martes, 9 de junio de 2020

Lo bueno, lo malo y lo ridículo

Los resúmenes no abarcan todo. Nunca. Pero también es bueno que no sea siempre el ogro dando manotazos porque las cosas están mal hechas o salen mal, mostrando el escepticismo general y la amargura de la vida. Hoy,  aparte de lo malo que ha sido esta coyuntura mundial, me enfocaré en lo bueno que ha dejado este nudo en la historia y no me refiero a los "héroes" que tanto mencionan los dirigentes y la gente estúpida que nada tiene que decir. Claro que para hacer apología de este espacio no puedo mencionar siquiera esas cosas que ha tenido de bueno la población: las banderas verdes y rojas, las bienvenidas, los aplausos para los que se salvaron y estaban en el grupo de peligro, las canciones para levantar el espíritu y sentirse fuertes a modo de himno, la fortaleza que nos han ofrecido los grandes del entretenimiento, la solidaridad humana que puede inferirse de la gran cantidad de cuentas que se publican para "ayudar al necesitado" y los que recogen "material" para los desamparados. Lo malo y lo feo se pueden inferir a cada rincón y en cada informativo, revista, fanzine y volante que ha dado a luz esta coyuntura, incluso en los conciertos de algunos adaptados que transmiten "en vivo" sus hurras a la pandemia e himnos grotescos para difundir el buen uso del tapabocas y el habitual lavado de manos. Lo bueno, como dice el conocimiento popular, poco pero bueno. Empecemos por el uso del tapabocas, aunque algunos quedaron terribles con ese pañal que exhiben como respuesta al uso obligatorio, se nos permite usar, literalmente, máscaras anti polución que son más estéticas y dramáticas lo que nos evita que un interlocutor pueda ver nuestra fealdad en pleno y parecer más post apocalípticos de lo que quisiéramos en un principio. Ya un agente del orden no te llama porque lo tienes puesto o porque no te lo quitas sino al revés y el cubrebocas evita que queramos hablar constantemente, lo que nos permite ser más callados que antes y hasta balbucear sin que los demás nos vean mover los labios y nos traten de esquizofrénicos, incluso podemos contestar lo que queramos en voz baja y después, hipócritamente, corregir a lo socialmente correcto. Algunas chicas ya no tienen que usar maquillaje de más y por supuesto, aquellas no muy agraciadas y estéticas, pueden empezar un nuevo día conquistando con el color, la marca y el estampado del barbijo. No es gracia que yo diga que el distanciamiento social es una gran ganancia, las aglomeraciones siempre me han parecido un dolor de cabeza por no decir que mi afenfosfobia se está convirtiendo en tendencia, los puestos en la plaza ya no pueden explayarse y el corredor está para lo que debe ser, circular; la máquina del gimnasio que justamente es la que necesitas por fin está desocupada; Puedes comprar con entera confianza sin que un avivato llegué con "sólo es una única cosa, perdón"; la fila que es un esperpento, funciona aunque sólo sea a medias. Subirse a un bus, sentarse y poderse quedar calladito y lejos de intromisiones, es una bendición que va a durar resto y que es una de las cosas buenas. La aglomeración como delito, permite cerrar o limitar espacios y obligar al desprevenido a mantener distancia y a no hablar, una mal entendida maravilla. Aplica decir que hasta disminución o nulidad de visitas es una cosa que hay que encumbrar, con lo que nos queda más tiempo para discernir, razonar y dedicarnos a nuestros asuntos. Menor interacción humana siempre es menos rabietas que provocan con su palabrería vana. Personalmente me encanta que cada baño público deba modernizarse a llaves con actuador de pedal o por sensor de cercanía y que esas llaves, por el consumo, bajen de precio y se popularicen, lo mismo que maneras para abrir las puertas sin manijas o actuadores que permitan hacerlo con el pie. Resulta bien interesante que los principios del capitalismo se vean confrontados. Al administrador de la flota de buses no le conviene que vaya el 30% de lo que puede llevar, ellos prefieren siempre el 278% de cupo; igual ocurre con cualquier empresa, si la venta y uso no es masivo y sin sentido, sus ganancias se ven afectadas, pero el nuevo capitalismo tiene que conformarse sin masividad. Rico que se den cuenta que pueden sobrevivir sin montoneras y con el mismo servicio, feo si lo empeoran o trasladan esas ganancias al bolsillo del ciudadano, pero bueno de todos modos, ya algunas empresas sacaron su servicio "Platino bioseguro" o "Rápido bioconfortable" o "bioviaje gold" que ubican puestos independientes ─viva la independencia─ y alejados con la norma actual, con aspersores y lavadero con dispensador de gel antibacterial y luces ultravioleta. Feo que por cada sitio que se visite halla que lavarse manos y pies y atiborrarse de desinfectantes o preguntar cinco veces lo que se pide, porque si antes no nos entendíamos, ahora estamos en la cúspide de Babel y se repite cada vez más "¿Qué qué? Feo el que usa mal el barbijo o se ponen unos demasiado grandes como pañales o unos que apenas cubren los labios o les levantan las orejas o los que, haciendo uso de su derecho, llegan con gorra, turbante, gafas de soldadura y máscara anti gases y hasta guantes, aunque no sean quirúrgicos. Horrible que cada persona te haga las mismas preguntas sobre los mismos temas y que realmente no quieran aprender nada, sino repetir los chismes y los récords o las teorías de conspiración que oyeron de no se quien o de un audio de una ciudad o de una enfermera de no sé donde. Cada uno quiere poner como ejemplo su zona habitada y su círculo de amigos, su padre, su comunidad o su experiencia propia, que en algunos se limita al chisme y a las noticias falsas.
Ridículo que algunos pretendan que es un castigo divino, que se puede curar con orina de bebé o con cocaína, que haya tanto ingenuo tras las ayudas espirituales y que haya quien crea que los gobernantes hacen las cosas por bien del pueblo: Tres días sin IVA. Ya había dicho yo, cuando le ponen un pie encima a uno se queja y llora de alegría cuando se lo levantan por diez minutos... triste vida la del esclavo mental. Prima pagada en cuotas hasta diciembre, eso no es ventaja para el pueblo, es ganancia para el empresario. Un presidente que patrocina misas para pedir que dios retire la pandemia y la terrible ingenuidad humana de ver como le roban de frente y quedándose callado. Esto hace referencia a los escándalos que el presidente ya sabe como torear y porque nadie quiere derribar la corrupción, sino hacer parte de ella.
Bueno que algunos entendieron lo que realmente es útil en esta vida y los conocimientos que se requieren para manejar un hogar al que fuimos confinados, terrible que se avivó una llama oscura de religiosidad y que hasta los ateos librepensadores hicieron confederación.

PS: Es bien sabido que toda emisora que no aliente los propósitos gubernamentales, esté o no de acuerdo con ellos, puede irse despidiendo de su franja, canal y actor o periodista que presume de libertad de prensa.

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