viernes, 3 de diciembre de 2021

Piedra, papel y flor

 No he dejado de pensar en esos místicos que se te acercan a ver el aura y te aseguran que una piedra determinada puede realizar maravillas en tu destino e incluso que una piedra como el Murano tendrá este o aquel efecto  y que la roca que debes llevar en el cuello debe estar acorde con tus emanaciones psíquicas y qué la planta y el planeta que gobiernan tu vida son menganito o sutanito. !El horroróscopo¡ Toda una farsa tan bien instaurada que hasta se contratan astrólogos en programas de televisión que son consultados como verdaderos gurús y seguramente habrá simples que afirman de su calidad y poder en atraer al ser amado y a la fortuna... Yo, que no me caigo bien ni a mí mismo y que no me acerco a los horóscopos, chamanes, influencers, psíquicos, astrólogos, tiburones o cosas similares continúo pensando en qué elementos me representan, claro, como ejercicio mental y doy a luz tamaña escorrentía: Mi color es el negro melanoideo que representa la ausencia de autoridad y la negación o afirmación de mí mismo y además porque me dura toda la semana y lo lavo cuando me da la gana. La planta a la que estoy unido es a la Hedera helix que causa prurito pero no llega a ser mortal ni ingerida, como un servidor que sólo causa escozor y nada más y que con ungüentos a base de corticoesteroides se apacigua y calma la comezón porque aunque brote sangre hay que rascar... mi planeta regente no puede ser menos que Haumea, que es planetoide y cumple la regla de la simetría pero que como cualquier otro planeta está demasiado lejos para representar un problema gravitacional frente al tamaño y cercanía de la misma tierra y que confirma la impotencia del cielo en cuestiones del destino porque seguramente no significó absolutamente nada en mis cartas astrales como en las de nadie. La piedra que me confiero es la ira cuyo color es rojo sangre que es el sentimiento que me mueve. El odio puede levantarte de entre los muertos y hasta recuperarte momentáneamente por la descarga de adrenalina que genera. Ah, mi signo, aunque por mucho tiempo fui virgo, ahora resulta que soy libra, pero prefiero ser Ofiuco o nada, que es la pregunta más estúpida que me pueden haber hecho: "¿Qué signo eres?" como si importara o como si me importara a mí. Se puede seguir, mi aura es negra iridiscente por lo que se confunde con mi vestir y no hay nada de nuevo en ella; mi papel es el imprenta que es para el pueblo y barato y mi libro el "Ibis" que es de Vargas Vila porque ahí está la trinidad y yo soy el maestro, el alumno y la hembra corrupta. Mi canción, que es tan tonto, debe ser "La venganza" de la Polla Records que supongo la escribió Evaristo y que, aquel que no muere temprano termina cantando la decepción. !No hace falta mucho para que todos nos sintamos desgraciados¡ Si debo escoger una flor prefiero las plásticas y si escojo un animal lo prefiero embalsamado o bien condimentado. Para escoger un día de la semana o un mes, prefiero inventarme el mío como lo hice en la "Astrología pagana" que publiqué en "Los santos Disangelios". El deporte para el que nací no tiene dudas, ningún otro me conmueve, pero especialmente, me niego al fútbol, golf, ciclismo, rana, turmequé y bebeta de cerveza. Bueno. Quedan escogidas las rarezas pero no me pongan en el plano de elegir eso que la grey tanto elige con amor.

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