sábado, 28 de noviembre de 2020

Eutanasia colectiva

La dichosa eutanasia en entredicho por algunas naciones y religiones le atañe hoy a mis insermos. Es una palabreja compuesta por una raíz griega, eu, que quiere decir bueno, como en euangelio o eutrofia y  una variación de la también griega encarnación de la muerte pacífica: Tánatos, hermana gemela de Hipnos, el sueño apacible y prima lejana de Ker, la muerte violenta. Una traducción simplista sería pues, la buena suave muerte y a nivel menos etimológico es un suicidio consensuado y que debe cumplir ciertos parámetros legales: enfermos mayores de edad, con capacidad de decisión, con patologías terminales y capaces de expresar el deseo de forma verbal o escrita. Aparte que sean capaces de aguantar la carga de antecedentes y las decisiones de médicos, psiquiatras y comités requeridos para que la "buena muerte" tenga efectos legales y después de eso encontrarse con alguien que tenga las turmas bien puestas y no le de cieso malo aplicar el cóctel lítico requerido para tales menesteres. Sí, no se puede usar un método diferente y existe un protocolo de aplicación: sedación, inmovilización, envenenamiento. Hace mucho tiempo estudié tales drogas para una pena de muerte; pentotal sódico para sedar, bromuro de pancuronio como inmovilizador o relajante muscular y cloruro de potasio para propiciar un ataque cardiaco, igualmente el protocolo para eutanasia consiste en drogas calmantes, drogas para el dolor, drogas para la relajación y no existe más que un único procedimiento. Hasta ahí los datos técnicos, lo que sigue puede ser simplemente el pensamiento más burdo y no respondo de mí. Existen casos en que un ser humano no puede depender de sus acciones para disponer de su vida, como los retrasos mentales o las parálisis complejas y requiere de un segundo o tercero para ejecutar sus deseos y en ese caso toca acudir a la justicia colombiana que es lenta en cualquier sentido, que requiere de peritajes, pruebas y diagnósticos, al igual que de ciertos valores en los índices Karnofsky, ECOG, PPI... y luego depender de la valentía de un médico que por lo general, en este país, es seguidor del maniático Cristo que abogaba por una línea del decálogo que empuja al "No matarás" o se cree a pies juntillas eso del código hipocrático o al final teme caer en cruentas bromas legales en el país del papeleo y la tramitocracia. Esas personas están, en serio, jodidas si quieren hacer uso de la eu tanatos. A los demás les digo con sinceridad, no esperen nada de nadie, no se fíen de legalidades, ustedes son los dueños de sus patéticas vidas, no me hagan citar a Vargas Vila que él lo hacía muy bien encumbrando el auto cese por honor y pueden leerser el "Ibis" "mátala o mátate" así habló el maestro"; no me hagan citar a Emile Marcel y no me busquen las cosquillas, que hace 25 años escribí un libro donde estudié el suicidio con todos sus pasos y sus formas: las maneras, los infortunios y las fases claves, No espere a que el país le resuelva sus problemas, pero tampoco invito a nadie a que se mate, le propongo que no se queje del sistema porque es lento o inoperante, para el caso de la eutanasia la salida es el suicidio y las opciones para él son muy amplias. Comprometa desde ya a dos o tres personas cercanas que le ayuden a bien morir, así sea con el lado suave de una almohada o suministrándole la droga apropiada o llevándole a una buena altura o armándole la soga o consiguiéndole un arma, en fin... desde hoy mismo autorice que en caso de demencia senil, parálisis permanente, pérdida de las funciones intelectuales del cerebro o mutilación extrema, dolor extremo o náuseas de vivir, usted, en sus cinco sentidos legales autoriza, a que le apliquen la eutanasia de cualquiera forma y que libera de toda culpa a quien lo saque de tal sufrimiento. No es mucho lo que logra, pero con la promulgación de tal, libera a algún ángel de la muerte para que se entregue a su cometido. Ahora recuerde que hay muchas posibilidades de que usted pueda aplicarse el autocese sin ayuda, en cuyo caso es mejor porque no deja a nadie penando legalmente. Hoy día, si quiere que no lo entierren en sagrado, ya no pena. Si es cómo yo, que tengo unos amigos que me compraron una lápida en el "cementerio de suicidas" Libre de Circasia donde  "se mantiene la prohibición de poner cruces, celebrar misas, instalar imágenes de santos, poner epitafios o flores. Tampoco hay sepulturas en tierra." De la cual también reniego, pero agradezco la intención. Yo Jaime López declaro que no quiero esperar la justicia de los hombres y que sé de la inexistencia de la justicia divina y que condono a todo aquel que, en caso de necesidad, me ayude a bien morir, sin las triquiñuleas oficiales y los parapetos legales, porque declaro que mi vida es mía y no de ningún país, político, secta o dios. Perpetrada mi causa, me importa un adarme lo que hagan con el cadáver ─que oficiamente ya no es mío─ pero declaro que profeso la intención de que sea cremado y que sus cenizas se destinen al basurero municipal donde pertenecemos todos. He dicho.

PS: Después de decir, "He dicho" me queda asegurar que es la manera correcta de enfrentar el aborto, la eutanasia y el suicidio, sin decirle a nadie, sin aspavientos morales o éticos, con la convicción de quien es dueño de sí mismo y que no necesita llevar sus problemas a La Haya o ventilarlos en una red social. Principio de autogobernanza que se adquiere con la madurez intelectual.

PS 2: Olvido mencionar que en Bélgica está aceptada la eutanasia sin límite de edad, pero con parámetros similares, permisos y vericuetos legales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario