víctimas en los 70's. El payaso asesino 33 víctimas en los 80´s. El monstruo de Génova, 172 víctimas  de los 90's y el asesino de los Andes 300 víctimas en los 70's. No puede decirse mucho de "El destripador" con 5 víctimas mujeres en 1800 o del Zodiaco con 7 víctimas conocidas en un solo año 1969.

PS 2: No sé si hay especial atención a los casos de tiroteos, que no son fuera de lo serial y que casi siempre obedece a una razón de venganza por el acoso o por maltrato. ¿A quien no le gustaría desquitarse de unos cuantos matones que ha tenido que sufrir en su vida?

PS 3: El grafoanálisis, que tampoco es una ciencia, estudió la escritura de muchos asesinos seriales y encontró rasgos tan generales que pueden aparecer en toda la población, así que no es una hipótesis: gran presión escritural, comienzos enfáticos, escritura rítmica y monótona, puntuación redundante o carente de la misma. Según eso, soy un asesino en potencia.

PS 4: Merecen casos especiales todos, porque si Manson fue asesino serial, lo hizo desde el lavado cerebral a su familia y ahí cabría involucrar al señor Applewhite y su esposa que con una secta que creía en ovnis indujo a la muerte de 39 personas en los años 90's o a Jim Jones de la secta Templo del pueblo que indujo a la muerte a más de 900 personas en Guyana en los 70´s.

PS 5: ¿El asesino nace o se hace? dejarle toda la culpa a la evolución es una patraña y a mí sólo me gusta arrojarle el agua a la sociedad, a la religión y a la cultura. Quede para otro insermo.

PS 6: La psicología describe en los psicópatas una tríada oscura en los rasgos de personalidad y que se solapan unos a otros: El narcisismo encontrado como autoproclamarse único y sin competencia; el maquiavelismo que nos impulsa a controlar y manipular a los demás y la psicopatía que se muestra en una ausencia de empatía o en la incapacidad para sentir remordimiento. ¡Oh cáspita! todos somos en menor o mayor medida psicópatas.

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