domingo, 30 de enero de 2022

Estadísticamente hablando

 Fue un matemático ruso quien nos convenció, matematicamente hablando, de que ciertos eventos repetidos ene veces pueden no ser tan aleatorios como nos convencemos a nosotros mismos, el adorable Andréi Kolmogorov puso la matemática de su parte y comprobó que una moneda sólo puede caer de dos maneras distintas y un dado de seis caras, de seis maneras distintas, quien apueste que la moneda quedará de canto o que el dado parará en uno de sus vértices es un sopenco incrédulo y perdedor, auspiciador de mundos paralelos en los que el dado cae como le da la gana o queda suspendido en el aire. En el colegio nos enseñan vestigios de probabilidad con la formulita de número de eventos favorables sobre el número de eventos posibles que arroja un número entre 0 y 1 que nos indica la probabilidad de ocurrencia de un evento. Si nos arroja cero, el evento es imposible y si nos arroja 1, el evento es seguro, La probabilidad, si se multiplica por 100, nos arroja un porcentaje probabilistico, los números intermedios, si se multiplican por cien, nos arrojan un porcentaje de probabilidad de ocurrencia de tal hecho. Existe el típico de una bolsa con 6 bolas negras y 4 bolas blancas en el que preguntan ¿qué probabilidad hay de sacar una bola de cada color? Obtenemos que para las negras es 6 de 10, 0,6 o 60% y las blancas, por el mismo método es de 40%. Sigamos el curso de los acontecimientos. Si conozco los eventos favorables y los eventos posibles puedo, con tranquilidad, aplicar el formulario y obtener una respuesta valida para el formulario. Yo no le pongo uno, le pongo 5 porque aprendió a usar la regla de Laplace. A quien le debo poner uno es al que se traga que la probabilidad de que no sea llevado a prestar servicio ─dictado por la bola blanca─ es de 40% porque los eventos asociados a "sacar la bola blanca" dependen de otros no matemáticos cómo que te la entreguen antes de meter la mano, comprarla, el daltonismo del que determina de que color es la bola, en fin. Dentro de un evento se pueden fundir muchos más eventos que complican la extracción del valor de probabilidad y el que me relata un querido amigo es sencillo de sacar: un centímetro cúbico de semen tiene en promedio ─y mucho cuidado que el promedio ya es una mentira estadística porque equivale a que en un mundo justo todos debemos aportar lo mismo en cuanto a eficacia seminal─ a razón de 15 millones por mililitro, unos 15 mil millones y el promedio de eyaculación ─otra mentirilla estadística─ es de 5ml a 10ml. Una exorbitante suma de 150 millones de flagelos tratando de alcanzar el óvulo y, que según Laplace y Kolmogorov equivale a 1 sobre 150.000.000 lo que arroja una probabilidad de 0.000000066 de que uno de ellos llegue al blanco. Ahora, nadie nos ha mostrado los eventos asociados, la probabilidad de que si van todos ellos, haya un óvulo qué fecundar o que todos los producidos lleguen a buen destino ─no se me hagan tarugos que algunos cogen destinos que nunca terminan en la matriz─ o la acidez de la vagina o un dispositivo antiespérmico no esperado. Al final hay que sopesar esa afirmación científica de que cada gameto en la meiosis es único, por favor, las variaciones que lo hacen único son como las de la huella digital, es decir, imposible de ver a vista simple y entre un montón de bolas blancas que más da cual de ellas tomo para salvarme del servicio militar, aunque quiera recalcar que la que me salvó es "única" que, en cierta manera lo es, aunque venga del mismo molde, sus interacciones la han hecho diferente por un pelón o por una serie de hendiduras. Los espermas de un mismo ser humano son variaciones simples de un juego de 23 cromosomas. ¿Qué probabilidad hay de que al ambarazar a tu chica des a luz un ser diferente a un humano? Lo dijo Whitman "peor cosa no podría ser". Consideremos que las probabilidad de que me caiga un rayo es el numero de rayos dividido por el número de seres humanos, pero cambia la proporción si obtenemos el número de rayos en mi zona por la gente que vive en ella. "Rayos en tierra" que es donde vivo, caen demasiados rayos en el mar; "pararrayos" cercanos... otra es la probabilidad de que muera por el rayo. La probabilidad de que me muerda un tiburón es nula, pero calculémosla dividiendo la cantidad de tiburones asesinos por la población de la tierrra. Hay que tener en cuenta que no existe cédula en el mar y sólo puedo atenerme a un promedio de ellos,  a si entro al mar, que los tiburones voladores son de ciencia ficción y si visito una ciudad con mar o viajo en bote con posibilidad de hundirse. ¿Cuantos infectados ha dado la pandemia? ¿Cuantos muertos por la enfermedad? Es imposible saberlo a ciencia cierta, pero si la probabilidad de nacer es de 1 entre 105.000.000.000 millones ¿Qué clase de prueba es esta refutada por 7.500.000.000 millones de seres humanos igualiticos?

PS: Este texto lo tomé de alguna página estúpidamente científica: "Desde la edad de 15 años hasta el final de su existencia, un hombre genera alrededor de 2,6 billones de espermatozoides que, si se pusieran uno detrás de otro, formarían una cadena de 130.000 kilómetros. Es decir, que bastaría recoger la producción seminal de un individuo para fabricar un cordón espermático de la Tierra a la Luna." yo no hice las multiplicaciones, ni me importan, pero hay mentiras claras que cuando fui a la luna me contó el tacómetro 384.423,2 kilómetros.

PS 2: No traguen entero niños. Sólo los peces tragan anzuelo, hilo y plomada.

