viernes, 30 de marzo de 2018

Odio vestigial en el cerebro reptiliano

Hace días que no me hago sentir en la magnitud de mis dolores. Hace mucho tiempo que alejarme de redes sociales y compromisos me tiene viviendo en estado latente -latente para los seguidores, para mi es el estado natural, mientras menos se sepa de mí y mientras menos interacción tenga con la humanidad, es mejor para mí y mi salud anímica- y ahora comprendo el estrés de Camilo de vivir en las redes atacado por toda clase de verduleros y lustrabotas, que no quise decir ignaros y lamesuelas. Bueno, igual él está en todo el derecho de sentirse desplazado o alabado, con decirles que es tan sentido que aún no olvida que yo di mi voto para sacarlo del grupo hace unos años. Todavía no entiende la razón, que su ego y su sistema emocional -los científicos no afirman mucho sobre tal exabrupto- no es muy bueno, refiriéndome al segundo, el primero es perfecto. Yo quisiera que muchos entendieran mi posición frente a la red y sus redes y lo he expresado y hasta creo en lo que expreso. Vengo a ellas motivado por el deseo de explicarme cosas y entenderlas en el proceso y las envío a mis queridos amigos para que ellos las publiquen. Desde mi correo hago extensiva invitación y una página que me hicieron mis queridos roommates -más por compañeros de vida- se encargan de ponerlos en las páginas adecuadas, Camilo o Lea en Jimmy Jazz GP o David Audax en Malopters o cualquiera en Punkies o en las propias o en... en fin. Yo soy culpable de mis publicaciones y de lo que digo en tal o cual entrevista, e incluso soy culpable de tratar a todos de idiotas, nadie en su sano juicio y completa salud mental se las anda por acá buscando vocación de crítico, así que todos lo son para mí. Sobre todo si hace el comentario salvaje o la alabanza pueril. Ambas son del mismo calibre, pero la primera tiende a desencajarnos por completo y la segunda nos pone felices y parlanchines y generalizamos: "Por ahí escribieron..." la verdad es otra. Las opiniones siempre están divididas. Reto a unos cuantos participantes que me han atacado a que se presenten en mis inmediaciones y me repitan tales cosas a la cara. Los que me hayan escrito cosas bellas están exentos porque a mí no me interesa tener que quedarme callado ante la alabanza y la alabanza me desarma. El insulto y el ataque me preparan para más batallas. Pero ¿cuántas de esas personas que me han vilipendiado, están seguras de lo que dicen? ¿Cuántos de ellos no han sido influidos por el comentario casual y desconocedor de otro que le oyó decir a un amigo de un amigo? ¿Cuántos no hacen el comentario a  pie de página por sobresalir o aparecer? Invito a mis detractores a que sean más, pero que sean más con sentido y en mi cara me griten lo que sienten. ¿En qué momento se sintieron atacados y porque generaron esa visión de mí? Si lo han hecho porque los trato de idiotas, no se apuren, no es un trato distintivo, lo hago con todos, no se sientan privilegiados. Si es por que los he tratado de borregos, frescos todos lo somos. Si se trata de una canción mal interpretada, perdonen, nunca he estado en el "top forty". Si a alguien le duele por Oscar, Mauricio, Diego o Camilo, no se apuren, la vida va y viene y al final termina. Si es por pensar mal de ustedes, eso lo hago siempre, pero mis ataques son "al que le caiga el guante". No entro página por página a atacar a una persona o le hago quedar mal en su propia página -en parte porque eso me tomaría mucho tiempo y me parece tan inútil, odiar la humanidad ya es bastante fatigoso- Nunca di un "megusta" mientras tuve facebook y entré a él porque un primo me prometió un trabajo que nunca llegó. Me quedé un tiempo y noté lo inútil de mi desprecio por la sociedad y mi estancia en sus dominios y le abandoné por completo el manejo de eso a quien le interesa y a veces hasta le gusta. Estas escapadas corresponden a mi fe, a decir lo que siento a pensar lo que digo, a rebelarme contra todo y sobre todo a desahogarme. Alguien dice que soy un borracho, pero no me conoce y tiene 18 años; otro jura que soy una modelo a tiempo completo pero no ha visto nunca las paredes de mi casa; otro se aplasta a decir que "plagio" pero no conoce mi obra; uno más jura que soy pedante pero nunca se ha sentado a conversar conmigo; fulano juraba que mi trabajo era entrenar fuerzas policiales; mengano pregona que soy huraño y problemático; sutano jura que no puede haber un ser más despreciable que yo; perencejo no descarta la posibilidad de que tenga un retraso mental... Seguro si consultamos la historia de los vencedores y de los vencidos dirá cosas opuestas ¿y yo? ¿qué tengo que ver en sus historias? Yo no he ido a sus casas, ustedes me dejaron entrar y tienen el poder de dejarme afuera, no es difícil, basta apagar el audio y bloquear los mensajes. Yo ya lo hice. Bon voyage.

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