¿Cuántos no habrán analizado el escudo y la bandera para decir algo sobre ella? Yo ya me había percatado de varias cosillas que no me cuadran. Igual, nunca me han cuadrado bandera y símbolos de nada. Ni con los ganchos y cadenas me he sentido retratado. De todas maneras arranquemos con el árbol nacional que es la Palma de cera del Quindío, una pobrecilla que anda en vía de extinción o por lo menos en peligro porque cada semana santa la convierten en abanicos de bienvenida y en solución para los vendavales y tormentas de los extremistas cristianos. Sin duda es una buena elección, pero debería ser sólo de la zona del Tolima. El único árbol que veo inundando a media Colombia es el pino y esa sería una buena elección, aunque no descarto ciertas variedades como el Hayuelo, el Caucho Sabanero o el Alcaparro Enano que, no tan conocidos, son árboles endémicos y muy populares en diversas zonas geográficas, pero el árbol insignia con más derecho es el de la flor del borrachero, Cacao sabanero, Trompeta de ángel o Brugmansia por ser la fuente de la burundanga, icono usado en Colombia para robar y violar. Me pregunto si lo de la palma significa algo especial, pero sólo es las ganas de mostrar un árbol longevo y que sólo se da por estas tierras para levantar orgullos que no han podido congraciarse con la ecología. La flor nacional es la orquídea Catleya que cuando estudiaba en el colegio me enseñaron que era parásita, descubrimientos posteriores le llamarían epifita porque no requiere alimento de su hospedero y fabrica su propio alimento, autótrofa. La época en que se escogió la tomó por bella y endémica, pero si que representa bien a Colombia ─en cuanto a parásita─ aunque no lo sea y es que en Colombia, siempre hay alguien tratando de vivir sobre ti y aprovecharse de lo que consigas. Igual yo hubiera preferido algo más animal, bello y destructivo como el "Ojo de poeta" que demuestra su capacidad reproductora, su invasibilidad y su manía de trepar y atrincherarse en cualquier parte. La Thunbergia Alata es pues, mi elección primera, aunque, igual, no pueden descartarse otras plantas que representan magistralmente, la idiosincrasia nativa de nuestros criollos, eso sí, no dejaría de elegir una planta trepadora como una Hiedra Venenosa o una de las apestosas como la Planta Cadáver o la Rafflesia. En cuanto al ave, no podría estar más de acuerdo: un carroñero que sólo vive en las alturas de los Andes y que ha sido poco visto en los últimos años, pero creo que nos representa mejor el zamuro o gallinazo común. No será tan majestuoso pero podemos observar como espera en lo alto de los árboles cubriéndose con sus alas lúgubres como un vampiro envuelto en su capa a la espera de su próxima comida. El himno nacional si me permiten está lejos de desfasado y a veces de incoherente, pero está bien que sea italiano el compositor, lo que muestra nuestra falta de profesionales en éste ámbito, Es considerado el tercer himno más bello y no sabe uno a que idiotas ponen a hacer tales elecciones, deben ser los mismos que juran que nuestro presidente está en la lista de los más rápidos y efectivos en la pandemia. Dejemos su letra para otra ocasión y pasemos a la bandera que representa el oro que yo nunca he visto y que debería ser la franja más pequeña o inexistente, el azul de mares y océanos que no pongo en duda, aunque tanto ese azul es exagerado en el golfo de Urabá como en las costas Atlánticas y si era por el color del cielo, creo que no está errado, aún tenemos cielos azules. La sangre está representada por el rojo y ese color debería ser más grande, que aquí habitan chupasangres de muchas especies y asesinos que quieren verla regada por doquier. En el escudo aparece de nuevo un Cóndor majestuoso, pero nada más lejos de la verdad, en sus patas sostiene una filacteria con la leyenda "Libertad y orden" y es otra verdad impuesta a golpes de cachiporra, impuestos y exacciones. En el pico sostiene una corona de Laurel para vanagloriarnos de cuatro tergiversadores de la palabra que hemos tenido en el ámbito de las letras ─mal representadas por cierto con Guillermo León Valencia y Belisario Betancur─ de seis o siete deportistas que se han hecho sin la ayuda del estado y de uno que otro general que se ha hecho reconocer internacionalmente como caudillo de la libertad. En la franja superior tiene dos cuernos de la abundancia de la mitología griega de donde fluyen oro y frutas. No dudo que se quiera representar la riqueza de la tierra y mi desasosiego está más referido a un pueblo tan extremadamente creyente ─aquí se usa para hablar de cristianismo, creyente no es musulmán ni judío─ retrotraiga el cuerno que el dios Júpiter Tonante le arrancara a Amaltea en sus juegos de adolescente. Al medio surge una granada que bien pudiera ser una flor de adormidera según el mundo actual. Igual aceptan el gorro Frigio de la diosa Mithras que simboliza libertad, que no hemos visto nunca: el yugo español, el yugo de los libertadores, el yugo de las grandes potencias, el yugo de los burgueses... Nunca hemos visto la tal libertad y el orden menos, que la patria boba no fue un ciclo sino una estación de la que no hemos podido partir. En la parte inferior pueden ver como se deformó el mapamundi para mostrar los dos lados de un canal que, literalmente, regalaron nuestros próceres del hemiciclo. Ellos juran que lo alquilaron, pero lueguito desapareció el dinero en placas y estatuas y Panamá, orgulloso, no quiso volver pródigo a quien lo había alejado en su niñez. Es bueno que se conserve ahí como escarnio y para recordar los malos geógrafos que teníamos en la época. Y claro, mi querido D'vinci que puedo seguir perorando de símbolos y lemas, no quiero dedicarme a ningún otro que no sea el que me correspondió por suerte y otro día hablamos de Antioquia. Pero ¿Qué tal la bebida nacional? cerveza, yo ya lo dije una vez a Txus y se enojó: "la cerveza es para niñas" compáreme eso con el vodka ruso o la Absenta francesa, la Ginebra Holandesa, el Sake japonés o el Tequila mexicano y hasta le paso la Caipirinha brasilera y el Mojito cubano. En Colombia se vanaglorian con el Aguardiente y, en serio, por lo menos el aguardiente tiene 26, 29 y 30 grados alcoholimétricos comparado con la bebida nacional que sólo llena barrigas y apenas tiene un 4 en su grado alcoholimétrico. La comida nacional sería una mezcla entre la Bandeja Paisa, La Changua rola y la Ternera llanera. Algo como una bandeja Rola Llanera. Dejemos acá mi manía criticadora y mi denodado esfuerzo en minimizar la patria.
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