domingo, 23 de enero de 2022

La matemática no miente

 Esta frasesita la he escuchado un mil y una veces como en los cuentos de la princesa Scheherezade y como en ese cuento, quisiera pasar por el tamiz del cadalso a quienes la arguyen y la emplean casi como cliché. Primero hay que pensar si es posible que una ciencia mienta y "la mentira es la que manda y la que causa sensación, la verdad es aburrida" pura frustración como dijeran los sabios de Eskorbuto y dudo que ese sea el sentido de la frase analizada. La matemática por sí sola no miente, quien miente es el hombre y de allí ya partimos para decir que las ciencias no mienten porque se les dé la gana, pueden ser mal interpretadas por ignorancia, fe ─que no debería existir en la ciencia─ exceso o falta de datos y necesidad, que los poderosos y trampososo siempre han necesitado de mentir y nada como la matemática para mentir de buena fe. Desde que la ciencia real se convirtió en paradigma, se abrió el camino para que una reputación científica apoye falsedades o se invente cosas: "el hombre de Piltdown" "el limpiador X que vale la mitad y trabaja por dos" "el terraplanismo" "el uso del 10% del cerebro"... 5 + 3 es 8 y no hay mentira mientras aceptemos la definición de la suma y la de cada operación, pero, pero, pero ─siempre hay un pero─  ¿lo que dice la matemática es cierto? La matemática no afirma nada diferente al mundo de los números, verifica ciertos conjuntos con unas reglas, por ejemplo, la división por cero no está estipulada y de allí se desprende lo imposible de decir cuantas veces tiene más una persona que tiene 20 que la que tiene cero porque no existe ningún número que al ser dividido por otro me dé cero, pero se usa para interpretar y las interpretaciones pueden ser falseadas como en las presentaciones estadísticas, no sólo mal interpretadas sino amañadas, manipuladas y mal ejecutadas ─ya expliqué en otro insermo que si hago una investigación en los alrrededores de la U de A sobre que universidad prefieren los jóvenes de Medellín, obtendré un dato amañado─ o se usa para obtener un aval y la matemática sigue sin mentir: si es cierto que sólo usamos el 10% del cerebro, tenemos sin uso el 90% y 90 más 10 da 100 que es correcto completamente y si el hombre de Piltdown tiene 3 millones de años y partes simiescas, nada le quita el derecho a ser el "eslabón perdido" y si un producto vale la mitad y hace el doble del trabajo, tiene una eficacia del cuadruplo del valor de la que vale el doble y actúa normal. Nuestro problema se da para malas interpretaciones y es que una verdad que no ha sido pasada por el tamiz científico o a la que se le acepta porque "otros" la pasaron por el tamiz científico, falso o no, no es más que una afirmación con la validez que cada uno le dé y en ella cae esta "verdad" a medias: "la matemática no miente": en la tienda la matemática del "chuzo" es legal y por si fuera poco, el valor a pagar es el tasado por los productos más el chuzo y la matemática no mintió: el robo más el pago es el valor total y cada número está allí, sin mentira. La mentira de la matemática es la forma como se presenta o la manera como se interpreta, entonces "la matemática no miente" es una frase correcta y a su medida, pero hay que agregar que el método científico no miente y que la geografía no miente y que la física no miente y que la química no miente. Las ciencias exactas son exactas en la medida de sus certezas y los errores se deben a procesos de observación, intencionales ellos o no. Pero ¿como nos miente la matemática? o ¿cuándo nos miente la matemática? Justo sea decirlo, cuándo somos incapaces de corroborar los datos o cuando los aceptamos como ciertos: "me debe tres guaros a 2100 pesos, más los chicles 200 pesos, más el cigarrillo 700 pesos para un total de 8.200 pesos. Deme 8000 pesos y quedamos a mano." "el pedido vale 750.000 pesos por las 25 alfardas, cada una a 30.000 pesos y hay que sumarle el 19% del IVA y el acarreo que cuesta 120.000 para un total de  1'132.500 pesos." "Científicos de la universidad de Alameida corroboran que el cabello crece más en luna creciente". En la última no hay matemáticas pero se usa tanto el aval, ficticio o no, de científicos sin escrúpulos que parece una mentira matemática difícil de refutar. "un estudio de 40 universidades revela que la luna afecta los sembrados." "El sindicato de profesores ha conseguido con el paro un monto de 4.000 millones de pesos como aumento salarial para este año." La mentira tiene forma de ignorancia. La matemática no miente, miente el hombre y si no fuera así deberíamos ir en contra de esa belleza que expresó Galileo sobre que la matemática es el lenguaje de la naturaleza. Tampoco excluye la mala interpretación. dejemos así, la matemática no miente, pero si no se corrobora, la matemática puede estar mal ejecutada o alterada con o sin intención y depende del receptor corroborarla, es decir, siempre nos hace falta el sentido crítico.

PS: Podríamos decir que las ciencias no mienten dentro de ciertos postulados, como decir que "la suma de los ángulos internos de un triángulo miden 180 grados" pero sólo dentro de la geometría plana, que no funciona en una geometría cóncava o convexa. O que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta y nos olvidamos de las geodésicas.

PS 2: Queda la discusión de si la matemática está implícita en el universo o es un constructo humano y la verdad que toca esmentir a quien piense que el sol grita su distancia o que hay una armonía universal que parte de los sólidos perfectos. La matemática es un constructo humano y por ello es manipulable, pero sabemos que con los números bien ejecutados, podemos llegar a verdades generales aplicables y con ellos podemos descubrir las razones de la naturaleza porque ella invariablemente, se porta matemáticamente. 

domingo, 16 de enero de 2022

La experiencia no se improvisa

 Andaba pensando lo fácil que es decir que uno tiene un conocimiento que no tiene y el tiempo que se requiere para volverse un maestro en cualquier arte u oficio. En la cocina está doña Selene que la veo pelando 500 huevos duros con una facilidad pasmosa y me pregunto cuánta experiencia se requiere para decir que realmente se es experto pelando huevos. Lo mismo me pregunto cuando alguien dice que sabe "clavar" clavos o que es experto en sexo anal. Dicen por ahí, lo escuché en la serie "Elementary" que se necesitan 10.000 horas en un arte para hacerse experto y eso es, mis queridos lectores, la nada despreciable suma de 1,14 años sin parar y, dedicándole sólo las ocho horas diarias de trabajo y sin descanso, la nada risible suma de 3,42 años. Ahora me vienen a decir que alguien es experto en pelar cocos, en sexo, en domar locos, en tarjetas de crédito... en fin. No es imposible volverse expertos, pero deberemos pensar mejor antes de decir que "sabemos algo" cuando en realidad si hay verdaderos expertos en esas áreas que compongo. Definitivamente Doña Selene sabe pelar huevos duros y el hombre que instaló mi techo con madera machimbrada tiene una experiencia envidiable en el área. Yo, no puedo considerarme un experto cantante y compositor y menos un gran artista marcial o un experto en nudos y puede ser eso lo que me hace sentarme a dedicarme varias horas a hacer nudos y a contarle a otros como se hacen, mi inexperiencia y mi deseo de volverme al menos suficiente en esa área. Yo he cortado metales con sierra y tal vez haya invertido dos o tres años en ello, pero ahora quien corta metales lo hace con disco de cortar en amoladora angular y a mano. La primera vez que traté de hacerlo rompí los discos y puse en peligro mis extremidades, porque asumí que todo era como manejar la amoladora con disco de desbaste. Errado completamente, cada nueva función, cada nueva tarea, requiere de comprometerse a entender sus pormenores y no se trata de cortar bien una primera vez, si no de saber inclinar el disco, sin forzarlo y sin apurarlo, manteniendo el ángulo de ataque, calcuando la profundidad del corte, el ancho de la ranura, la dureza del material, la presión ejercida en el disco... Leerlo y entenderlo es tan importante como ponerlo en práctica y convertirse en experto luego de unas 10.000 horas de cortes. Pasa igual con clavar clavos, cómo se sujeta el martillo, el ángulo del golpe, la pericia en atinarle a la cabeza del clavo, la fuerza que se le imprime, el aprovechamiento del mango y la masa, no basta con poner el clavo en una superficie y enterrarlo, aunque uno nos salga bien, se necesitan cientos de horas para poder decir "sé clavar clavos"... No se es experto por conocer la teoría, por lo menos no de las artes y oficios. Ahora me explico y ahora les llevo este mensaje de repetición: La teoría sin práctica no es muy útil, aunque la práctica puede dar mucha teoría si se sabe sacarle punta al lápiz. Hacer que el cerebro se acostumbre y entienda una nueva tarea, un sistema de números o una operación, requiere ─en legos como nosotros, los genios no requieren esfuerzos exagerados─ de muchas operaciones y ahí es donde no es exagerado realizar 100, 200 ó 300 ejercicios de una operación para lograr siquiera aprender sus pormenores y sus vericuetos, no para volverse experto, simplemente para interiorizar el modelo básico. Repita entonces la lista de sus conocimientos y se dará cuenta lo poco que sabe y que sabemos al final de cuentas. Un punto de soldadura lo pone mucha gente, pero hay que saber de materiales de aporte, de amperajes, de tiempos de trabajo, de materiales a soldar y eso para cada variante posible de soldadura: eléctrica, autógena, láser, plasma, MIG, TIG, estaño... "sé soldar" es una aberración y una falsedad, "me defiendo" ni siquiera se acerca y "pongo puntos" apenas es una verdad a medias. Igual con taladrar: el tipo de brocas, la velocidad, el material, el afilado de las brocas, la presión. el ángulo de ataque... Pero eso es solamente el ejemplo. espérenme y verán: "Soy músico" pero 10.000 horas no llevo ejecutando tal arte, ni a palos, ni conciertos, ni ensayos ni nada, aunque llevo 30 años ensayando por horas eso no se acerca a las 10.000 horas. Así que ni soy experto haciendo música, ni presentaciones, ni ensayos, ni nada que se le parezca porque juntando todo y con cuatro horas semanales por 30 años no sumo 7000 horas y en artes de guerra con tres entrenamientos por semana, apenas voy por la mitad de la pericia necesaria... ojo "la mitad" no hay caso. Los expertos se reducen a una especie de grupo élite cuyas acciones están limitadas a otra pequeña élite de artes. El conocimiento es un espejismo que requiere mucha dedicación.

