El ocio es la madre de todo y de todos. Yo sin nada que hacer leo cualquier cosa y esta mañana me encontré con un artículo que anuncia ¿Por qué los paisas me caen mal? y no es un ataque al egocentrismo paisa, es una adulación, permítanme los ilustro con la entrada comillada: "Me caen mal porque viven en aquella hermosa ciudad, de clima perfecto y hermosos paisajes. Porque llevan la belleza en la sangre, tanto que hacen ver hermosas hasta a las gordas de... Me caen mal porque hablan con ese lindo acento que acompaña su eterna, amable y cálida sonrisa, y porque son gente tan valiente que ha salido adelante a pesar de las duras pruebas que les ha tocado vivir." Descomillo. Ahora fíjense y pongan a leer esto a un rolo, a un opita y a un caleño, a un bumangués, a un manizalita y a un payanés. Puras malditas frases genéricas que se aplican a cualquiera ciudad en cualquier parte del mundo. La ciencia les llama frases barnum por un halagatontos que las popularizó y también les llaman "falacia de validación personal" o efecto Forer y así mismito sigue durante toda la redacción que se aplica a cada "sufrido pueblo" en el mundo "cuyo sistema educativo y de transporte son dignos de admirar" "desde cualquier parte obtienes vistas increíbles" y finaliza: "Y asegurarles que quien viaje a ... tendrá muchísimas oportunidades para maravillarse con su belleza". La humanidad busca el halago, quiere el halago, ama el halago, lo desea infinitamente. No tengo controversia por este estilo más que porque quienes tienen la facilidad de palabra y memorizadas cuatro frases, ya pueden enfrentarse al mundo y ser aceptados, conquistar la chica que quieran y caerle bien a los suegros, ya pueden lanzarse a la alcaldía o a la gobernación o presidencia de cualquier territorio. Los que poseen la facilidad del halago y la frase barnum como ideal, son los que "nunca quedan mal con nadie" a fuerza de parecer Ilegal, son los que están en el cuadro de honor y encabezan la lista de los destacados y hombres de bien de cada nación. Cada región, cada país y cada contienente siente orgullo de tierra y de patria. !Oh apátridas del mundo que saben con certeza que cada paisaje es representación de lo bello y común del mundo y que no hay manera de comparar una con otra¡ !Ay de los coribantes¡ Otacustas que anheláis consuelo para otros, ¿por qué lo buscáis en mí? ¿Y qué tiene la humanidad de interesante? Lo mismo, que se sienten únicos en sus paisajes, en sus representantes, en sus actuaciones y se enorgullecen de la nada que les rodea como si fuera única. Cada humanito lleva consigo el complejo al que le hicieron acreedor sus padres, el egocentrismo de masa, de cultura, de patria y el egocentrismo, punto. ¿Habrá alguno que no crea que los demás son satélites suyos? ¿que las demás regiones son su cinturón de asteroides? o que, ¿fuera de su luz nada puede estar habitado? Hagan la prueba, lo que hace falta acá no son los lamezuelas y genuflectos diaristas mediáticos, ni los redentores de fin de semana, ni los apóstoles del todotanlindo sino los críticos, los que no están de acuerdo, los que no halagan para figurar o para servir a otros dioses en pro de la demagogia o el usufructo personal. !Oh astrólogos del mundo parad¡ vade retro amanuenses horoscopistas, va via lucradores del vil arte de halagar. ¿Ahora a quién recibimos? Las águilas del verbo no temen usar la retórica para despotricar o para enconar una verdad y, en la dirección del salmón, no va Vicente, ni la hipócrita "adondefuereshazloquevieres". Que odie la humanidad es un sobreentendido.
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