Hay muchas páginas de la red que hablan del tan preciado secreto de la Coca-Cola. Se dice que la fórmula sólo la conocen unos pocos y que nunca ha sido replicada más que por los privilegiados a los que la marca les ha permitido echarle un vistazo. La empresa se vanagloria de su fórmula y del secretismo que la ha rodeado para hacer un producto que se convirtió en rey de las bebidas carbonatadas. ¿En serio alguien se traga esa patraña de una fórmula que no ha podido descubrir el brillante ser humano? ¿Podemos saber de que está compuesta la atmósfera de un planeta y hasta sus proporciones por medio de la espectrometría y se nos escapan "las aguas negras del imperio yanqui"? ¿Un cromatógrafo puede encontrar composiciones químicas del orden de las moléculas y átomos y la Coca-Cola escapa a nuestros estudios? ¿La química analítica es capaz de encontrar las proporciones relativas de los componentes de una muestra, pero la Coca-Cola la crearon dioses que evitan con chamanerías que uno de esos químicos desentrañe una composición bien simple? Simple, la famosa receta de la famosa bebida no es ningún secreto más que para los ridículos que repiten lo celosamente guardada que se encuentra en alguna bóveda. Seguramente es un ardid publicitario que te hace amar lo buena que es, con sabor único y con calidad inigualable, es decir, que ninguna otra compañía puede replicar su sabor. Falso de todas las malditas falsedades. Por lo menos a mi análisis es una mentira. La fórmula la creó un farmaceuta de apellido Pemberton como una medicina y en sus inicios contenía unos miligramos de extracto de hoja de coca y nuez de cola, además de jarabe de azúcar. Al ser declarada la cocaína adictiva su contenido se reemplazó por cafeína, no su nombre y tal vez, las leyendas sobre su secretismo en la fórmula real se remontan a los años 60 del siglo XX. Cada rato se reúnen expertos a probar si una determinada fórmula es la adecuada y la empresa niega que sea esa creando más misterio al entorno. Déjense de pendejadas, que la ciencia de hoy está muy lejos de los secretismos y ufólogos que se refieren a un material como "de composición desconocida y no encontrable en la tierra". Cítenme una sola publicación seria que afirme tales payasadas y aún así, no me trago que una fórmula, un pedazo de material o un compuesto, no pueda ser descifrado con las técnicas modernas de investigación e ingeniería inversa. Ya pasó el tiempo de la chamanería, pero no ha pasado el tiempo de la ignorancia y la repetición como sinónimos de verdad. La fórmula de la Coca-Cola puede ser un secreto para muchos, tal cual lo fueron los rayos y la electricidad hace algún tiempo, incluso la escritura y el movimiento de los astros en los cielos. Hoy es pura farsa instaurada en cerebros pequeños que creen todavía en fantasmas y en energías misteriosas y se persignan frente a los fuegos fatuos y los cementerios abandonados.
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