La nueva normalidad es algo que impactará la sociedad toda y las promesas de normalidad son obvias: "quédate en casa por el momento, construye nuevas historias que después volveremos a vernos". La promesa no pasa de ser promesa por el carácter endémico de la covid 19, lo que quiere decir que el virus estará latente por ahí y cada cierto tiempo contagiará a algunos seres humanos, de los cuales, algunos no sobrevivirán como ocurre actualmente con muchas gripas que son causadas precisamente por coronavirus. No hay prisa señores dirigentes, pensaron que la pandemia retrocedería con tres días, luego con quince y después con un mes, hoy piensan que con 90 días será más que suficiente, pero la gente no aguanta en sus casas, los que se empeñaron en quedarse en ella para protegerse, están desesperados y claman por reintegrarse a una normalidad que, por el miedo y el pánico causado, resulta imposible. Se necesitan muchos años para que la sociedad se recupere de temer morir por contagio y de dar la mano y volver al beso de saludo o acercarse a quien tose o estornuda. Los conciertos andarán vacíos porque todos temen ser multados por no cumplir los mandatos, así que unos por miedo a morir y otros por miedo a ser reprimidos y multados no irán, la normalidad será un caos y siempre con el peligro y la amenaza constante de mandatarios que pretenden mantener un orden: "no salga, no se reúna, no se amontone, no se mueva... o volvemos a confinamiento obligatorio" lo que ya es un desperdicio. La educación y la libertad se fueron de paseo: No eres libre de ir allí o allá, ni de entrar al apartamento de un vecino porque si tu vecino no tiene miedo, lo tienen los convecinos o el administrador que se cree en posesión de título de alcalde y decreta "para proteger", prohibir la entrada de ajenos. Salve imperatur moriturus te salutan, La nueva libertad consiste en poderte quedar en casa con cinco mil imbéciles periodistas, profesores, artistas y visionarios repitiéndote que "es por tu bien quedarte en casa". Igual yo venía era a burlarme es de los curas que ya no podrán tener mucha gentusa en sus iglesias y nada de pasar con cocas para recoger "limosnas" y de dar la hostia en la boca. El protocolo de seguridad no se detiene en la casa del señor y se deben poner lavamanos aislados del contacto de las manos ─es decir que se activen con los pies─ para evitar la propagación del virus, al igual que se debe conservar la distancia social de dos metros y todos deben tener puestos los barbijos, incluso el cura. Yo no sé como van a salir esos cantos de alabanza, pero eso sí, estoy seguro que los borreguitos irán a misa a lavar las culpas y a pedir por los muertos. Lo interesante es que la iglesia también tiene una nueva normalidad y la institución conservadora con menos capacidad de cambio, debe hacerlo para ser aceptada en el año 1 DC ─después del coronavirus─ y los cambios empiezan por casa. La instalación de dispensadores de gel antibacterial y la disposición de lavamanos activados con el pie es algo que riñe con las estatuas de los santos y los jesuses crucificados. Las bancas típicas deberán espaciarse y colocar en ellas cruces sobre las cuales puedan sentarse los feligreses y que les indiquen la distancia mínima, lo mismo que si están clavadas al piso o son demasiadas, deberán estar condenadas con cinta de acordonar o banditas como las que se usan en los baños de los moteles que rece "Esterilizada". El saludo de la paz, de manos, queda cancelado hasta nueva orden, así que aquello de "daros fraternalmente la paz" tendrá que improvisarse con emoticones de Whatsapp o con algún nuevo gesto o reformando alguno ya antiguo, eso sí, sin contacto físico. Supongo yo que "podéis besar a la novia" se conserva pero recatado o ambiguo. La hostia no se puede dar en la boca y, según ellos, es más cómodo entregarla a cada individuo de la grey en mano propia, aunque yo no veo como garantiza eso que el cura no esté infectado. Yo creo que deben hacerlo con guantes o poner un dispensador de hostia sagrada que propulse la hojuela con un cañón de aire para que el contacto sea mínimo. La parte técnica corre de cuenta de los científicos e ingenieros de la iglesia. Los bautizos deben ser por correo o con agua esterilizada, porque nada podemos decir de una fuente de iglesia en cuanto a sanidad. Deben andar pensando en una especie de agua bendita embotellada ─con gas y sin él─ que garantice asepsia para cada nuevo miembro de la comunidad religiosa. La cachetada de la confirmación también se pierde, o se gana, depende como vean la cosa. La sacada a peregrinación de santos no se prohíbe mientras se cumplan las normas de distanciamiento y el barbijo, aunque toda empresa ─y ahí salta la iglesia─ es susceptible de multa y cierre por incumplir los cánones de bioseguridad.
PS: Aceptemos que en vez de cruces sean círculos o triángulos porque que un feligrés se siente en una equis, debe ser sacrilegio visto desde algún punto de vista.
PS 2: Yo pienso que la unción de la ceniza en tiempo de cuaresma también se cancela, eso es mejor con un sello que garantiza asepsia y uniformidad en el símbolo o mejor nada. En los santos oleos no importa la asepsia.
PS 3: Sueño con una sociedad futura que se reirá del encierro y la cuarentena, del uso del barbijo y los guantes de una civilización que fue descubierta por un antropólogo futuro y que se escondía de un virus en vez de enfrentarlo.
PS 4; Ahora me desayuno que al mal de querer quedarse en casa y de sufrir el contagio, el miedo a salir y volver a la normalidad, hasta el punto patológico de padecer de histeria e hiperventilación con ataques de ansiedad y llanto compulsivo si se ven obligados a salir, se le llama síndrome de la cabaña.
PS 5: Otra manía que queda relegada es la de acariciar las heridas pintadas de los santos y persignarse con ellas. Ya desde antes era bien anti higiénica.
PS: Aceptemos que en vez de cruces sean círculos o triángulos porque que un feligrés se siente en una equis, debe ser sacrilegio visto desde algún punto de vista.
PS 2: Yo pienso que la unción de la ceniza en tiempo de cuaresma también se cancela, eso es mejor con un sello que garantiza asepsia y uniformidad en el símbolo o mejor nada. En los santos oleos no importa la asepsia.
PS 3: Sueño con una sociedad futura que se reirá del encierro y la cuarentena, del uso del barbijo y los guantes de una civilización que fue descubierta por un antropólogo futuro y que se escondía de un virus en vez de enfrentarlo.
PS 4; Ahora me desayuno que al mal de querer quedarse en casa y de sufrir el contagio, el miedo a salir y volver a la normalidad, hasta el punto patológico de padecer de histeria e hiperventilación con ataques de ansiedad y llanto compulsivo si se ven obligados a salir, se le llama síndrome de la cabaña.
PS 5: Otra manía que queda relegada es la de acariciar las heridas pintadas de los santos y persignarse con ellas. Ya desde antes era bien anti higiénica.
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