martes, 21 de junio de 2016

Cambiemos el mundo

Para el fin de semana pasado me contaron de la iniciativa de algunas bandas de género displicente de cambiar el mundo a punta de letras críticas y sociales. ¿Es eso imposible? Si. Para cambiar el mundo no es suficiente con tener letras sociales y críticas y letras que pongan a pensar y profundas, Ni siquiera es suficiente con la fama y la posibilidad de nadar, como el salmón, en contravía. Miren los cientos de bandas que con sus letras nos han llevado un mensaje de rebeldía y nos han puesto a pensar en "litiguillas", en la revolución, en la toma del poder y hasta en la remotísima posibilidad de un mundo libre. Yo sólo puedo dar algunos ejemplos Evaristo desde sus inicios nos habló del banco Vaticano y de los hipócritas católicos, del pitufo de azul, del tio Mao, del Jesús cristo, de la educación atrabilaria, del ellos dicen mierda, de "la pistola que te ha matao la fabrica un comerciante honrao" del odio como fuerza de subsistencia "aprende a vivir y aprende a morir tragando saliva... la libertad consiste en vivir ahogados en odio..." de decepción "antes con la dictadura y ahora con la libertad somos menos que basura" No acabaría si le cito más; y ¿Qué tal Jello? Vamos a linchar al patrón, ellos quieren tus hijos para la guerra... haciendo dinero para el presidente y todos los amigos del presidente gringo... eficiencia y progreso son nuestros ahora que tenemos la bomba de neutrones, y... esto pudo ser en cualquier parte y... los fríos apartamentos de concreto de un mundo ya vacío y sin sentimientos o la nación infierno o las barras y estrellas de corrupción o las denuncias de Minamata y la burla de luche contra la ley... ¿Mencionó más? dudo que valga la pena. Conozco más, excelentes letras de buenos grupos llamando a la cordura, con un amplio sentido de responsabilidad, hasta la salsa de Blades denuncia unos desaparecidos y la Protesta de Piero nos habla de unos señores americanos y de un frío que congela los países; Facundo inspiró el Mendizabal rebelde que se fijó en la inutilidad de hacer...pa'los otros hice todo, pero pa'mi... y el mismo nos gritó: "y hasta organicé una huelga que no trajo solución y que me dejó en prisión... Larralde, Paco, Víctor, Narcosis Autopsia, nada han cambiado y nada cambiaran, las revoluciones no se forjan cantándole a otros, no niego que puedan ser invaluable apoyo teórico y hasta memorístico, ¿Qué hacemos y por qué luchamos? Negras tormentas agitan los aires... Aunque nos espera el dolor y la muerte... marchemos contra el poder... arriba las banderas... El nivel informativo sin rebusque es clave: "la policía nos está extorsionando" el gobierno nos quiere aniquilar, vamos a matar esta absurda sociedad, conserva tus derechos...
La música funciona como una plataforma política, pero la gente no la entiende como tal, se influye en ellos, pero no se logra más que, que asistan a conciertos y apoyen las bandas, la acción es disimuladamente nula, el activismo no es gritar en un concierto y comprarle la camiseta y el disco ni llenar un estadio de las bandas de turno. Esa fue la gran idea del gobierno al instaurar festivales nacionales de rock, controlar lo que en ellos se dijera y a los que se les dijera, total, damos público a esta banda y la enganchamos en la farándula. Resultado: muerta para el activismo. El activismo se consigue con compromiso ante un estado de derecho o todo lo contrario (de no derecho), e incluso frente a un estado de derecho que apoyado en ese derecho maltrata y viola con derecho, aplicando lo que se predica y no al revés. El ideal del punk no existió, nos desahogamos de la mejor manera posible, dijimos las cosas de la mejor manera posible, nos hicimos entender en el escenario, rabiamos, fuimos cínicos y contamos con la palabra lo que la música nos dejó en el pensamiento. Pero las bandas lo que quieren es escenario para la farándula y "me invitaron al Sound Pest" y "toque al lado de Pira Quest" "me emborrache con Buda pest" y "me comí a Sala Cuest" y ya. Eso son las bandas del rock comprometido, esas las bandas que van a cambiar el mundo, esas las ideas que atrapa la masa y esas las opciones de activismo en un mundo donde el activismo no existe. Existe sí la propaganda y el comercio, el capital como idea central y como siempre, la fatídica necesidad de "ganar" pero en el mismo sentido del capital. La cuestión está develada desde hace muchos años y la prueba de la falibilidad es más sencilla: los festivales y las bandas de rock siguen en ascenso y la mediocridad, las letras vacías y los fans... también.

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