martes, 11 de enero de 2022

Numerología

 Al fin y al cabo los remiendos de la naturaleza se complementan con los rotos y los descosidos y para los unos y los otros hay de los unos y de los otros, que se van amalgamando hasta parecerse unos y otros. En cuanto a rotos y a descosidos se ha hablado bastante y no en vano en las calles de Medellín y en toda Colombia, pululan sin visa psicológica, ni carné de miembro de la universidad del embauco, gente que te lee la mano y te advierte de posibles encantamientos y sortilegios que personas de dudosa reputación puedan haber lanzado sobre ti y que hasta te muestran la sal y te sueltan algunas frases barnum para ver si caes en el enredo. ¿De quien es la culpa de la ingenuidad predominante en el ámbito escolar y familiar? o mejor ¿Qué fue primero el roto o el remiendo? que sin roto no hace falta remiendo y el remiendo puede subsistir sin remiendo pero al ser observado cualquiera le dirá que le hace falta el roto. Que se arreglen entre ellos, aunque sean inanimados y se dignen contarnos a qué conclusiones llegan que mientras tanto podemos hablar de la ignorancia que habla, que no es más que la tradición y el medio pugnando por salir y contar. Una profesora me contaba que había soñado conmigo y a la tercera vez que me comentó decidí dar por sentado que los sueños no eran más que miedos o deseos ocultos y me respondió como toda una psicóloga graduada en Hard Bar sobre su posición frente a tamaño oficio: los sueños indican cosas que uno debe saber interpretar de acuerdo con los manuales del significado de tales publicados en la biblioteca de la ignorancia por la editorial del chisme. Me alejé como de un demonio porque en mi mundo eso es satanismo y la credulidad del descosido no se cura con la seguridad del remiendo y viceversa, que es como decir que el remiendo, por más astuto que sea, a veces, deja el descosido visible. Los números son un tremendo golpe a la realidad, aceptando que explican sin más, porque la deuda crece con los intereses y decrece con los abonos, de los cuales los dos son descosidos. La punta del Iceberg es un tarado, que apenas sabe contar, implica que la condición de un número por ser tal, puede producir un cambio o un desaforo o acaso traer azúcar o sal en el destino, que los destinos son inapelables y son como son aunque puedan predecirse y resulte de la casualidad que coincidan con la predicción. Los números, mis desalumbrados, representan cantidades y sería malogrado pensar que por su forma o su capicúa puedan interferir en tales destinos de una u otra forma y que la fecha del nacimiento sumado o reducido a una sola cifra se acerque a una predicción del destino y la personalidad; que el mago elija "siete" como palabra cabalística o que se le tenga miedo al "trece" y se respete el "tres" como sagrado, sólo depende de los descosidos y no de los remiendos, aunque me estoy metiendo en la discusión que deben desarrollar los dos seres inanimados a los que me he referido con bastante asiduidad. Se duda que un alocado numerólogo pueda llegar a concluir los verdaderamente importantes números de Pi, la constante de Euler o la proporción áurea. Hasta dudo que los conozcan o sepan para que sirven  Finalmente remiendo o descosido dependen únicamente de como se descosió el descosido y de dónde se sacó el remiendo a coser. Vayan miren y se darán cuenta las mentalidades detrás de tales raciocinios, perdón, de tales rotos y se darán cuenta que abarcan personas que carecen en absoluto de realidad física y conviven inmunes con una realidad psíquica que se desprende de lo mágico y lo irreal. No existen los santos en mi mundo y los dioses están ausentes o no representan más que deseos de un remiendo que no es natural, aunque así se presente por los aduladores del oportunismo mágico. Seguramente encontraremos un roto tan agradecido con el remiendo que evalúe pertinente dignificar al remiendo con el título de santo o de inferente en las condiciones subsecuentes en la vida del roto y no es para menos, ya no ingresa aire frío, ni mostramos las partes pudendas con desafuero, pero el roto y el remiendo se pierden por sí mismos en quien le importa un pito el descosido y el remiendo o qué en resumidas cuentas, le parece que los rotos y los descosidos son tal para cual y no participan en la elocuencia de quien quiere demostrar la importancia de ambos. Ah locos quienes se aventuran con la palabra a tratar de contradecir o cambiar los rumbos de rotos y descosidos con sus propios cosidos y parches. Me apego a la cuestión: que inanidad el estar rezongando sobre números cuando el número es inherente y libre de contagios... a menos que haya un roto.

