Óigame pues que aquí me voy a despedir de la lógica moderna y del ansia de enseñar algo equitativo. Yo recuerdo que las leyes son un montón y cada país y cada constitución y cada gremio decente y constituido impone las suyas y cada área del medio, cómo los cánones de arrendamiento, el código de policía, el código de procedimiento civil, la ley de educación, la ley de armas, la ley... Me entendieron seguramente porque se me fue la mano con los ejemplos. Esas leyes es deber aprenderlas para que no le den por el orto sin vaselina, le cobren de más en el tránsito o le suban el arriendo a destajo, pero las leyes que quiero comentar son otras más de conocimiento popular y de aplicación general donde no aplican las leyes de la humanidad. Aunque, seamos muy claros, lo que parece aplicarse en la generalidad, aún sobre las leyes, son estas leyes de la selva combinadas. Tratemos en primera instancia "La ley del más fuerte" donde el más grande y fuerte impone su santa voluntad. Así siendo, el animal más grande y fuerte en la selva es el elefante y, definitivamente, el no es el rey, aunque alguno le llame rey de los bosques y al búfalo rey de las praderas. Fíjense más bien en quién domina en las manadas de cada especie y notarán un cierto patrón donde los fuertes, los más agresivos y los más "aptos" de cada manada ─esa palabra tendré que analizarla más adelante─ son quienes dirigen la manada y en cierto modo la gobiernan. Igual pasa en una manada de gorilas, de chimpancés o de cebras y es ese individuo fuerte el que tiene derecho al apareamiento y al control de decisiones como desplazamientos, lugares de abastecimiento o de recogida para pasar la noche, mejor posición dentro de la manada misma ─el lugar más alto en el árbol o el más protegido en el centro de la manada─ la expulsión de la manada y, pongamos por caso, la defensa de la misma. ¿Se aplica en la selva la ley del más fuerte? A mí me parece más que obvio. Y, ¿En la sociedad humana se aplica? No parece tan obvio pero sí, se aplica cuando cambiamos la capacidad del individuo para enfrentarse a los suyos e imponerse por la fuerza por la capacidad bancaria, por el dinero que se tiene y allí, cambiando la ley de la fuerza por la ley del dinero, vemos que en todo el mundo quienes gobiernan son los que más poseen y quienes poseen son los que gobiernan e imponen. Contrapuesta a esta ley natural, tenemos la "Ley del más débil" que no es ejecutada sino reclamada. Quién pierde una batalla en la selva y vive para contarlo sabe que su posición está más abajo de aquel que le venció y acepta ─diría que sin rencores─ ocupar el puesto del más débil: no imponer, no dirigir, no aparearse, no escoger... La ley del más débil es la ley escrita pues sólo en ella nos apoyamos para defender nuestras posturas de los arrendatarios abusivos o de las leyes de tránsito o del derecho penal o... Bástese pensar que las leyes nos dicen a qué tenemos derecho pero que quienes poseen el capital no están obligados por tales leyes o normas y que, muchas veces, existen tantas trabas y tiempo para aplicarlas que el ciudadano que quiere aplicarlas se cansa de ellas o las olvida. Entre juntas hacen la "Ley de la selva" que en nada se parece a las de Rudyard Kipling. La ley de la selva es el derecho del más fuerte a devorar y a ser devorado, a conservar el poder mientras le duren los ánimos o ser derrotado por otro que buscaba ese derecho del más fuerte. En la selva no se protegen derechos de haber cazado determinada comida, si el cazador es incapaz de proteger lo cazado, el nuevo dueño es quién lo desplace. En la jungla las cebras no acuden a la Haya para dirimir el conflicto con leones persecutorios y las aves no se quejan con DDHH por el robo de sus huevos; los gñues no son visitados por amnistía internacional para reclamarles por desplazamientos que atentan contra otras poblaciones y los cocodrilos hambrientos no acuden a la FAO para que envíe ayudas y paquetes de auxilio. La cebra pescada in fraganti por una manada de leonas no saca un billete de alta denominación para evitar ser devorada; la manada de chimpancés no envía una coima para que se le adjudique el predio más apto y de más alimento; El guepardo no paga a unos matones para que intimiden a quienes roban su alimento recién cazado. Las vacas no reclaman sobre su derecho en los productos lácteos, los pollos no se sublevan por el hacinamiento en los galpones, no vemos manifestaciones de animalidad unidas ni cacerolazos de cerdos hartos de ser llevados a la parrilla. La ley de la selva es única: se es apto para vivir en ella o se es apto para servir de alimento en ella o para contentarse con las migajas. Acá deberíamos mencionar que los nichos están ocupados correctamente por la jerarquía natural. Un hongo descomponedor no juega a vencer a un hipopótamo y un carroñero espera su turno a la hora de la cena. En el ambiente social vivimos en la ley de la selva constantemente, las leyes escritas son pañitos de agua tibia con el que se contenta a las manadas sociales para que crean que derechos y deberes están repartidos con equitatividad. Suena triste, pero ahí está la analogía en la Política de Aristóteles cuando se le reclama a los leones igualdad para todos los animales, uno de ellos contesta: sí, igualdad para todos, que la reclamen aquí... con garras y dientes.
