Fue un matemático ruso quien nos convenció, matematicamente hablando, de que ciertos eventos repetidos ene veces pueden no ser tan aleatorios como nos convencemos a nosotros mismos, el adorable Andréi Kolmogorov puso la matemática de su parte y comprobó que una moneda sólo puede caer de dos maneras distintas y un dado de seis caras, de seis maneras distintas, quien apueste que la moneda quedará de canto o que el dado parará en uno de sus vértices es un sopenco incrédulo y perdedor, auspiciador de mundos paralelos en los que el dado cae como le da la gana o queda suspendido en el aire. En el colegio nos enseñan vestigios de probabilidad con la formulita de número de eventos favorables sobre el número de eventos posibles que arroja un número entre 0 y 1 que nos indica la probabilidad de ocurrencia de un evento. Si nos arroja cero, el evento es imposible y si nos arroja 1, el evento es seguro, La probabilidad, si se multiplica por 100, nos arroja un porcentaje probabilistico, los números intermedios, si se multiplican por cien, nos arrojan un porcentaje de probabilidad de ocurrencia de tal hecho. Existe el típico de una bolsa con 6 bolas negras y 4 bolas blancas en el que preguntan ¿qué probabilidad hay de sacar una bola de cada color? Obtenemos que para las negras es 6 de 10, 0,6 o 60% y las blancas, por el mismo método es de 40%. Sigamos el curso de los acontecimientos. Si conozco los eventos favorables y los eventos posibles puedo, con tranquilidad, aplicar el formulario y obtener una respuesta valida para el formulario. Yo no le pongo uno, le pongo 5 porque aprendió a usar la regla de Laplace. A quien le debo poner uno es al que se traga que la probabilidad de que no sea llevado a prestar servicio ─dictado por la bola blanca─ es de 40% porque los eventos asociados a "sacar la bola blanca" dependen de otros no matemáticos cómo que te la entreguen antes de meter la mano, comprarla, el daltonismo del que determina de que color es la bola, en fin. Dentro de un evento se pueden fundir muchos más eventos que complican la extracción del valor de probabilidad y el que me relata un querido amigo es sencillo de sacar: un centímetro cúbico de semen tiene en promedio ─y mucho cuidado que el promedio ya es una mentira estadística porque equivale a que en un mundo justo todos debemos aportar lo mismo en cuanto a eficacia seminal─ a razón de 15 millones por mililitro, unos 15 mil millones y el promedio de eyaculación ─otra mentirilla estadística─ es de 5ml a 10ml. Una exorbitante suma de 150 millones de flagelos tratando de alcanzar el óvulo y, que según Laplace y Kolmogorov equivale a 1 sobre 150.000.000 lo que arroja una probabilidad de 0.000000066 de que uno de ellos llegue al blanco. Ahora, nadie nos ha mostrado los eventos asociados, la probabilidad de que si van todos ellos, haya un óvulo qué fecundar o que todos los producidos lleguen a buen destino ─no se me hagan tarugos que algunos cogen destinos que nunca terminan en la matriz─ o la acidez de la vagina o un dispositivo antiespérmico no esperado. Al final hay que sopesar esa afirmación científica de que cada gameto en la meiosis es único, por favor, las variaciones que lo hacen único son como las de la huella digital, es decir, imposible de ver a vista simple y entre un montón de bolas blancas que más da cual de ellas tomo para salvarme del servicio militar, aunque quiera recalcar que la que me salvó es "única" que, en cierta manera lo es, aunque venga del mismo molde, sus interacciones la han hecho diferente por un pelón o por una serie de hendiduras. Los espermas de un mismo ser humano son variaciones simples de un juego de 23 cromosomas. ¿Qué probabilidad hay de que al ambarazar a tu chica des a luz un ser diferente a un humano? Lo dijo Whitman "peor cosa no podría ser". Consideremos que las probabilidad de que me caiga un rayo es el numero de rayos dividido por el número de seres humanos, pero cambia la proporción si obtenemos el número de rayos en mi zona por la gente que vive en ella. "Rayos en tierra" que es donde vivo, caen demasiados rayos en el mar; "pararrayos" cercanos... otra es la probabilidad de que muera por el rayo. La probabilidad de que me muerda un tiburón es nula, pero calculémosla dividiendo la cantidad de tiburones asesinos por la población de la tierrra. Hay que tener en cuenta que no existe cédula en el mar y sólo puedo atenerme a un promedio de ellos, a si entro al mar, que los tiburones voladores son de ciencia ficción y si visito una ciudad con mar o viajo en bote con posibilidad de hundirse. ¿Cuantos infectados ha dado la pandemia? ¿Cuantos muertos por la enfermedad? Es imposible saberlo a ciencia cierta, pero si la probabilidad de nacer es de 1 entre 105.000.000.000 millones ¿Qué clase de prueba es esta refutada por 7.500.000.000 millones de seres humanos igualiticos?
PS: Este texto lo tomé de alguna página estúpidamente científica: "Desde la edad de 15 años hasta el final de su existencia, un hombre genera alrededor de 2,6 billones de espermatozoides que, si se pusieran uno detrás de otro, formarían una cadena de 130.000 kilómetros. Es decir, que bastaría recoger la producción seminal de un individuo para fabricar un cordón espermático de la Tierra a la Luna." yo no hice las multiplicaciones, ni me importan, pero hay mentiras claras que cuando fui a la luna me contó el tacómetro 384.423,2 kilómetros.
PS 2: No traguen entero niños. Sólo los peces tragan anzuelo, hilo y plomada.