lunes, 10 de enero de 2022

Filosofía y ciencia

 Entrados en detalles es necesario aclarar, más para mí que para mis desalumbrados, la desproporcion y las distancias entre la ciencia y la filosofía. Es verdad, todo surge porque una chica de grado décimo me ha interpuesto la pregunta y siento haberme quedado corto en la explicación que le dí. Acá la amplio y la incluyo en mis disertaciones filosóficas. La filosofía, cansado ya de oír tal barullo, quiere decir amor, filos, por la sofos o conocimiento. Es la definición más simple y fácil de asimilar, todo aquel que guste de los saberes y de los conocimientos o que produzca en ese sentido es y hace filosofía. Dice mi querida E. P. que es la praxis de dilucidar, el ejercicio de pensar, el deseo por dilucidar la verdad con razonamientos claros. La filosofía fue la madre de la ciencia, el deseo de explicar las cosas naturales por medios naturales sin incluir en ella los designios divinos. Es usando el método de un filósofo que llegamos a verdades científicas o avaladas por un proceso matemático, observación, experimentación, reproducción, hipótesis y teorías cuya coherencia argumental y práctica terminan por ser avaladas y que funcionan. La teoría del color es fácilmente comprobable, las leyes de la termodinámica o los principios gravitacionales. No tanto un Big Bang, aunque la coherencia científica soporta hipótesis que, aclara, son una buena explicación debido a las observaciones y que, si las observaciones y la experimentación lo ameritan, son ampliables o removibles. Es claro que si un móvil se desplaza a 30 kilómetros por hora, en una hora recorrerá 30 kilómetros y puede no ser tan claro el cálculo de la fuerza G, pero está soportada en experimentaciones y predicciones acertadas que la avalan. La ciencia es pues un conjunto de conocimientos que han demostrado su valía como conocimiento aplicable en diversos campos como la biología, la física, la química o la matemática. La filosofía se revierte a empaquetar una cantidad de posturas, incluso contradictorias, pero explicadas con tanta certeza y silogismos que nos dan la idea de una verdad absoluta sin serlo. Dios no existe porque Nietzsche no quiere, ni existe porque Manuel se libró del cáncer rezando a ese dios, la ciencia sólo aporta que no hay pruebas de seres totipotentes y totiscientes detrás de los fenómenos naturales, aunque algún científico poético advierta que tanta belleza no puede ser producto del azar o de la masa del electrón. La poesía no es ciencia y la filosofía se aleja bastante de ella y por ello hay filósofos existencialistas y epicúreos, apolíneos y dionisiacos, positivistas y pragmáticos que a la hora de la verdad sólo son posturas ampliamente defendidas por sus creadores según las épocas y los eventos disyuntores o los fenómenos históricos. Ningún filósofo tiene la verdad más que su verdad. La ciencia tiene una verdad aplicada que depende de tal aplicación, aunque no toda la ciencia resulta ser útil y aunque las ciencias exactas difieran bastante de las ciencias políticas o de las ciencias sociales, que ya he explicado, no tienen las mismas características entre sí. Las predicciones de las ciencias humanas no son globalmente aplicables ni universales... son humanas y dependen bastante de las sociedades y las tribus, especies o grupos de estudio. No puedo decir que todo aquel que se orine en la cama y maltrate animales se va a convertir en asesino por ley matemática y la proporción convertida a la realidad no ajusta en las probabilidades con certeza absoluta, aunque la tendencia refiera las posibilidades a un grado aceptable. Seguir el mundo de las ideas no es garantía de que el mundo real no existe o ser racionalista no le quita valor al empirismo. En la filosofía hay demasiados charlatanes y no dudo que en la ciencia, pero siempre es más fácil desdeñar a los segundos que a los primeros. Que usted tenga una "idea de dios" no la hace cierta ni demostrable, pero que usted sepa como unificar las cuatro fuerzas sin fórmulas y teorías verificables le hace un charlatán completo y puede desenmascararse con la misma teoría científica. Creer en la estupidez humana: los iluminati, los Thugs o la Crne Ruka no avala esas teorías: 7 mil millones de creyentes no logran demostrar a ningún dios, fantasma, ovni o ET. Ningún dios ha enviado señales hertzianas o aparatos mecánicos inexplicables. No hay evidencias de ello. Puede ser usted partidario de un partido o de una mafia cualquiera... eso no es más que una postura de gusto y placer, jamás ciencia. Va a ser bastante difícil que en 10.000 años alguien descubra que 2 + 2 es diferente de 4, mientras que no es nada complejo que mañana la capital de Colombia ya no sea Bogotá o que ni exista Colombia como país, incluso que un comportamiento sea soportado por una teoría diferente a la que hoy se impone. La ciencia se ha equivocado vilmente y en muchas ocasiones, pero se permite el rectificar y corregir basada en los pilares que mencioné atrás. La filosofía no es correcta ni incorrecta, es postura y no se matematiza, se analiza. Se está de acuerdo con ella con razones o sin ellas y se puede enseñar sin pérdida de la identidad. La ciencia existe independiente de la creencia, la creencia requiere adeptos. La ciencia no es especulativa ni se adueña de verdades, es y punto. El espectro visible para el ojo humano en la actualidad está entre los 400 y 750 nanómetros. Dudo mucho que vaya a cambiar en el tiempo a corto plazo, pueden variar las formas de medir, las precisiones o los nombres pero el espectro no ha mutado desde la creación del universo. Podremos un día descubrir otros rangos o algo que no estemos viendo con claridad pero el concepto permanecerá en el tiempo sin demasiadas alteraciones. La filosofía, como he dicho, sólo depende de algún conceptuador ajustando sus terquedades al mundo que lo rodea, exactamente como todo este escrito infamante y ciego contra las corrientes filosóficas, políticas o artes plásticas. La ciencia es discutible, las creencias no.

domingo, 9 de enero de 2022

El verbo se hizo carne

 Llegó hasta mí algún asunto turbio y pútrido de los que son comunes entre los políticos y plusmarquistas del dolo y la desfachatez. No quiero hundirme en esos lodos cenagosos que pudieran desarmar mi tristeza y hacerme cara la felicidad. Yo no soy un ser feliz, no aspiro a la felicidad, mi conocimiento del medio o mi nula capacidad de aprender algo nuevo o de confiar en alguien me hacen un ser triste e insatisfecho y las pequeñas satisfacciones que da la vida o una que otra pírrica victoria son sólo un tentempié para no terminar por el autocese. Investigué que una ministra de apellido Abudinen estaba inmiscuida en una desaparición de no sé qué dineros correspondientes a no sé que rubros y que la RAE, alguna máquina supongo, retomó el verbo abudinear compo referencia a robar y estafar. Mis otacustas me refirieron que la ministra en cuestión interpuso una voz de protesta por el "injustificado" abuso de su nombre en tales verbos difamatorios y sabemos que mientras esté presente no hay manera que tal verbo desaparezca del medio digital y que mientras más escándalo se le haga, más aparecerá, por razones lógicas. Ni siquiera deseo saber si fue verdad o no que el dinero se esfumó, mi veredicto, sin importar pruebas o ausencia de ellas, es culpable. Me contaron que renunció. !Bien hecho¡ Lástima que no pague cárcel o el dinero o... qué sé yo. Lo importante acá es el verbo y la verbización. Los verbos en español terminan en ar, er e ir y si hemos de dar ejemplo de verbos toca hacer cátedra y crear muchos otros o proponerle a esa reguladora del idioma que admita, y aunque no los admita, el verbo samperizar para referirse a la inclusión de dineros en las contiendas electorales provenientes del narcotrafico y si a eso vamos, toca entonces pastranizar, varguizar, gavirizar y duquizar, aunque a este último lo podemos usar como referencia a títere y debería aceptarse uribizar como señalamiento a la desaparición forzosa y al falso positivo. "Señora, su hijo ha sido uribizado". Rapidez de entendimiento. Carrasquillar como verbo de compinchar en la estafa. Peñalosar para referirse a la desfachatez de la compra de títulos o el invento de estos y morenizar para darle un verbo que informe de la contratación ilegal. Petrizar para darle acción a la mentira de un mundo feliz en el lado izquierdo y como sinónimo de capacidad para desaparecer procesos y condenas. Serpizar cómo parónima de mucho intentar y poco quedar y santizar para referirse a la traición que uno hace de los que le llevan al poder o para llamar a colación un Nobel mal otorgado. Me juego el betancunizar como referencia a la sabia creación de impuestos a la medida; barquizar para dar entender que se habla como AMLO o de que se tiene un problema mental y llegué a un impase, porque cada político, alcalde, presidente, senador, ocupante de la cámara de representantes, edil, personero, fiscal o secretario está tan inmerso en el fango que, no siendo posible adoptar todos esos nuevos verbos a condición de no tener que cambiar la lengua misma, aclaro aquí que son sinónimos entre sí y pueden usarse indistintamente para el peculado, la colusión, la farsa, la estafa, el fraude al fisco, la compra de votos, la contratación ilegal ─odebrechización─ el nepotismo o quinterización, el desfalco, el tráfico de influencias, el soborno, la mala administración, el abigeato, la corrupción, el clientelismo, la demagogia, la desaparición forzosa, los falsos positivos, el engaño... Aclaro además que ya existe una palabra en colombia que abarca toda esa plebe y que los engloba de manera lustrosa... políticos y si, politizar significa volver fecas todo y agua de colodra y repartir dineros y socavar proyectos y darle en la cabeza al pobre pueblo asalariado y...


