viernes, 17 de mayo de 2024

Arre que sí

 ¿Por qué será que se me parece tanto el mundo y la gente niega a pie juntillas la igualdad basados en argumentos matemáticos de que si A no es igual a B, A es diferente de B? ¿Estamos atrapados en la teoría de la diferencia o es verdad que somos diferentes? ¿Cumplimos el principio de exclusión de Pauli humano? Es decir ¿Ningún ser humano tiene las mismas cualidades asignadas que otro ni aunque hallemos una docena de doppelgangers? Volveré sobre que los dientes, las huellas digitales, las líneas de la mano y otras muchas cualidades son inherentes al ser cuyo nombre es A y otras, diferentes, aunque no tanto, son inherentes al ser que llamamos B. Psicológicamente parece que somos muy diferentes pero hay reglas y normas que nos cobijan. Biológicamente somos organismos muy similares que cumplimos también una serie de normas reglas y pulsiones. Para su mamá usted es la última cocacola del desierto, para el resto de la humanidad usted es un humano más. Claro que nos vamos a encontrar con que no hay dos Pavarottis y pensando de ese modo no hubo dos Julio césar, ni dos Leonardos y la condición humana nos lleva a pensar que siendo humanos somos diferentes de cada uno de los otros 8 mi millones de humanos, pero que yo sienta la condición no propone realmente la diferencia. Yo supongo que hay padres descarnados pero todo padre dirá que su prole es especial y precisamente el nacer bajo ese signo no la hace especial. Me aclaro, La sensación de sentirse diferente, de verse diferente, de creerse diferente, no te hace diferente. En términos muy simples los humanos tenemos todos 206 huesos, cabeza, tronco y extremidades, caminamos erguidos, somos bípedos y omnívoros y nuestra reproducción es sexual. Alimentamos a nuestras crías con la secreción de una glándula y nos reproducimos desaforadamente. ¿Podríamos enviar en la nave Voyager una descripción diferente? La diferenciación de cada individuo toca dejársela a Biography Channel donde cada ser vivo es una historia diferente y en conjunto, no todo ser humano merece la biografía, en conjunto no somos más que una única especie, similar, casi sin yo, para no quitarlo del todo, pero un yo apegado a los demás yos porque nuestro aprendizaje es por repetición y ejemplo, en cuya causalidad somos copias de nuestros semejantes. El yo vive en la novia enamorada que asume que "como tú no hay dos" aunque debería decir "como tú no hay tres" para incluir el doppelganger y en una cierta ilusión, aparte de aquellos caracteres biológicos que he mencionado. Se dice que las rayas de las cebras son distintivas, es decir, que no existen dos cebras con las rayas iguales, es decir, que cada cebra es diferente de la otra y aún así si fueras a cazar una o a conocer una, ese detalle no te haría ir a conocer cada cebra por separado, no importa si son diferentes porque son iguales. Lo mismo puedo decir de la melena de los gñues, un tratamiento estadístico me indica que no hay dos melenas iguales entre los gñues africanos y eso no los hace diferentes al ir a cazar uno o a buscarlo o a conocerlo. Lo que se sigue es que somos diferentes para unas visiones e iguales para otras pero ¿cuál es la realidad? Parece no haberla, es simplemente cuestión subjetiva y al parecer requerimos sentirnos diferentes para no explotar, pero al explotar toda mujer dice que los hombres son todos iguales y los hombres hacen lo mismo. ¿Es A igual a B? Baste saber en qué rama y cuales son sus argumentos. Desde el punto de vista biológico, paleontológico, antropológico, dactilológico, dental, capilar y otros que se me escapan existen diferencias que nos hacen diferentes. Desde el punto de vista social, humano, psicológico y psiquiátrico también somos diferentes. Desde el punto de vista humano todos juran ser diferentes y sólo por eso yo me niego a creerlo y dictamino una especie cortada con la misma tijera evolutiva: el engreimiento.

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