domingo, 16 de febrero de 2020

Esto de ser artista

Hace días que me debo a mi mismo este insermo para hablar del arte y de los artistas. Del que se cree artista y del que lo es y de la definición de arte y de artista. Para empezar me aburre todo el que se cree artista porque alguien le dice "maestro" o porque a sí mismo se ve como un mesías en su campo. No falta el que se extrapola y comenta que el artista no es él sino quienes lo ven así y que su arte lo es porque extrae lo mejor de los demás que así se lo expresan. Estúpido, aunque tiene algo de verdad, sin una decena de idiotas detrás, el artista no existe. Millones de seguidores garantizan que ciertos personajes son artistas, aunque no pasan de un ridículo continuo. Ridículo por cierto, que llena sus bolsillos. Pero ¿qué es el arte? Supongo yo que sus primeras manifestaciones debieron producirse por el deseo, en las cuevas de Lascaux y Altamira lo que vemos es un deseo pintado, ¿que quiero para vivir bien? ¿que animales querría tener para cazar? Y de ahí, espero yo, surgiría el deseo por plasmar en piedra, cada vez más bello, mi deseo o mi imaginario, no faltó el que tuviera talento o rodilleras e impusiera un estilo y los 4 bobitos que hacen falta para crear tendencia. Hace 70000 años empezamos a dedicarnos a algo diferente a sobrevivir y le dedicamos un espacio a pensar, a desear y a agruparnos según esos gustos. Algunos crearían más gustos y otros se adicionarían a esos gustos y la educación tiene su parte, junto con la aldea global, que ayuda a promover gustos. Después de un tiempo, aquello que no partía de la necesidad de comida, procreación o supervivencia, se llamó arte. Aquel baila, pero bailar no es supervivencia, arte. Cantar es contraproducente en la caza, arte. Representar una obra no sirve al buen alimentarse o conseguir refugio, arte. Este pinta y lo hace muy bien, pero no es necesario en la recolección, arte. Apareció la religión y el arte se fundió con las conmemoraciones funerarias y con el ruego a los dioses, el hombre creyó que estos ritos eran necesarios y el arte empieza a fundirse en necesidad espiritual. De allí a un mundo regido por los artistas del balón, por los genios del pincel, por los virtuosos de la música y el canto, por los influencers de youtube, las academias de artes y los funámbulos de circo no hay casi nada. Todo el que posee un don especial alejado de la caza y la supervivencia, lo convierte en arte y se convierte en gurú de su propia escuela. Hoy todos quieren ser artistas porque el arte se convirtió en una forma de sobrevivir y quien es bueno en algo, cobra por ello y, muchas personas con intereses similares, ávidos de "alimentar el espíritu" pagan por estas sesiones de arte. Las más comunes hoy son la música y el deporte, pero hay tantos y tan variadas formas de arte como artistas: el que lanza pelotas al aire y el que vuela en el Cirque du soleil; el que cobra 2 millones por show y el que se sube a cantar a un bus por monedas; el que pintó la Gioconda y el que hace cuadros con aerosoles de colores o tizas en la calle; El que tomó la foto perfecta ─que no se sabe que es eso─ y el que sólo presiona el botón de la cámara como tic nervioso; el que piensa una poesía con términos grandisonantes y el que sólo desembucha lo que le pasa por la cabeza y el repentista; el que usa cámaras de 360 y drones en la filmación con alto presupuesto y el que lleva un documental en la cámara de su móvil; El que baila tango y ballet en puntas de pies y el que arrabalea un merengue a dos compases; el que escribe para Le Monde o el Wasington Post y el diarista que relata la crónica roja para el Espacio; el que dirige una multitud con palabras salidas de su alma y el que se amuletilla hasta para decir coco; el que recita un poema sin sentido con palabras muy bellas y el que, aún en prosa, discurre poesía pura; El que esculpió la Pietat y el que hace cuatro mamarrachos de plastilina... hay tanto arte y tanto artista. Siempre vendrá uno que se crea más que otro a decir que lo de aquel no es arte y el arte nos corroe y corrompe, pronto tanto artista y mago hará sucumbir los museos y los parques ¿Donde guardarán las obras de los futuros artistas? Queda pues mi querido saltamontes, que el arte es un invento humano, cuyas raíces no se hubieran fundado sin el deseo, el tiempo libre y el parecer de los tendencers. De ninguna manera puede ser juzgado porque hasta una plasta de fecas es arte y cada cual decide que clase de artista es y que arte le gusta, pero la definición más bella, que no es la única, ni más precisa que otra, es de mi amado José María Vargas Vila: "el arte es la expresión sencilla de lo bello".

PS: Algunos llaman a esas ocupaciones no relacionadas con la caza y la supervivencia, cultura y esa cultura expresada se convierte en arte.

PS 2: Ya discutimos que para mi no es arte la pintura, que "La noche estrellada" de Van Gogh o "El grito" de Munch no son más que expresiones y pintura tirada por un buen pintor, pero nada más allá. Yo no soy capaz de hacer ni esos mamarrachos, pero veo más trabajo en "La creación de Adán" de Miguel Ángel o en "El nacimiento de Venus" de Boticelli, cosa que tampoco soy capaz ni de imitar, pero no le veo la veneración que le profesan a "La venus de Milo" o a "La Pietat" de Miguel Ángel, aunque supongo que cualquiera capaz de esculpir el mármol de esa manera es para mí un artista. La veneración de la obra de arte por el autor o por la expresión lograda o por el intringulis tratado no es mi dirección y me parece fanatismo. Otra cosa al hablar de mega obras como "La esfinge" "el Coliseo romano" o la pirámide de Khufu, son cosas que requieren un artista y aunque simplemente sea un edificio, implica para mí, arte. Lastimosamente si hay muchos originales el arte desaparece. Para mí, un ingenio como un auto o motocicleta es una obra de arte pero el Renault 12 no es arte, ni la Harley Davidson Road King, ni tú casa, ni tu celular, ni tu intrincada maleta, ni tu ropa... Ahh y lo que yo hago no es arte, es rebeldía.

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