PS: David me jura que turbayismo es equivalente a clientelismo y aunque todo presidente es sinónimo de inútil, el máximo representante fue Pastrana hijo, que según las madres del chisme, doña Tola y doña Maruja no sirve ni de expresidente y según otras malas lenguas, Pastrana padre no ha podido descansar en paz porque dejó una "gueva" en el palacio.

viernes, 7 de enero de 2022

Declaraciones del mes lunes

 De una charla matinal y declaro que no estoy equivocado con matinal, se me quedaron pegados los tres o cuatro vocablos de una serpiente cascabel, que parece artera mi comparación, pero es sabia como lechuza, porque es que a la guerra hay que mantenerla en paz, como quien dice odio a mi familia pero me la aguanto para que no se alboroten y los tenga que matar o peor... dejarlos vivos. Me queda clarísimo que enseñar a pensar es revolucionario pero que nadie te lo va a reconocer porque sí. Si le proponemos a alguien que cambie sus canales disney, amazon y netflix por un libro, conocemos la opción a elegir o si les damos a escoger entre "Rápidos y furiosos" y "Mi pie izquierdo" conocemos la respuesta e incluso cuando le damos a escoger a un chico un regalo entre un celular y las copias originales de los tres libros de Harari, podemos estar seguros de la respuesta... Enseñar a pensar es terrible y doloroso e incluso absurdo, el conocimiento trae muchos conflictos, pero ¿quién quiere hacer análisis de las mentiras falsas o pasar por el cedazo de la razón toda frase que escupan los demás? !Nadie¡ No sirve poner en duda un gobierno para que te aislen y te maten, es preferible ser borrego y acatar cuanta medida se les cante a los honorables dirigentes; de nada sirve dudar de las religiones si los que no lo hacen viven en paz consigo mismos y con sus cofrades de la sociedad y aunque no consigan más que arrodillarse con fervor, la paz mental que hacerlo les produce ya es una ganancia. La disyuntiva de Pascal. Ahh sí, pero queda más todavía, el problema del camino, el problema de insertarse en la sociedad, la buena fe, la ética, las buenas costumbres y las costumbres todas, el placer que debe sentirse vivir y dejar vivir, la imposición del camino ¿pero cuál camino? claro, todo aquel que quiera saber si su camino es bueno que se fije a lado y lado, puede que hayan muchos con él o puede que vayan pocos, pero la cantidad de gente es buena señal. Si quieres hacer lo mismo que todos, deben haber allí muchos iguales y si quieres ir por el camino opuesto deben ser pocos los que veas en el mismo sentido. La cuestión es figurativa, en un incendio es correcto seguir a los demás, al huir de los gases o del león que busca la cena, es mejor hacerlo con la manada, aislarse es entregarse como alimento, pero ¿en la vida? Seguir y hacer lo que los demás parece aceptación del destino, yo entro a la sala de profesores y se hablan entre ellos de compra de jugadores, goles y partidos, de la carrera ciclística, charla de machos, o de lo que pasó en tal novela o el capítulo del desafío 20100, la prosapia de un artista o las medallas de otro galardonado caballero, las niñas también tienen su discurso claro. Les oigo repetir noticias diseminadas por red o asegurar que la homeopatía es ciencia y sus asombrosas recuperaciones. Estar atentos a las redes y al celular, llegar divulgando sus gustos musicales tan comunes y corrientes porque entran con el celular a taco, sus nuevos celulares de última generación, aunque pequen de no saber emplearlo a fondo o sólo lo usen para contestar, jugar y chatear. Sí, ahí están los juegos del magisterio: fútbol, básquetbol y atletismo toda una amalgama de lo que hay que enseñar y aprender. No hay escalada en pared, ni artes marciales, no hay natación ni baile sincronizado... puro hedor de masa. No sirve pues enseñar a pensar, ni a ir contra nada, ni aislarse, leer es demasiado esfuerzo, controlar el encendido del cerebro no parece necesario, aplaudir el pensamiento crítico es una desfachatez, pensar, en sí mismo, es un peligro... Los "likes" se quedan en el profesor perezoso que no enseña o que siempre les lleva películas o les regala la nota sin esfuerzo; se quedan en los efebos que son incapaces de hilar una historia o lo que hilan es porno sobre una pista con la voz saturada de efectos; es raro encontrar un libro que posea estos termómetros de aceptación, pero seguro las películas más estúpidas están llenas de ellos; los influenciadores que hacen ridiculeces, proclaman "fakes news" y dicen cuanta tontería se les ocurre, además de que repiten la ya harta frasesita: "sígueme por mi canal, espicha la campanita y dale "me gusta"" son celebrados "Youtubers" que persiguen, como si valieran algo, las placas de 100 mil y un millón de suscriptores que el canal ofrece; se quedan en los videos de terraplanistas y ufólogos, satanistas, religiosos y fantasmólogos; se quedan en los videos tiernos de gatos y perros y en las noticias de farándula de quíen sale con quíen y cúal traicionó a cúal, en las peleas y chismes de farándula. El pensamiento no tiene seguidores. !Toda una declaración¡

K: El alumno se acercó al maestro y le preguntó cómo podría darse cuenta de que llevaba el camino correcto. El maestro le respondió: si va mucha gente en tu misma dirección vas por el camino equivocado.

