Le toca el turno a la Biblia y claro, la única biblia que yo conozco es la católica, apostólica y romana, es decir una traducción que anda por ahí con muchas adiciones, es decir, que la palabra de dios es una amalgama de palabras no divinas, pero no es mi alcance de hoy, el tratar de adivinar o investigar que son adiciones y que son traducciones. Una biblia es una colección de libros que contienen las leyes, historias y doctrinas que emplea una materia. Para el caso la religión, pero podría hablar de la biblia de los masones o la biblia de los suicidas, rebajando un poco la palabra sagrada que asumen los que le llaman pomposamente La Biblia, así con mayúsculas. Por analogía o por comparación, diremos que están en esa misma categoría Las Edas, El Popol Vuh, Las teogonías de Hesíodo, La Epopeya de Gilgamesh, El Ananga Ranga, El Necronomicón, Algunas escrituras demóticas y jeroglíficas de las pirámides y... Me estoy desviando del tema. Yo sólo quiero referirme a unas parábolas que aparecen en la biblia mencionada y de las cuales tengo mis recelos desde niño y claro, no las voy a citar textualmente pero voy a traer una síntesis de algún lado: "Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde." Y él les repartió la herencia. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su herencia viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sus supuestos amigos se fueron y no lo ayudaron y sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y llegó a desear llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." Y, levantándose, partió hacia su padre. «Pero cuando aún estaba muy lejos, su padre lo vio y, conmovido corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado". Y comenzaron la fiesta. Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu herencia con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!" Ahí está, una parábola bien harto conocida. A mí, la parábola del hijo pródigo me parece una mierda de parábola. ¿Cómo así que al maldito que pidió la herencia, se fue y se la malgastó de un chorizo, regresó sin nada y mendicante y el padre le abre la puerta y le da "más" que al que se quedó a su lado ayudándole y protegiéndole y no le pidió nada? Algo anda mal. Los principios de la ley del Jesús bíblico tienen que tener algo chueco y su doble moral es contraproducente. El hijo pródigo no fue bueno, fue un bastardo hijo de su gran muralla que reclamó lo que no le pertenecía y lo gastó, no tiene ningún derecho a volver y a reclamar o por lo menos a mendigar sin reclamar, ¿Tiene razón el hermano que se molesta por ello? Obvio sí. El otro perdido, mariguanero, comelocas aparece y le dan un novillo, ropas y joyas, pero a él que hizo todo por su padre, aunque no le niegan, y le dicen que todo es de él no le preguntaron si quería ofrecerle a su hermano un becerro gordo y zapatillas y anillo. Piensen que podría pasar por mi cerebro de niño cuando ni un baño le ofrecen antes de vestirlo. Definitivamente esa parábola está chueca y no comulga conmigo. En la explicación hermenéutica leí que el padre representa a dios y los hijos a la humanidad pecadora y la no pecadora y como los celos del hijo que se queda también es un pecado pues en su obediencia hay un móvil de interés. Yo me pregunté ¿Quién carajos abraza una religión sin interés? La de menos es no perecer en el fuego eterno o no sufrir las iras divinas que acabaron con las murallas de Jericó, el Valle de Pentápolis, las plagas de Egipto, la matanza en el desierto... la mejor es congraciarse con él para que le conceda "deseos" simples, ganancias, favores y para que el supuesto día del juicio lo lleve a su lado. Ya lo dice el sabio refrán: Rezar es para los débiles y nadie, absolutamente nadie, abrazaría una religión si no tuviera prebendas fuertes o miedos fulgurantes. "Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes." La Parábola de los talentos es menos conocida pero ahí la tienen también, le dan a tres siervos (métanse en mi cabeza de niño para que se imaginen lo que yo, cuando me dijeron que siervo era esclavo, aunque lo supe después, porque mi madre no sabía que era) cinco talentos a uno, a otro tres y a otro uno conforme a sus capacidades. Dos de los esclavos duplican sus talentos y se los devuelven al amo y al que entierra y le devuelve uno, se lo quita para dárselo al que duplicó los talentos, que son como decir, sestercios romanos, Ases u óbolos. A mi me parece correcto que si un tipo me da mil pesos y yo se los guardo, seguros y se los devuelvo completos al cabo de un tiempo, hago más que los bancos actuales que te quitan un importe por haberlos guardado seguros y entregado, luego de algunas comprobaciones en cualquier sucursal de Europa. Casi me voy a los caballeros templarios de su querido dios greñudo. Los turiferarios que duplicaron los talentos no debieron regresar más que lo que les dieron y hasta menos y el verdadero ávaro es el repartidor de talentos, maldito esclavista sinvergüenza y usurero. A más, le da el talento al que le duplicó los cinco, el imbécil de dos no recibió ni con que comer y premio no hubo, aunque dice que "entra en el gozo de tú señor", Me vale un maravedí el maldito gozo, sin paga y sin premio quedó el siervo. El hombre de un solo talento es el hombre rebelde que reclama a su señor "que siegas donde no siembras y recoges donde no esparciste" y por eso lo arrojan, lo señalan o lo matan, porque la protesta social se manejaba de la misma manera en tierras de Canaán. Qué más pudiera esperarse de una sociedad de 2000 años de antigüedad, que fuera igual de capitalista que esta y de implacable que esta y de absurda que esta. Pues seguro puedo buscar más parábolas en la biblia, sabiendo que en la matemática hay más que suficientes, te voy a contar una ax²+ bx+c=0. Bueno, eso tiene de bueno la matemática, te acabo de contar millones de parábolas. El asunto del fariseo y el publicano no me queda claro, que el fariseo le da lo que pide la biblia: adoración, diezmos, ayunos y el otro miserable publicano no alzaba la vista siquiera y ese es el que merece ensalzamientos para usar palabras de la misma biblia. No me joda, no entiendo a ese cucho que enseña con ejemplos tan bobos. Ha de ser que yo, lejos de su templo y de sus virtudes, tengo más maneras y virtudes para ganar un reino de los cielos que no añoro ni me interesa. Lo del vino nuevo en odres viejos tampoco me parece muy de seguidores de cristo resignados, sino que a todo hay que conseguirle estreno. Yo no vi la enseñanza más allá de desear recipientes nuevos para todo lo nuevo y aumentar así el alcance del capital. Alma nueva, trajes nuevos, dios nuevo. La parábola del perdón dice que si siete veces al día pecare contra ti y siete veces volviera arrepentido habría que perdonarle, pero no le encuentro a esa lógica nada que tenga que ver con la sociedad. ¿Perdonaré a Jeffrey Dahmer y a Wayne Gacy? ¿A Garavito? No me crea tan achichinque. Seguro ya ilustré mi punto lo suficientemente para que me entiendan que la biblia está plagada de cosas tontas y sin sentido o que a mí, que no tengo sentido, no me parecen sabias o moralizadoras.
PS: Me mola que el dios bíblico sufriera de Ira, con algunas pruebas podremos demostrar que sufría por lo menos de dos pecados capitales y se habría pasado por la pretina tres o cuatro mandamientos.
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