martes, 14 de abril de 2020

La elección de lado

No pretendo ir hasta el momento en que se generaron los partidos en el mundo, ni siquiera me interesa el asunto como historia, donde supongo, en las selvas milenarias, mucho antes del hombre con habilidades, unos cuantos tuvieron ideas "liberales" y encontraron borregos que aceptaban tales ideas liberales y otros tuvieron ideas "conservadoras" y encontraron corderos con la misma inclinación. Me atrevo a afirmar que la iniciativa provenía de clanes o familias que buscaban aprobación: "¿nos bajamos de los árboles o aguantamos hambre acá?" "¿nos levantamos del suelo o dejamos que el carnívoro nos sorprenda?" "¿atravesamos el río o nos quedamos de este lado viendo las frutas al otro lado?" "¿lloramos al compañero despedazado o continuamos el viaje?" "¿construimos un refugio o dormimos a la intemperie?" Los resultados pueden verse en todo el planeta, quienes decidieron bajarse de los árboles, caminar erguidos, aprender a nadar, enterrar a sus muertos o usar las manos en otros menesteres, están acá todos o por lo menos variantes de todos y una decisión, escinde los caminos a seguir y la dirección de la evolución. La decisión hoy, de ser vegetariano o pacifista, liberal o conservador no altera en lo más mínimo la evolución, que aunque no detenida del todo está ralentizada o por lo menos dirigida por los procesos escogidos por la misma especie. Yo no venía a discutir de evolución, ni de dirección, para eso esta la página de evolucionismo puro. Mi disertación en estas páginas se dirige más al sistema dual creado por los que van en una dirección o en otra y nos atropellan en ella, por ejemplo, para todo creyente sobre el planeta yo soy ateo, porque hay ateos en el brahamanismo, en el hinduismo y en el judaísmo. Quien eligió un dios, me puso en el bando de los ateos, eso me desconcierta un poco y por eso no comparto aquello de que "estás conmigo o contra mí" donde el radicalismo y la obligación de elección es completamente injusta y bárbara. Prefiero esta alocución de Facundo: "a la izquierda los revolucionarios, a la derecha los reaccionarios en la mitad los que eligen su propio destino, es decir tres o cuatro" Todos pretenden ser o estar de un lado y negar los matices del blanco y del negro. Hay que decir que quienes lo hacen están más encaramados en la ilusión de la dualidad y en el radicalismo ciego, observen estos ejemplos y luego me cuentan. Para los seguidores de la wicca y para los masones estrictos somos cowans despreciables y los judíos se inventaron un término para designar a aquellos que no cursaban nacimiento judío: gentiles o goyims. Los japoneses utilizan un término para aquellos no japoneses, gaijin y los negros de Kunta Kinte ─dice Alex Haley─ llamaban a quienes no tenían su color tostado, toubobs despreciativamente y a un mestizo cruzado se le miraba con mucho más desprecio y se usaba la palabra sassoborro o a quienes ayudaban a tomar esclavos o se hacían de parte del perseguidor les llamaban slatees, negros traidores. ¿Captan la idea mis jóvenes rebeldes? Basta decir "lado" y ya hay una exposición a la ideología, no de balde la política siempre ha querido ponernos en algún estante diferente al de "apolíticos" de los cuales prefiero ser idiota, que era un individuo que no se ocupaba de los asuntos del estado, que a su vez designaba a un monje incapaz de leer las escrituras y, de ambas maneras, debo ser idiota, aunque no padezco de idiocia. Bueno, aquí no se trata de qué soy o qué padezco sino de ver esos mundos creados por la fe y el fanatismo: para los costeños somos cachacos, para los de pasto norteños y para los llaneros, montañeros. Los europeos nos llaman tercermundistas y los tercermundistas, criollos. O somos liberales o somos conservadores por ideología, de derecha o de izquierda, facho o mamerto. Realista o patriota, Güelfo o gibelino,  demócrata o republicano... filisteo o fariseo, hasta la ciencia tiene un término para referirse a quienes no la profesan: legos, y los religiosos usan laicos para dejarnos fuera del mandato clerical; los ávidos lectores nos llaman incultos o iletrados y quienes comen solo vegetales nos dicen partidarios del crimen animal. Si me disculpan: chatarrero o aguapanelero, cresta o mechas, ganchos o anticristos... lo peor es que te pongan a elegir el lado y te adviertan sobre las consecuencias. La mayor consecuencia podría ser que me expulsen del mundo rockero, que me den la excomunión de la santa madre rockera y la historia del punk en Colombia se inscriba con ira y con 3 de corazones y que me veten para aparecer en canales nacionales y festivales de clase internacional como el de Medellín y Bogotá e incluso en los de clase nacional como el de Rionegro y el del Carmen. Prego, valiente escándalo por nada, la sociedad no puede librarse de tomar un lado y no quiero preguntar a que lado están ustedes, sólo hay que ir advertido que la humanidad toma bandos y partidos y a quien no los toma le tachan de anarquista.

PS: Es interesante pensar, además, que hoy se puede uno aislar de la manada de muchas maneras, pero era imposible hacerlo en la edad paleolítica, quedarse solo no era una opción muy prometedora e implicaba además que no habría un quien que te objetara, pero también implicaba que no había mucha opción de seguir con vida en un asalto de una fiera y de tener menos posibilidades al perseguir una presa. La ventaja de la manada, del tumulto y la muchedumbre salta a la vista, por eso es que le rehuyo tanto, porque me parece tan primitiva. No obsoleta, sólo primitiva.

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