Noticias de la semana

 El presidente Biden reporta sus primeros días de gobierno en una rueda de prensa, yo sé que ninguno es bueno, pero se descansa de la prepotencia que destilaba el viejo Trump. La de éste no es muy obvia y parece que sus respuestas están acordes, no noté dudas o vacilaciones en sus contestaciones, está claro en lo que quiere y desea y pone una nota muy alta con sus 100 millones de vacunas contra la enfermedad ridícula aquella. Cumplida o no la cuota de las vacunas, las expectativas colombianas de llegar a 3 millones de ellas a mediados de abril son un fiasco. Se le nota que desde ya trabaja por la reelección y es parco a la hora de hablar de sus opositores poniendo todo en ton de bienestar para los "Americanos", por lo menos no son los tonos de lucha del otro imbécil septuagenario. En Venezuela no escampa y llueven bombas sobre la población civil. Yo me canso de escuchar noticieros que utilizan palabras como "narcodictadura" "régimen de Nicolas Maduro" que a mí me suena peyorativo, "el dictador" en fin. Esto no quiere decir que no lo sea, pero eso revela parcialidad en la noticia y la tremenda influencia que tiene dicha parcialidad en la masa cruda es obvia. Allá en Venecia pequeña hay un problema inmenso y el mayor de ellos es la cúpula de gobierno. Da una maldita rabia escuchar a un soberano analfabeto pronunciar cuatro palabras y desmentirse, gaguear, ofender sin ton ni son, abanderarse con los resultados propios y recalcar perversas las virtudes de los demás; exactamente como hacen los preadolescentes y los niños. No se explica este escriba, como es que tan estúpido tunante aún está en el poder. El caso es que luego de habladurías, escuchamos que utilizó bombas contra la población porque la "inteligencia militar" de la que habló Groucho Marx, aseguró que allí había rescoldos de campamentos guerrilleros de Colombia. Resultado: cientos de desplazados que ahora se refugían en una ciudad fronteriza de la mismísima Colombia porque su propio país los convirtió en carne de cañón. He escuchado sobre escándalos racistas y se acuñan nuevos términos por periodistas distópicos: asiofobia, chinofobia, japonesifobia de donde se desprenden asiocidio, chinocidio y japonicidio. Esperemos a ver que dice la sacrosanta RAE y si es posible frenar los crímenes de odio. Yo, lo dudo. La curva de la enfermedad parece no tener sino picos, que entramos en el tercero y ya se han implementado "estrategias" para evitar el ascenso del dichosos pico. Prohibidas las reuniones, compras con el número de la cédula, toque de queda nocturno y ley seca nocturna. Al parecer y según muchos, el virus se mueve más de noche y entre alcoholicos y no existe en los transportes masivos que a toda hora andan atestados. Parece una flagrante estupidez, al contrario debería implementarse el transporte nocturno y horarios extendidos, lo que permitiría a unos cuantos noctámbulos emplear bien el tiempo de insomnio y practicar la sana distancia, que la noche es menos frecuentada por la masa móvil. Se varó un paquebote cargado de contenedores en el canal de Suez que, "asegún" las noticias, incrementará el valor de las provisiones y el combustible porque cada día se mueven por allí el 30% de los productos del planeta. Según fuentes, mucho viento y mal tiempo provocaron su encallamiento. Supongo que ya probaron con remolcadores, descargando los contenedores con helicópteros y socavando la arena con dragas. Un estimado probable para reabrir el paso se da para la semana de pascua. Aparecieron más vacunas contra el virus de moda, la cubana y la Lusa y de allí se desprende que la vacunación total del planeta no demore más de un par de años, aunque de forma prevista el "cartel de las vacunas" apareció para quedarse y el porcentaje de fallos, sobre todo con la de Astrazeneca, ha influido en favor de los antivacunicistas y en las decisiones de algunos gobiernos por aceptarlas así sean regaladas. Cabe aclarar que es lo más normal que puedan presentarse efectos adversos luego de su aplicación y que éstos no tienen una alta tasa de mortalidad, pero el escándalo es el que mata y las noticias mal dadas son una pena para la humanidad. La última nueva que ya es vieja es que los simples celebran su semana mayor y están acongojados porque de nuevo sera sin presencialidad o con presencialidad mínima. No se preocupen que si contraen la enfermedad en el oficio ocurrieron dos cosas: no están en el bando del dios correcto o él tiene algo contra ustedes. De todas maneras salen perdiendo. Yo les recomiendo que vean sus misas por televisión. así no tienen a quien culpar. Buena semana.

PS: Cada tanto debo dejar claro que mi columna no es un informativo, sino un espacio de opinión personal y una manera de ejercitar la palabra. Es decir, yo si puedo tomar bando que, en general, es el mío.