sábado, 27 de abril de 2019

Estado de sitio

Es probable que no se necesite un país para sentirse en estado de sitio, o mejor, el estado de sitio se produce en una población o en un país y requiere que los ciudadanos pierdan el poco orgullo que les queda y se abandonen al poder de la tropa que adquiere facultades extralegales que nunca serán juzgadas al pasar tal estado. Me pareció entender a Camüs que tal estado era como encerrar en cuarentena a una ciudad y someterla, en su caso por la peste, en mi caso por la desidia o la desidia de los demás. ¿pudiera yo dudar que es más mi falta de deseo? acá estoy y no siento el mayor placer de nada... Voy frenando mi inercia de movimiento y vivo como para nada en especial, si, es verdad que aún me levanto y es verdad que aún sigo tratando de dejar estas memorias de mí mismo, esta memoria del tiempo y del espacio, aunque he estado convencido de que su valor es por demás nulo como documento histórico o investigativo, sólo da presencia de mí y sólo me concierne a mí y aunque no es buen augurio de sensatez, ni garantía de salud mental, trato por todos los medios de pensar y plasmar mis ideas en cortos ensayos sobre alguna vaguedad o sobre una pregunta o sobre un hecho cotidiano. Hace tiempo perdí el hilo de lo que ocurre en el mundo, abandoné los noticiarios y la televisión como modelo de informe y le cogí tirria a las redes sociales. La IA que las gobierna escoge para ti lo que asume necesitas y lo que cree que buscas o mediaticamente te advierte de como un candidato puede ser mejor que otro proponiéndote que su antagonista es más malo y peligroso y dejándote posts de lo que podría ocurrirte si no empleas bien tú voto. Desconfío bastante de la cordura de quienes manejan las redes y no me siento a gusto dando mis datos ni donde me venden el tiquete para viajar al pueblo. Cada uno de ellos acumula información valiosa de quién eres, qué haces y cuáles son tus preferencias. Buen negocio para todos los dueños y los necesitados de dicha información; mal negocio para la privacidad y la libertad individual, e incluso para el "libre albedrío"; buen negocio para el control de masas subliminal o subrepticio; mal negocio para el humano de a pie que no cree en tales procesos; buen negocio para el departamento de estadísticas; mal negocio para ti. No, estoy seguro de que eso no me hace un sociópata, aunque debería consultar con un experto. Yo soporto la sociedad y la visito por temporadas y sólo veo una sarta de corderos y borregos y en muchas ocasiones me parecen idiotas y estúpidos, pero como dije, los soporto sin mayor reparo y aún así prefiero estar solo. Lo que hallo en la soledad debería ser mío no más, pero es allí donde emprendo el viaje por el pedregoso mundo de la literatura y visitó mil ciudades y culturas... También es verdad que llegan a mi mesa miles de lecturas banales y vacías, algunas sin un transfondo más allá del ego de un autor por poner de manifiesto, justamente, su increíble inseguridad y sus desconocimientos, que son patentes y obvios e incluso su perversa mala ortografía o sus cacofonismos, también a veces llegan bellezas, verdaderas obras de arte con expresiones y análisis del mundo ─no importa la época, hace una semana leí un libro de 1970 que contenía varias visiones espectaculares sobre "La mente humana"─ que me son gratas porque me son adversas y me ponen a pensar sobre ellas. A veces siento hambre o deseo, pero muy rápido se me pasan entre las páginas de un buen libro. Lo otro que enmarca mi vida es la música, pero ya no creo nada nuevo, ya no me salen como antaño, cientos de canciones al año. Ahora si mucho se han limitado a tres o cuatro al año y haciendo malabares para expresarme y dejar algo bello. La creatividad musical en mí desapareció ─sé de algunos que afirman que nunca la he tenido─ y no dejó más rastros que el de unos pocos que no quieren verla desaparecer, pero que seguirá inexorablemente el rumbo de todo y de todos. Así vivo, en estado de sitio y de alerta, en espera de una nueva explosión de deseo que me haga sentir vivo y que me inunde de ganas de vivir... no sé si son esperanzas o sólo deseo de contárselos, pero dudo que la esperanza resurja, dudo que la lucidez musical vuelva, dudo que mi inercia reciba un nuevo impulso para ir más allá.... irremediablemente me iré deteniendo por completo, si no es que ya lo estoy y me he negado a aceptarlo y que, como dije años atrás, el mundo pertenece a los que se levantan y hacen, los demás se quedan en un corredor recordando su "glorioso" pasado, justo donde estoy yo.

PS: Se dice que un autor, comete errores, pero que ahí están el diagramador y el editor, pero los errores generales y de definiciones o de aforismos corresponden al escritor. En el primer libro que yo pude publicar, aparecía Antioquía en más de una ocasión. El error no fue mío, pero toca asumir, ya que ese texto tiene mi nombre en su solapa. También hay que comprender que un corrector a veces usa la IA y se confía en ella para resolver dudas que ella no puede ─aún─ sacar conclusiones por contexto. Tampoco sabe que año no se produjo un determinado vino o cuales son los "perros de Marte", ni corrige las veces que se diga "dijo" en un contexto separado por puntos.

PS 2: Hace algunos días hubo de contactarme por intermedio de la página grupal ─aclaro que yo no manejo nada de eso─ una antigua conocida y me vi en malabares para expresarle esa falta de deseo de verla y recordar. No quiero encontrarme con nadie que me recuerde mi pasado y no quiero crear nuevos recuerdos; fue lo que comprendí al instante.

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