PS: Hay más leyes en la palestra, primero la ley del talión que es ley humana para cobrar al mismo precio la ofensa. Ojo por ojo, diente por diente y mano por mano. Implica que si matas a alguien debes ser asesinado y si robas a alguien debes ser despojado de tus bienes y si violas a alguien violación debes sufrir. No la vemos aplicada hoy día por que va en seria contraposición con quienes dirigen las riendas de las naciones. Ningún político se salvaría de perderlo todo, ningún pastor se salvaría de ser violado y ninguna organización sin ánimo de lucro quedaría impune.
PS 2: La ley del embudo, no parece natural pero lo es y la vemos en la naturaleza de manera frecuente. Si notan que el más fuerte se queda con todo ─pero no para siempre─ ahí, está representado el embudo, la mayor parte para el autoproclamado rey y la menor parte para el súbdito y la sociedad humana es pródiga en estos ejemplos: negocios, abogados, ventas en línea, cárceles, proyectos de alimentación, de vacunas... Qué tenemos pues, la mismísima ley del más fuerte con otra denominación. Quisiera decir la ley del egoísmo que quiere todo para sí. Si notan sólo la aplica un individuo fuerte sobre uno débil, no puede ser nada más que la ley natural.
PS 3: La ley de hielo es un resquicio general de la ley de la selva donde el vencedor ignora al vencido. Yo dije que allí no puede darse porque el vencido no guarda rencores aunque se vaya con el rabo entre las patas. En la sociedad humana es peligrosísimo dejar un perdedor cerca al juego. Todo ser humano es una semilla de rencores y odios.
PS 4: La regla de oro y la regla de plata, son leyes de los hombres y hasta leyes de anarquismo si me lo permiten pues fueron diseñadas para la convivencia humana. A ningún animal en la selva le sirven y no son aptas para las manadas salvajes: reza la primera que trates a los demás como quieres ser tratado y la segunda no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti. Sospechosamente se parece a aquella de que mi libertad termina donde empieza otra libertad.
PS 5: Tranquilos, el fuerte siempre se ha inventado leyes que parezcan temibles, dioses que castigan terriblemente y aman la pobreza y crueles castigos para quienes no cumplen esas leyes terrenales impuestas por el poder: ius primae noctis, privilegio del corral, la intestia, la cugucia, la exorquia, la remensa, la arsia, el feudalismo, la mita, la encomienda, el yanaconazgo, servicio militar obligatorio, año rural, alfabetización, IVA, 4 por mil... No me importa alargar tan bello escrito para explicar un poco estos principios: la ius primae noctis o derecho de pernada consistía en que el señor feudal era dueño de la virginidad de cualquiera de las mujeres ue contrajeran matrimonio con uno de sus aparceros; el privilegio de corral le permitía al señor feudal llevarse toda suerte de ganados cuando así lo considerase; la intestia consistía en testar el señor lo de su siervo o una parte; la cugucia consistía en apropiarse la dote del feudo por acusación de adulterio; la exorquia consistía en heredar el señor si el campesino moría sin descendencia; la remensa es el pago por los derechos de libertad del campesino fgrente a su señor; la arsia obligaba al campesino a indemnizar a su señor en caso de pérdidas o accidentes...
PS 6: Claro, existen otras leyes de las que no podemos escapar aunque tengamos dinero e influencias o seamos el más fuerte de la manada: las leyes de la física. Nadie puede escapar a la ley de la gravedad o a las leyes de Kirchhoff, a la ley de la conservación de la energía o de la masa, a la ley de los gases ideales o a las leyes del movimiento planetario deducidas por Keplero y otras tantas que se me escapan o desconozco al momento.
PS 7: Y siempre faltan la de frases: camaron que se duerme se lo lleva la corriente, hecha la ley hecha la trampa, el fin justifica los medios, chupe por bobo y la más confitada excusa humana para hacer el mal: el vivo vive del bobo. Que apenas si confirma la ley del más fuerte que ha de ser el vivo y el pobre pazguato que se la deja aplicar que ha de ser el débil bobo.
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