PS: Corría una mañana de septiembre de 2021 y toda esa palabrería salió en una charla tintiada en el corredor del Búnker con mi querido J. M. Tello. Lo de ser el "mes lunes" toca pensarlo.

jueves, 6 de enero de 2022

Las pretensiones de la ciencia

 Desde ahora me quedo callado con respecto a los pensamientos de los demás, pero primero tengo que reventar por algun lado. Escuché que alguien mencionó lo pretenciosa que era la ciencia queriendo explicar todo con la física clásica y la mecánica cuántica. Sí, es pretenciosa. Bastante pretenciosa tratar de darle forma al mundo con coherencia: 2 + 2 = 4 es una pretensión impotente que no describe al mundo y en verdad ni lo afecta, el espectro electromagnético, las cuatro fuerzas, las leyes de Keplero, las de Newton, la… pretensiosísima querer entender el mundo sin fantasmas y sin agüeros o tratar de explicar el descaro ontológico y las preguntas metafísicas que han amargado la sociedad por tantos años. ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? Es tan sencillo que el pobre ser humano tan acostumbrado a ser el centro de todo no alcanza a aceptar que no existe tal misión ni tal destino. Animales y naturaleza sin razones y sin dioses y hasta hartos de consecuencias y castigos o premios estúpidos de entidades eternas. ¿Qué me mantiene atado a este mundo? ¿Por qué se me castiga? ¿Qué hay detrás de la muerte? ¿En qué creer? De eso se encarga la teleología y la filosofía diferencial que no tienen más que disertaciones estereotipadas con soporte en el vacío absoluto o en otros dizque pensadores. Lean a Byung-Chul Han, terminarán entendiéndome, porque necesitó 160 páginas para elucidar que el tiempo como unidad permanece inalterable, execeptuando por nuestras ocupaciones que lo aceleran o nuestras percepciones que lo aminoran. Lo contemplativo es la solución... Tremendo bodrio. ¿De que me sirve tratar de retomar grandes pensadores para explicar mi teoría si ninguna de las dos es entendible? Pensaría que la filosofía que no es simple busca enredar o sucede lo de la ley murphiana en la que sólo aquel que conoce perfectamente una cosa puede enredarla de tal manera que ni él mismo consigue desenredarse. ¿Para qué me sirve Nietzsche sino transfiere la explicación en términos entendibles? La filosofía de la ciencia, con unos pilares impresionantes puede ser pretensiosa pero no trata de ocultar nada detrás de la fe o el apego a una u otra tendencia como lo logra el filósofo o el psicólogo o parasicólogo o… Permítanme ser pretencioso… Todo absolutamente todo,  puede explicarse con la ciencia y las religiones hacen parte de ese todo. Lo que la ciencia no explica no puede ser explicado con pseudociencia, filosofía o religión o hasta pasión y amor, aunque muchos opten por ese tipo de creencias. La voluntad y la auto complacencia no son fuerzas,  no existe manera de calcularlas y tiendo a desconfiar de lo que no se deja aplicar matemáticas, lógica o física. Pero no dejemos ahí las pretensiones de la ciencia: la comunicacion sin hilos, los viajes espaciales, el conocimiento del universo, las especies de vida de hoy y las de hace 3.800 millones de años, la edad del universo… digamos que lo que la ciencia no ha explicado no puede explicarlo un imbécil con cháchara tonta de superacion personal… ¿podrían los seres humanos alcanzar el conocimiento basados solamente en la filosofía de Aristóteles? ¿o alentándola con la Biblia y el Popol Vuh? Ya, ¿Puede la humanidad tan supersticiosa superar la PES y la psicokinesis? No y menos mientras más se acerque a pensar que la ciencia no es el camino adecuado para resolverlo. La ciencia no explica fantasmas porque no hemos encontrado uno que se deje hacer pruebas y las que hay no han superado la barrera del chisme y la absoluta fe o el enloquecimiento colectivo. ¿Puede la ciencia hablar de la psique del hombre? Sí, aunque no quede éste contento con las explicaciones que dejan fuera dioses y creencias, fantasmas, apariciones y sentidos super lativos que no posee el ser humano. Nueve de diez veces que sentimos que alguien nos mira puede ser cierto si vivimos en un entorno repleto de seres humanos y el experimento hecho en la selva no alcanzará una proporción más que opuesta por la ausencia de humanos, pero es probable que, en las selvas, los verdaderos predadores no te quiten la mirada de encima. La ecopaestesia la explica mejor la ciencia que la PES y creo más en la explicación científica que en el diálogo sinsentido de un anatomista del poder mental. Claro que la ciencia es pretenciosa, y es la única que nos dirá aproximaciones centesimales a la verdad y la que puede calcular cada cuánto pasa el cometa Halley o Apophis y porque desestima a Haumea y a Juno como planetas. A muchos puede parecerles que la comunidad científica excomulgó a Plutón, pero no hay tal, hay explicación científica no psíquica ni psicológica. ¿Qué es lo que no puede explicar la ciencia? ¿La materia o la energía oscura? Para empezar fue la ciencia quien las intuyó. ¿El sentido de vacío humano y la depresión? Claro que los explica. ¿El deseo ferviente de ser el centro de todo y pensar que es especial? Obvio que lo explica, la necesidad del ser humano de sentirse único la explica ese dios que se creo para sí y que lo mantuvo preso en el jardín del Edén como lider indiscutible de lo creado. ¿Alguien leyó a Darwin? somos el producto de cambios evolutivos necesarios a cada especie. ¿Recuerdan a Copérnico? No somos el centro del universo, ni siquiera de esta pequeña galaxia que llamamos Vía Láctea. Sin la ciencia seguiríamos explicando los terremotos con serpientes gigantes o dragones de dioses enojados y los rayos y relámpagos como fenómenos divinos de algún dios iracundo. Dudo que el terraplanismo y la ufología tengan alguna respuesta válida y es la ciencia la que elabora pilares demostrativos, comprobación, ensayo, teoría, refutación y la primera que elabora el pilar más hermoso: la duda metódica. Es bueno que un alumno de noveno refute la teoría de la desintegración radioactiva del carbono 14 a una tasa conocida pero no es suficiente con dudar pasivamente o con refutar en orden de creencia, hay que estudiar los modelos para refutarlos y eso lo incita la ciencia, nunca las peseudociencias que aspiran a ser dogmáticas. Pero dejemos acá. Yo les propongo como ejercicio que me cuenten que es lo que la ciencia no ha explicado y que sopesen lo que las "otras" no pretenciosas han logrado explicar porque hasta donde sé la religión lo explica todo, la astrología lo explica todo y la estupidez humana lo explica todo.

PS: No les cuento lo que me irrita un imbécil aprovechando un par de conceptos científicos para enmascarar su ignorancia o para promoverla y claro me aterran los cientos de bueyes que dan like y se aferran a sus explicaciones burdas y sin bases.

PS 2: Obvio que la ciencia no puede explicar aún muchas cosas, pero no es de dudar que siga tratando de explicarlas hasta que las observaciones cuadren con la física y la experimentación. No se da por vencida y aduce que son "designios divinos". La ciencia no se rinde, pretende, pero no se jacta de ello y, los que la consideran pretensiosa, tienen explicaciones pueriles para lo que no entienden.

miércoles, 5 de enero de 2022

Empaques y empaquitos

 Desde tiempos inmemoriales ─bueno no tanto─ la publicidad engañosa ha puesto a la gente a reventarse con un montón de apuestas, requisitos y condiciones, los ha puesto a moverse de acá para allá y les ha dado un derrotero y hasta algo qué hacer con el pensamiento y le ha impuesto ciertos problemas al mundo de los que debo hablar. Hace poco unas sobrinas mías, me pedían recolectar empaques de café para un concurso, porque, "mientras más empaques envíes más oportunidades tienes de ganar" que es más cierto que matemática simple porque a más eventos favorables, la probabilidad de ocurrencia del hecho aumneta. Lo que no te dicen es que enviar más empaques te hace gastar más en el producto y consumirlo, regalarlo, revenderlo sin empaques o guardarlo a que se dañe en la despensa y precisamente eso es lo que busca el anunciante y dueño de las fabricas que producen el tal producto: la salida de su producto a manos llenas. No es difícil caer en esa trampa y los adolescentes, niños, amas de casa y tarados en general caen redonditos, esperando ganarse alguna chichigua. Las compañías de productos embotellados te invitan a "La tapa paga" y a "Intenta de nuevo"; los productores de comestibles en bolsa te llenan de muñequitos, tazos y un código que te invita a entrar a sus páginas y a seguirlos y la grandiosa idea de huevos con sorpresa, es la apuesta más descarada que se puede hacer. Invitar a un niño a que se debata por un chocolate y reclame el juguete es una trampa perversa y esa no es promocional, es así desde sus inicios y en ello basan sus ventas. Los caldos, para un lego como yo, son todos iguales, pero el anunciante con una promoción de estas consigue posicionar por encima de las otras marcas, la propia. Sin anotar que cada marca te lleva a llenarte de más plástico ofreciéndote un envase extra o una coquita con tapa para otros menesteres, un salero, un portavasos, una decoración, un cenicero, un llavero... La cosa es tal que hay humanos que coleccionan vasos de una marca determinada de gaseosa o llaveros promocionales de tal compañía; los hay que llevan a mano el lapicero promocional o las cartas que dan con la compra de dos envases de champú y quienes no. compran datos para el celular porque ciertas empresas de gaseosas y de productos de picaditas dan códigos con minutos y datos... otro golazo. En el caldo de gallina te dan un recipiente hermético; en el café te obsequian un vaso de vidrio; en las galletas un recipiente para contenerlas; en la mermelada un tarrito chévere; en las papitas, exorbitantes colecciones de láminas autoadhesivas de la película de turno o el mismo contenedor que se vuelve basura y maleza por lo común; en la chocolatina figuritas coleccionables en un álbum de la misma compañía sobre historia natural o regiones típicas del país; en los pasabocas muñequitos plásticos de diveras series; en la leche un código para concursar por una flamante moto; en el súpermercado una boleta para la rifa de otro mercado por cada tanto dinero invertido en compras; en los pagos por cuotas un certificado de cumplimiento que te permite ser cada mes poseedor de un número de 6 cifras para invalidar el cobro o ganarte la cuota; en la gasolinera puntos Tarambana y en los supermercados puntos con el nombre de la empresa; en la cerveza la tapa paga o minutos y datos; en la gaseosa una cuota para la próxima o hasta una gratis que no es tal; en algunos productos viene una página y un código QR para que te inscribas en ellas y concurses en alguna estupidez de premio y poder obtener además tus datos y visitas gratis a las páginas... ¿Habrá que caer en la trampa y participar incólume en la desfachatez del publicista, del vendedor y del anunciante?

PS: Fui muy atrevido al hablar de "publicidad engañosa" porque no existe otra clase de publicidad, quien te vende, siempre te hablará bellezas de un producto y siempre habrá cuatro o cinco imbéciles dispuestos a decir que el producto es buenísimo y lo vale y no hay peor error que preguntarle al vendedor lo bueno que es el producto porque indefectiblemente te hablará dulzuras: "Esos zapatos son finísimos... le sientan muy bien con su personalidad... Le estoy dando más barato que en cualquier otra parte... somos mayoristas... exportamos ese producto... aproveche que se agotan..."

PS 2: Todas esas empresas hablan de un mundo sostenible y de aliviar al planeta en cuanto a desechos y su hipocresía es de dientes para afuera ¿Se imaginan el desperdicio evitable sin sus tintas de más, sus empaques de más y sus tarros de más? Yo si, pero el capitalismo salvaje no está interesado en el bienestar del planeta sino en la producción y la ganancia.

lunes, 3 de enero de 2022

La religión del más fuerte

 Recomenzaron las clases, virtuales, y en la bienvenida, según los parámetros, debo agregar a los talleres protocolos de bioseguridad. Esa palabreja que en un laboratorio BSL 4 debe ser la cosa más estricta y cuidadosa, pero que se me mencione como "recomendación" que debo incluir protocolos en mis talleres es equivalente a que me digan que antes de iniciar una clase debo rezar "el credo" o el "padrenuestro". Los tales protocolos que requieren, se refieren a recomendarles mantener una distancia adecuada entre personas y ahora entre animales según pudimos ver que el virus tal, afecta a algunas poblaciones, no creo que a los perros los obliguen a usar tapabocas y si han de usarlos como la eterna mayoría, para taparse la barbilla, es un desacierto. De todas maneras la distancia es relevante, pero sabemos que no se puede mantener tal distancia mínima de 1,5 metros en nuestras aulas de 5 x 4 metros en donde sólo cabrían un total de cuatro alumnos, considerando 60 centímetros de aire para cada alumno y el espacio para que el profesor se mueva. Distancia que no respetará nadie en las inmediaciones de la cancha, el corredor o la tienda. Si ha de decírseles que se laven las manos como lo han venido haciendo: tres gotas de agua y una salpicadura en la cara, no sirve de nada, el lavado de manos es funcional si se acerca al que un cirujano realiza antes de entrar a cirugía, pasando por cada dedo y cada fracción de piel de la mano, con buen jabón y aplicando luego alcohol. Me he reventado jurando que el alcohol y el jabón no matan virus ─que no se puede matar lo que no está vivo─ pero puede ser que al encapsular en micelas o destruir su capa lipídica, logren una diferencia en el contagio, si y sólo sí, se realiza de manera correcta y durante el tiempo correcto: cantando unas dos veces el felizcumpleaños completo. Si lo que pretenden es que les sirva de vía instrumental para la farsa, me apena descomplacerlos porque a mi parecer y como he dicho, la fatalidad del virus es una fachada, mis últimos calculos arrojaron un 2% de letalidad, que es más bien aceptable en mi estadística simple. Si las uci están llenas, si hay fiestas de contagio, si el otro no cumple protocolos, si hay aglomeraciones o si se pasan la norma por la galleta no es mi problema, yo no me le acerco a nadie para que no se sienta agredido, no le saludo o si me saluda ofreciéndome el puño o el codo ni le volteo a mirar. Con rebatiñas cismáticas no me gusta diferir. Lo que yo pienso y lo que el otro considera protocolo, mal llevado y poco útil si no es bien aplicado, es tan pueril y tan espurio que no importa si los están aplicando o no, aunque también determino que, en lo personal, me importan tres escrúpulos si otro los cumple o no. Como recomendación personal, lejos del marco legal, permitiría la llegada a mi clase sin restregarse con un gel o con alcohol, sin lavarse los zapatos o sin restregarlos en un felpudo empantanado, sin distancia y sin barbijos porque los más cismáticos deberían quedarse en casa a voluntad y no ser obligados a regresar al aula más que por desarrollo de la misma voluntad y aún quienes quieran hacer el ridículo con barbijos de lana o bajo la nariz, con tarritos de gel antibacterial y con distancias insobornables, que lo hagan diponiendo de esa misma voluntad y miedo. Como dije, respeto sus puntos de vista, aunque el mío se vea fuertemente agredido. Resumo: Yo espero haber cumplido con los parámetros mayoritariamente. Nombre, grado, institución, mes... La parte obscena es que me obliguen a transmitir algo tan banal y en lo que no creo ─el protocolo funciona si se aplica correctamente, la obligatoriedad es la que me saca de quicio y el que sea obligatorio recalcarla en cada entrega─. Yo respeto sus protocolos, pero sé que no significan nada, que dos muertos de cada cien es más que aceptable, que una mascarilla, por más protección que tenga y por bien usada sólo es un protocolo, que el contínuo lavado de manos ayuda si se hace correctamente ─cantando dos veces el cumpleaños feliz─ y usando una nemotecnia precisa en cada recodo. Que la distancia es efectiva para evitar el contagio pero que en el colegio no se podrá mantener porque tenemos espacios pequeños y que, finalmente, toda la parodia de muertos y ucis llenas no es corroborable sino con unas bases de datos que no manejamos. Por tanto, ergo, me abstengo de decir más mentiras y de repetir como lorito lo que ya están hartos de escuchar y de leer.

