Mis descuidos noticiosos me impidieron saber que volvían las elecciones en Estados Unidos y apenas me enteré el día de las votaciones. Yo hubiese vaticinado o deducido que el Trump volvía a ganar, sobre todo después de aquel, opino yo, falso atentado que le rozó una oreja. "El mártir asciende" podría llamarse la película. Pero ese día me dije: este viejo loco vuelve. No niego que supuse que no haría dos mandatos y que al terminar su primer período y él mismo decir que regresaría para dentro de cuatro años, yo me burlé, ese viejo cacreco tenía 74 años al abandonar el poder y yo me dije: cómo ha de ser que este mal dure cien años y acaba de subirse al poder con 78 años cumpliditos. Justo, no ha durado cien años. Pues todos dirán que qué nos importa a los latinoamericanos quien se sienta en el solio de Washington. Lo sabremos al ver las órdenes ejecutivas. Entre ellas y poquitas, jura detener los migrantes y que en tres meses va a acabar la guerra Ruso ucraniana, retomar Panamá y convertir el golfo de México en Golfo de Estados Unidos. Decretar a los narcos terroristas y sacar las pandillas de su territorio, terminar el muro fronterizo que dejó iniciado en su primer mandato. ¿Quien lo eligió? El pueblo, que hace ocho años hubo fraude y es un personaje multimillonario acusado de evadir impuestos y de escándalos sexuales, pero es el narcisista que el glorioso pueblo americano eligió. Sobre que sea el primer presidente criminal de los estados unidos me guardo mis reservas, pero juicios pendientes tiene y acusaciones. Seguramente nadie dudará de su arrogancia cuando dice que el pueblo norteamericano no necesita a nadie, refiriéndose a los países suramericanos y diciendo que todos necesitan de estados unidos. Se rodeó de personajes aún más nefastos y ultra nacionalistas y decide que américa para los americanos, consigna de Monroe que le valió apoderarse de muchos territorios mexicanos y de Alaska en épocas pretéritas, incluso tener el mandato del canal por 100 años, según el contrato original. En la posesión estaban los millonarios más meros del planeta: redes sociales, negocios por red y tecnología, que si no buscan apapacharse al lado del mandamás, buscan no ser cuestionados por sus ganancias y sus redes llenas de fascismo, racismo, odio y falsedades. Lo que va a pasar no lo sabemos pero, la cosa, no pinta nada bien, que el poder está en manos de un arribista nacionalista empeñado en dejar su huella en la historia con sangre y miedo. ¿Afecta a Latinoamérica el mandato Trump? Obvio sí. La más cacareada libertad de decisión de cada país no es más que un papel frágil que sucumbe a las decisiones tomadas en el seno de la libertad, léase Estados Unidos, que define y redefine la libertad a su gusto. Empiecen por el modelo arancelario que propone el Gallego donde, para evitar el avance de China, grava sus mercancías con impuestos escandalosos y supone que el gigante asiático se va a quedar de manos cruzadas, al igual que las mercancías provenientes de México y Canadá. ¿Eso tiene que ver con Latinoamérica? Claro que sí. Gravados los puertos y las mercancías, no podemos hacer compras sin usar sus convoyes y ay del país latino que ose contradecir a su sabia majestad, le lloverán sanciones y le faltarán las ayudas del grande país que a todos ayuda. A comprar gringo obligatoriamente y a cómo les dé la gana de venderlo. Incluso ya se detuvieron las "ayudas" internacionales que tanta falta nos hacen para que en nuestro país desaparezcan sin saber a qué bolsillo fueron a dar. El genio ya propuso retirarse del Acuerdo de París para reducir los gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global. O no cree en el cambio climático o le importa un pepino destruir el mundo, que también ordenó la sobreexplotación de los recursos de Alaska, que también le compró a los rusos por la bicoca de 7 millones de dólares, hoy la totalidad de los multimillonarios podría comprarse varias veces ese territorio, no se trate de que yo los tenga, aunque el precio es de 1867. Libertad de contaminar para uno de los países más contaminantes del planeta ¡Qué miedo! No se sabe cómo es que quiere volver a posesionarse del canal de panamá o rebautizar el golfo de México, incluso anexionar Groenlandia, pero sabemos que las presiones económicas y militares son arma justificada y limpia. ¿La vieron? A mí me suena a puro expansionismo nazi, pero ustedes hagan el análisis que deseen. Dentro de esas órdenes suprime la diversidad de género y reconoce sólo dos: hombre o mujer y abre una tapa, o la cierra, de desigualdades y de injusticias, que, aunque desde el punto de vista científico eso hay, dos sexos, es un retroceso a lo ya ganado por estas organizaciones de diversidad sexual. Lo dije: no pinta nada bien para nadie, ni siquiera para los mismos gringos... amanecerá y veremos.
PS: El amor de los nacionales a Trump, como el seguimiento de personas indecorosas a su gobierno y que pretenden estar bajo sus alas de buitre, como los colombianos sinvergüenzas que han tapado ollas podridas y defendido a criminales por años me llaman mucho la atención y aunque comprendo su afán proteccionista de ser apoyados por la extrema derecha, no entiendo como tienen seguidores compatriotas que les defienden a capa y espada. El Trumpismo está de moda y las modas no incomodan. ¿Será que es verdad aquello de la amnesia colectiva del pueblo hebetado y manipulado?
PS 2: El tema del expansionismo americano es toda una cajita de sorpresas, aparte de la compra de Alaska, la administración del canal de Panamá que terminó, eso dicen, por allá en 1977 con el tratado Torrijos-Carter. Con el tratado Guadalupe-Hidalgo, los gringos arrebataron, lo dicen Los Tigres del Norte, que ellos corrieron la frontera: California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Utah y parte de Colorado y Wyoming. Luisiana se la compraron a Francia en 1803 y las Islas Vírgenes a Dinamarca en 1917. En 1959, por voto popular, incorporaron el archipiélago de Hawai. La base naval de Guantánamo en Cuba es de ellos desde 1903, Guam, Morotai, Cape Gloucester... La lista es larga y da para otro insermo, sin contar las intervenciones y administraciones con sus propios esbirros pagos.