viernes, 18 de agosto de 2023

Lazos filiales

 Ah, por si fuera poco sufro dos acontecimientos completos e inéditos. Ya sabía yo que este blog actuaba como diario personal y por ello anda tan recargado de mí mismo. Los días asignados por el comercio a diferentes profesiones y enfermedades me tienen sin mucho cuidado y no quiero siquiera recordarlos o hacerles el lobby. Ni a ellos ni a las personas en las que quisiera influir. Me invitan pues a una fiesta en homenaje al día del profesor o acaso por el día de la madre o por el día de los caídos en acción en Vietnam del sur. El día de la tierra me invitan a circular por ella diciéndole cuanto la amo y cuanto me hace falta. El día de la independencia de Colombia me obligan a tenerlo de fiesta y a lucir en mi balcón una gran bandera (bueno, realmente puede ser pequeña) para demostrar mi patriotismo, que no tengo y no me llama la atención. Soy apátrida, este país y cualquier otro me valen un penique y trescientos centavos. El día del músico me invitan a un licor espirituoso y yo no tengo nada contra los licores, pero el motivo me espanta y prefiero no aparecer en escena. Que vayan los orgullosos de sus composiciones, yo no me enorgullezco sino de mi rabia y no hay día de la rabia y por favor no lo vayan a pedir. El día del Alzheimer me felicitan y por fortuna lo olvido muy rápidamente. El día del Parkinson me envían recuerdos y yo los reenvío. El día de la lucha contra el cáncer me hacen guiños los pulmones y la garganta, hasta el hígado pero yo aplico la del renacuajo paseador y sigo orondo. El día de la diabetes me mandan dulces y el día de la neumonía pañuelos desechables...  No les parezca raro que alguien me felicite el día de la mujer y hasta un chocolate me ofrecen; yo agradezco y callo. Curioso que nadie me salude el día mundial de la salud o el de la alimentación, el de los enamorados, el de los amigos o el del día mundial contra la depresión. El día del trabajo nadie me llama y por fortuna, si alguien lo hace, yo no contesto. Tampoco es que quiera recibir mensajes o felicitaciones el día del nieto, del padre, del hijo, del sobrino, del entenado o del primo, por favor esos días, si no tienen nada que decir, no digan nada. Todos nos vemos más bellos con la boca cerrada, hasta yo. Si estos día que me competen por alguna afinidad con ellos no quiero fiestas ni menciones, imagínense lo que pienso del día de Star wars, el día de los Simpsons o el de Nelson Mandela y el día de la bareta, donde los pobres oprimidos salen a demostrar o a jurar que son consumidores profesionales o que avalan ese consumo profesional. Por favor, existe hasta un día de los asteroides y de los cuerpos no rocosos, de los planetas enanos y de los planetas gaseosos y pronto seguramente habrá de exoplanetas y de planetas parecidos a la tierra. Hay día de la libertad que no existe y de la lengua y el idioma que nos impusieron los españoles, día mundial del cerebro cuya existencia en la humanidad no ha sido comprobada y día mundial de la alegría que es el día de la bestia hebetada... ¿En serio? No me feliciten el día del anciano ni el día del gruñón, déjenme pasar por entre esa corriente y no se acuerden de mí ni el día de los olvidados o el día de los desaparecidos, que eso no me hace más ni menos entre todos. Dejen de inventarse fechas para celebrar que no hay nada que celebrar y entre ellas, no más cumpleaños por favor. La gente que no conozco, la gente que conozco, los bellos recuerdos, las recolectas, el pastel, los regalos... el calor... el gritar para que me escuchen mientras otros bailan frente a la pantalla verde... la cantada del cumpleaños en sus versiones, roquera, infantil y payasesca. Puro reflejo de hipocresía y una cadenita que no quiero cargar ni afilar... Por favor no más invitaciones al día más insulso de la vida, el día en que el sol ajustó una vuelta empezando el día del nacimiento. "Cumplir años" es la tontera de las tonteras, no lleva a ninguna parte, no dice nada de nosotros, no desdice nada de nosotros y no aplica para gente con cocientes altos de inteligencia.

PS: A mis amigos con cariño.

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