sábado, 1 de enero de 2022

Preparados para la decepción

 Conmovido estaba esta semana que escuchaba a alguien promoviendo el parlache y la puesta en escena de ese viejo propósito humano de alabar lo que no necesita ser alabado y que muchas veces ni lo merece. Le pregunté la edad y me respondió: tanto. Un número que se aproximaba a la década que empieza por tres. Aseguro que le respondí que ya era hora de ir decepcionándose del mundo y aceptarlo tal como es, pero ahora les pregunto y pongo en tela de juicio tal arrebato, no el mío de pedirle ser sensata, sino el de la edad en que todo se vuelve una trivialidad y un sinsentido ¿En qué momento nos decepcionamos de la vida? ¿Cúal es el momento adecuado para asumir la realidad de este mundo? Y ¿cuáles son esas verdades decepcionantes? Bueno, yo no puedo estar seguro más que de las mías y que van aparte de las expresadas con tanto orgullo por los no decepcionados: qué tenemos un propósito al nacer, qué nacemos predestinados, qué hay que luchar por un paraíso, qué hay que ser buenos... A la hora de la decepción te enteras que toda forma de religión es una forma de control, ningún cielo, paraíso o Valhalla respeta las leyes de la termodinámica y tales cielos solamente caben en cerebros infantiles que han perdido la capacidad de razonar o que jamás la han tenido, citando a Pirsig, "toda religión es un delirio sufrido por muchos" un folie à deux de la multitud, un remedio de la antigüedad que supera ampliamente sus efectos secundarios no deseados. Qué viajar es bueno cuando el sol que alumbra en Tamalameque es el mismo que sale todos los días en cualquier parte y no hay que ser astrofísico para entenderlo y Pessoa lo dijo más claramente "el ocaso es el ocaso en todas partes ¿para qué hay que ir a verlo a Constantinopla?" y la manía intrínseca de decir "qué bello lugar", qué bello parque", "qué bello pueblo" cuando todos son lo mismo, las mismas calles, los mismos lugares, las mismas estupidas personas y, parafraseando a Camüs todos los pueblos son similares: una plaza, un parque, un hospital y una iglesia... Un país no es nada más que una demarcación política indefendible para un apátrida como yo que desprecia las ínfulas regionalistas y geopolíticas. ¿Cuál de ellos se destaca? !Abandona la hipocresía y comprende de una vez¡ Amar los animales es una constante humana. Yo no los amo y con derecho digo que en mi casa son estorbo y los persigo. En ella están prohibidos. ¿Dónde esta la decepción? Tranquilos, eso es sencillo, ¿si has de estar decepcionado crees que un bicho pueda evitarlo? eso es decepcionante para los estándares humanos que se abrigan y rodean de animales por tener asco de la humanidad. Los animales también son decepcionantes y humanos: un perro te cambia por una caricia y comida y los gatos ni siquiera tienen propietario. De las demás mascotas no tengo nada que decir, recuerdo al viejo Vallejo que aunque amante de animales por odio a la humanidad jura que no tienen ninguna mata en la casa esperándole para no sentirse responsable ni victimario. Los pájaros que viven en mi rancho son libres de conseguir su comida y de aparearse, no los retengo en jaulas ni les pongo amañaderos y no me preocupan cuando viajo. Las plantas del rancho se cuidan solas porque así las pedí: Deme algo que no haya que ponerle mucho cuidado, ni echarle agua y que se si le da el sol no se marchite... me vendieron pasto y el pasto me hace feliz porque no me da preocupaciones. ¿El amor? Ay cariñito mío, esas cosas no existen lejos del impulso evolutivo de dejar descendencia, toda ese cacareo de eternidad y de no poder vivir sin el otro o de amarse toda la vida y hasta que la muerte los separe no es más que ritual de apareamiento y una que otra norma inventada para controlar y juzgar. "El próximo candidato sí" no es más que un lavado cerebral repetitivo sobre tí y tus descendientes para que avalen por mayoría una forma de gobierno que ya sabemos inútil, podrida y corrompida. Nadie en los estrechos círculos del poder quiere ayudarte o elevarte el sueldo, hay causas en ello y consecuencias... Bueno, la verdad no deseo extenderme en estas lucubraciones particulares. ¿Cuando llega la decepción? Yo les pregunto. A mi edad pienso en ella todos los días y la recalco.

PS: ¿Se imaginan ustedes un mundo donde todo sea paz, amor, cantos al señor, perdón y olvido? !Gas¡ ¿Un Valhalla donde se pelea todo el día y se come toda la noche? !qué monotonía¡ ¿Unos campos Eliseos donde se pierde la memoria? !Ni perdón ni olvido¡

PS 2: La decepción es sencilla, si esperas algo de alguien no lo hagas; si crees en algo, piénsalo mejor, no vale la pena; la feliciad es un mito !Acéptalo¡ si ves a los humanos, son un cúmulo de rituales bobos: semana santa, halloween, amor y amistad, navidad, año nuevo... !La humanidad es una soberana porquería¡ ningún lugar es tan espectacular que merezca una visita, las diferencias entre una mujer  y otra o entre un hombre y otro no son tantas que valga la pena andar escogiendo. La vida no es un regalo, es una condición médica y para la mayoría un estado metafísico.