viernes, 15 de noviembre de 2019

Rock comunal

Mañana estaré en el Rock comuna 6 ó 4, qué sé yo, lo claro es que tocando con Punkies y Cerebro, somos banda. En lo personal sigo pensando lo mismo, estos festivales le hacen más daño al movimiento que bien. Nótese las bandas que repiten, nótese el tejemaneje, nótese el control y los escenarios. Es probable que algunos festivales sean libres, pero son más los que están sometidos a lo que exige el gobierno en cuanto a orden, atención, tiempos, vestimenta —taches, puntillas, estoperoles, correas— y bebidas embriagantes que vetan desde la humilde y universal cerveza hasta el cotidiano cocol, frutiñazo o Chamber —tequila Smith que llamo yo— hasta los patrocinados por el gobierno que produce con sobrada ganancia la FLA. Porque toque con el grupo no cesó de repetir mis dolencias de cientos de bandas ilusionadas que terminan siendo engañadas o en el peor de los casos relegadas por "los amigos de" " los hijos de" y "los parceros de" después de presentarse con la ilusión de 40 minutos de gloria, gastando en volumen por un dossier requerido, filminuto, vídeo, minimum de presentaciones y esfuerzo por ensayar hasta el cansancio con la finalidad de no quedar mal y poderse presentar a "yo me llamó" con el nombre de su banda preferida. Se acaban, por decir algo, las ideas de autogestión, crítica, subterranismo. Los primeros que se enteran de estos eventos son los niños, que van a ser engañados en cuanto a lo que el rock representa para nosotros, la mayoría va por la moda y la novedad y claro... trataremos de engañar algunos niños, inventando historias de un futuro mejor... La mayoría logran el propósito: rock gratis que está reglamentado por el estado a condición de la continuidad del mismo, a condición del orden, a condición de una indumentaria sobria, a condición de mantener la paz y recordar quien patrocina y premia. Es verdad que el rock debe evolucionar, pero ese rock, es nuestra bandera, la del pensamiento y es nuestra tribuna, con la que gritamos y mostramos nuestro descontento e inconformismo: No creo, no creo, no creo... y ahora se lo han entregado a diez o veinte festivales que negocian con él y se enriquecen con él o simplemente se vuelven hegemónicos con él. La terrible mancha de gente que no apoya comprando el álbum, pagando una entrada completa ─hey cinco por mil─ promocionando una banda crítica o comprendiendo que el rock nuestro es callejero y así se mueve aumenta por diez mil. Allí verás gente cantando lo que no entiende, brincando lo que no capta y mirando lo que no debe. Lo he dicho mil veces, el que venga a escuchar algo perfecto y sólo a dar pasarela, quédese en casa, ponga un disco o si quiere un cassette y así no tiene que aguantarse esta inmundicia ─vale para mí, yo voy, canto y me pierdo a mi cubil a seguir despotricando─ que propone el estado o los representantes del festival que representan al estado. Más de uno quisiera atacarme por presentarme mañana, disculpando cualesquier presentación en uno de estos festivales, pero yo mismo me he presentado en muchos y jamás he dejado de decir mi pensar en cuanto a ellos: no es el dinero, no son las bandas, no es el escenario, es la hegemonia, el control y los patrocinadores que me causan arcadas, pero mientras pueda decirlo: salve libertad... Espero que no olviden que el rock es el de la taberna de la esquina y el del parche de barrio con instrumentos malos, desafinados, tuertos, desboquinetados, con falta de cuerdas, en tarros y tapas, gritando a voz en cuello, con amplificadores que chillan y con las uñas gastadas donde expresamos nuestros más sinceros deseos para esta patria, este país y esta manipulación behaviorista: ¿quieres rock? compórtate así. ¿quieres rock gratis? vístete así ¿quieres las bandas que escogimos? no consumas alcohol. !!!Disfruten su festival¡¡¡

PS: En el colegio donde yo enseño, rural para más señas, durante varias semanas oye a uno y otro con el cartel de presentación pasado por redes sociales: "Va a tocar M 16 y la Mojitruffa qué bueno". Bandas que no conocen ni los creadores, lo que no es malo, es para dar a conocer bandas, pero ellos hablan como si fueran la gran cosa imitando a algún rockero nefasto y que a la par son los mismos que en casa no paran de escuchar las estridencias y machismos de "Don Ebrio".

PS 2: Nunca pasa eso de retacar cuando viene una banda extranjera a 180.000, a 250.000 la boleta, sólo pasa con las bandas que piden 20.000 para sonido y pasajes y que sean nacionales.

PS 3: Se me vienen dos cosas a la cabeza ─perdón que no sea consecuente con este escrito─ los Grammys latinos se entregan en Las Vegas y no me imagino a Larson Ulrich cantando "Tengo la camisa negra" o sea, ese show es toda una farsa.

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