El mal del siglo es dizque el sida o el alzheimer, qué sé yo. Faltan 80 años para que se acabe este y seguramente les deparará sorpresas variadas, pero el mal del siglo pasado fue la depresión, que vaya usted a saber lo que es realmente porque está diagnosticado por una ciencia que no lo es y de seguro si la definimos desde el conocimiento mismo nos quedamos cortos y patizambos. La depresión es un estado mental en el cual asumimos nuestra realidad. Es real que no servimos para nada, que nuestros actos no cambiarán mundos, que somos poco importantes para los demás, que la vida misma no tiene sentido y que el actor de la Inglaterra con sufrimiento de tedio y spleen, apenas es un asomo al concepto de "depresión". Cuando se nos olvida el estado de drogadicción en el que nos hallamos siempre y nos damos cuenta de esta realidad ineludible, caemos en depresión. Según el DMS 5 se puede diagnosticar si se pasan dos semanas mínimo con melancolía, pérdida de interés por casi todas las actividades, disminución del apetito, insomnio o hipersomnia, agitación o retraso psicomotor, fatiga o pérdida de energía y hasta disminución de la capacidad de pensar... Si los síntomas no pueden ser atribuibles a una droga o a otros episodios psicóticos, usted está deprimido. Hecho, yo me siento así cada un dos por tres y una cosa es sentirse así, asumir la realidad de que en este mundo no existe absolutamente nada que sea divertido, que dormir es entrar al infierno y que levantarse cuesta un montón, que cada abismo te atrae y cada viga te parece una salvación, que las noticias te enferman y tus propios familiares te suenan molestos y chillones y cada síntoma relativizado del 1 al 10 como 15, es deber asistir a terapias con un psiquiatra o psicólogo. ¿Dudo pues que exista la enfermedad? No. No lo dudo, creo que los seres humanos exageramos los síntomas y ahora todo constructo social tiene su "psicólogo" de planta que hace lo mismo que el sacerdote, la deidad o el amigo. Te escucha, con la diferencia que el sacerdote te perdona de tus pecados, el psicólogo trata de ir más y más en el subconsciente que no está claro siquiera que exista porque es muy difícil pensar que detrás de mí o debajo de mí hay otro yo que no soy yo aunque esté dentro de mí. Suena a patrañas. El dios interno o el dios de cada uno actuará como el cada uno se lo permita y el amigo, siendo amigo, tratará de mejorar al enfermo con palabras de aliento. El aumento de casos parece hipocondría y la solución no está en las manos del otro sino en las de uno mismo. Cuando uno no está en condiciones de repararse a sí mismo, se está en serios problemas y deploro terriblemente el tener que hacerlo, contarle mis problemas a un otro. Tú necesitas un psicólogo y yo simplemente un aliado comercial. Tus males curan con emplastos, acupuntura y un diván, los míos no tienen remedio. Romper, gritar y no callar ayuda un poco con los síntomas y hasta descansa el animal, se ganan muchos enemigos pero se alivia el malestar. La ciencia aplica que los niveles de serotonina bajos pueden curarse con pastas, pero en seres equilibrados toda ayuda médica es un desacierto desde mi punto de vista, lo que no somos capaces de afrontar por nosotros nos hace débiles. ¿Qué tengo yo que decirle a mi amigo? Nada. No existen razones para vivir, somos seres humanos igualitos aunque parezcamos o nos creamos distintos y precisamente cuando nos damos cuenta de lo poco que valemos, caemos en esos estados depresivos, nos damos cuenta de que la realidad en la que vivimos de seres únicos es una fantasía. No hay de que preocuparse, cuando pasa la tormenta volvemos a engañarnos con que vale la pena vivir, estudiar y amar. ¿Sabes cual de las dos es engaño? Lo mismo pienso yo.
PD: Si existen estados enfermizos donde la mente actúa sobre el cuerpo les llamamos psicosomáticos. Si existe una correlación mente cuerpo y para más inri están los efectos placebo y nocebo. ¿Puede tú actitud arruinarte el día? Triste pero cierto. Ahí es donde los gurús tienen asentado su mundo de palabrería insana de autosuperación y donde muchos débiles mentales siguen sus recetas.
PD 2: ¿Existe esa depresión en el animal? No tenemos mucha evidencia ¿se estresan la vaca y el cerdo por ser explotados o la gallina porque nos comemos sus óvulos? es una incógnita que aún no desciframos, deberemos observar si existen tales indicadores químicos que nos señalen estrés y falta de cosas como la serotonina o que sé yo. Nunca la evolución premió al homínido que se fue a dar golpes de pecho porque falló en la caza, cosa que es la norma y no la excepción, o porque no pudo derrotar al macho alfa y aparearse. Los homínidos deprimidos tuvieron que ser los que devoró la selva. ¿Por qué hoy hay tantos idiotas con síntomas? No veo muchos leones en estas latitudes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario