lunes, 10 de enero de 2022

Filosofía y ciencia

 Entrados en detalles es necesario aclarar, más para mí que para mis desalumbrados, la desproporcion y las distancias entre la ciencia y la filosofía. Es verdad, todo surge porque una chica de grado décimo me ha interpuesto la pregunta y siento haberme quedado corto en la explicación que le dí. Acá la amplio y la incluyo en mis disertaciones filosóficas. La filosofía, cansado ya de oír tal barullo, quiere decir amor, filos, por la sofos o conocimiento. Es la definición más simple y fácil de asimilar, todo aquel que guste de los saberes y de los conocimientos o que produzca en ese sentido es y hace filosofía. Dice mi querida E. P. que es la praxis de dilucidar, el ejercicio de pensar, el deseo por dilucidar la verdad con razonamientos claros. La filosofía fue la madre de la ciencia, el deseo de explicar las cosas naturales por medios naturales sin incluir en ella los designios divinos. Es usando el método de un filósofo que llegamos a verdades científicas o avaladas por un proceso matemático, observación, experimentación, reproducción, hipótesis y teorías cuya coherencia argumental y práctica terminan por ser avaladas y que funcionan. La teoría del color es fácilmente comprobable, las leyes de la termodinámica o los principios gravitacionales. No tanto un Big Bang, aunque la coherencia científica soporta hipótesis que, aclara, son una buena explicación debido a las observaciones y que, si las observaciones y la experimentación lo ameritan, son ampliables o removibles. Es claro que si un móvil se desplaza a 30 kilómetros por hora, en una hora recorrerá 30 kilómetros y puede no ser tan claro el cálculo de la fuerza G, pero está soportada en experimentaciones y predicciones acertadas que la avalan. La ciencia es pues un conjunto de conocimientos que han demostrado su valía como conocimiento aplicable en diversos campos como la biología, la física, la química o la matemática. La filosofía se revierte a empaquetar una cantidad de posturas, incluso contradictorias, pero explicadas con tanta certeza y silogismos que nos dan la idea de una verdad absoluta sin serlo. Dios no existe porque Nietzsche no quiere, ni existe porque Manuel se libró del cáncer rezando a ese dios, la ciencia sólo aporta que no hay pruebas de seres totipotentes y totiscientes detrás de los fenómenos naturales, aunque algún científico poético advierta que tanta belleza no puede ser producto del azar o de la masa del electrón. La poesía no es ciencia y la filosofía se aleja bastante de ella y por ello hay filósofos existencialistas y epicúreos, apolíneos y dionisiacos, positivistas y pragmáticos que a la hora de la verdad sólo son posturas ampliamente defendidas por sus creadores según las épocas y los eventos disyuntores o los fenómenos históricos. Ningún filósofo tiene la verdad más que su verdad. La ciencia tiene una verdad aplicada que depende de tal aplicación, aunque no toda la ciencia resulta ser útil y aunque las ciencias exactas difieran bastante de las ciencias políticas o de las ciencias sociales, que ya he explicado, no tienen las mismas características entre sí. Las predicciones de las ciencias humanas no son globalmente aplicables ni universales... son humanas y dependen bastante de las sociedades y las tribus, especies o grupos de estudio. No puedo decir que todo aquel que se orine en la cama y maltrate animales se va a convertir en asesino por ley matemática y la proporción convertida a la realidad no ajusta en las probabilidades con certeza absoluta, aunque la tendencia refiera las posibilidades a un grado aceptable. Seguir el mundo de las ideas no es garantía de que el mundo real no existe o ser racionalista no le quita valor al empirismo. En la filosofía hay demasiados charlatanes y no dudo que en la ciencia, pero siempre es más fácil desdeñar a los segundos que a los primeros. Que usted tenga una "idea de dios" no la hace cierta ni demostrable, pero que usted sepa como unificar las cuatro fuerzas sin fórmulas y teorías verificables le hace un charlatán completo y puede desenmascararse con la misma teoría científica. Creer en la estupidez humana: los iluminati, los Thugs o la Crne Ruka no avala esas teorías: 7 mil millones de creyentes no logran demostrar a ningún dios, fantasma, ovni o ET. Ningún dios ha enviado señales hertzianas o aparatos mecánicos inexplicables. No hay evidencias de ello. Puede ser usted partidario de un partido o de una mafia cualquiera... eso no es más que una postura de gusto y placer, jamás ciencia. Va a ser bastante difícil que en 10.000 años alguien descubra que 2 + 2 es diferente de 4, mientras que no es nada complejo que mañana la capital de Colombia ya no sea Bogotá o que ni exista Colombia como país, incluso que un comportamiento sea soportado por una teoría diferente a la que hoy se impone. La ciencia se ha equivocado vilmente y en muchas ocasiones, pero se permite el rectificar y corregir basada en los pilares que mencioné atrás. La filosofía no es correcta ni incorrecta, es postura y no se matematiza, se analiza. Se está de acuerdo con ella con razones o sin ellas y se puede enseñar sin pérdida de la identidad. La ciencia existe independiente de la creencia, la creencia requiere adeptos. La ciencia no es especulativa ni se adueña de verdades, es y punto. El espectro visible para el ojo humano en la actualidad está entre los 400 y 750 nanómetros. Dudo mucho que vaya a cambiar en el tiempo a corto plazo, pueden variar las formas de medir, las precisiones o los nombres pero el espectro no ha mutado desde la creación del universo. Podremos un día descubrir otros rangos o algo que no estemos viendo con claridad pero el concepto permanecerá en el tiempo sin demasiadas alteraciones. La filosofía, como he dicho, sólo depende de algún conceptuador ajustando sus terquedades al mundo que lo rodea, exactamente como todo este escrito infamante y ciego contra las corrientes filosóficas, políticas o artes plásticas. La ciencia es discutible, las creencias no.

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